Mi carrera ha sido una serie de accidentes fortuitos: Sergio Corona
"Mi carrera ha sido una serie de accidentes fortuitos", dice Sergio Corona en la presentación de su libro "Te invito a mi camerino". Foto: Francisco Castillo/ La-Lista

Los ojos de Sergio Corona son brillantes, igual que las luminarias bajo las que ha estado en sus más de 75 años de trayectoria, un tiempo en que no solo ha podido ser parte esencial de diferentes producciones, sino uno de los protagonistas del entretenimiento mexicano.

Te invito a mi camerino es el libro que el intérprete de “Don Tomás” lanza a sus 95 años, una edad en la que se siente listo para contarlo todo, desde sus aventuras y aprendizajes de la juventud hasta su camaradería con otras estrellas del mundo del espectáculo como fueron Mario Moreno “Cantinflas” y Germán Valdés “Tin Tán”.

Su carrera, su vida, su época, su carácter y su forma de divertirse fue lo que le llevó a escribir su libro, una obra en la que incluso el nacido en Pachuca hace ciertos recuerdos de su infancia, de sus días en Apan e incluso cómo era su vida durante sus primeros años.

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Sergio Corona recordó en entrevista para La-Lista que durante su infancia era un niño participativo, algo que le abrió las puertas a diferentes actividades, pero en especial a ser observador de lo que pasaba en su entorno.

Muestra de ello es que cuando tenía entre 8 y 9 años era muy religioso y cada fin de semana asistía a confesarse y a misa para comulgar, pero al notar que su padre no lo hacía, como los demás integrantes de su familia, lo increpó.

“Un día le dije: ‘Papá, Dios te va a castigar porque no entra a misa’ y él me respondió ‘En la casa te explico’. En la casa me dice: ‘A ver hijo, lo que me dijiste de que que Dios me iba a castigar, a ver. ¿Yo te quiero? Sí. ¿Yo trabajo? Sí. ¿Quiero a sus hermanas y hermanos? Sí. ¿Me has visto pelearme con tu mamá? No. ¿Cuando llego a la casa, me voy a acostar o sigo trabajando? Sigues trabajando. ¿Me has visto borracho? No, nunca. Cuando hagas todo esto, puedes dejar de ir a misa'”, relató.

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Si bien no puso en práctica esa reflexión desde un inicio, Sergio Corona comentó que eso fue muy importante para el transcurso de su vida, dado que le enseñó a ser responsable y tener una “conducta recta, bien, formal y respetable”, pues lo que querían era enseñarle por qué debía portarse bien.

“Son las cosas que he ido aplicando y aprendiendo en mi vida”, detalló el intérprete de Don Tomás respecto a su formación y valores.

La profesión de su padre lo hizo vivir en diferentes ciudades de la República. De Pachuca se fue su familia a Cuernavaca y de ahí a Zacatecas, volvieron a la “Ciudad de la Eterna Primavera” y luego a la capital de Hidalgo, pero a pesar de todo el trabajo que tenía, le aprendió de su seriedad y cómo se daba el tiempo para jugar con ellos.

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Te invito a mi camerino, de Sergio Corona, ya está disponible en librerías. Foto: Penguin Random House

Esa interacción del padre de Sergio Corona con sus hijos fue lo que también le abrió las puertas hacia el entretenimiento, pues mandó hacer un escenario al aire libre y ahí tocaban música y hacían cosas teatrales para la familia, lo que le acercó a las artes.

Fue en 1917 que se inscribió en la Asociación Nacional de Actores y a la par estaba inscrito en clases de baile. A los dos meses pidieron un bailarín para hacer una puesta en escena, por lo que al ser de los únicos que tenía nociones de la danza es que lo convocaron.

“Les llevaron a tres alumnos para que escogieran a uno de los que fuimos. Uno tenía 25 años, el otro 22 y yo 17 y me escogieron a mí y ahí fue mi debut como bailarín”, contó el actor, quien una vez que terminó su temporada en el Teatro Río decidió continuar en las artes escénicas.

“En la cervecería (trabajo que entonces tenía) ganaba 4 pesos diarios y acá (en el teatro) me ofrecieron 16. Bueno, dije, voy a trabajar por 16 diarios en el teatro, pero como había poco público decidieron pagarme 4 pesos. Estaba corriendo ese riesgo y sin enojarme ni saber qué cosa, seguí trabajando y a los dos meses me salió otro compromiso para el Teatro Follies Bergere“, recordó Sergio Corona.

El actor consideró que toda su carrera y vida “ha sido una serie de accidente fortuitos”, dado que su forma como inició dentro del mundo del entretenimiento fue de una forma accidental, ya que incluso durante su juventud, gracias a su formación como bailarín, trabajó como chambelán de quinceañeras en unas 10 ocasiones, pero en una de esas ocasiones fue que pudo conocer a Alfonso Arau, quien fue su compañero en los escenarios.

“He tenido esa suerte de que me han llamado a participar. Antes del teatro estudiaba con los hermanos Silva. Ellos ingresaron al ballet de danza de Bellas Artes y los iba a visitar y me inscribieron ahí. Ana Mérida, que era la directora, cuando tomé clases me dijo: ‘Ahí inscríbete’, y también estuve con el Ballet de Bellas Artes y trabajé en óperas de Bellas Artes que tenían ballet”, recordó.

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Sergio Corona ha trabajado en decenas de producciones junto a estrellas del cine mexicano. Foto: Francisco Castillo/ La-Lista

Según IMDB, su debut en la pantalla grande fue en 1950 con Curvas peligrosas, de Tito Davison. Cuestionado respecto a esa participación Sergio Corona se pone a pensar, recordando entre sus decenas de créditos que ha tenido en diferentes producciones; sin embargo lo que le viene a la mente es que debió haber un bailable, donde incorporaron a Manuel “El Loco” Valdés.

“Gran amistad con Manuel, nunca apostamos ni golpes ni dinero. Nos reímos mucho y festejamos muy bien”, recordó el actor sobre su amigo y colega, quien a pesar de ser parte del rival de sus queridas Chivas del Guadalajara, siempre estuvo cercano y mantuvieron una amistad entrañable.

De tantos retos que se pusieron por los clásicos del futbol mexicano ya no se le ocurre ninguna nueva apuesta, pues llegaron al máximo de sus atrevimientos y locuras.

En una ocasión había que hacer striptease. Cuando perdiera el equipo de nosotros había que hacer un striptease en Paseo de la Reforma y esa vez fue el América el que perdió. Entonces Manuel hizo uno frente al seguro social. Yo pensé de iba a quedar en shorts pero el descarado quedó en tanga“, contó en una de las risas más profundas de la entrevista con La-Lista.

Pero no solo fue con el “Loco” con quien tuvo una entrañable relación, también fue con Tin Tan en los tiempos en que trabajaba con Marcelo, y por supuesto con Mario Monero “Cantinflas”, con quien viajó hasta Argentina, Corpus Christi y festivales de otros países para llevar sus espectáculos.

“Tuve una muy buena relación con él porque tenía en Insurgentes un restaurante llamado Rioma, qué es un anagrama de Mario. Ahí tenía su oficina y comía en el restaurante. Yo iba a comer a ese restaurante y me fui acercando poco a poco con don Mario y me invitó a muchos lugares”, relató el actor, quien contó que su amistad se hizo más estrecha una vez que incluso rechazó una invitación laboral para poderlo acompañar a verlo torear.

Sergio Corona llega a los 96 años de edad este 2024, una edad en la que confesó que sus enseñanzas de vida son lo que le ha permitido seguir al frente de las cámaras. “Tengo 95 años de edad y para llegar a esta edad y trabajar no he sido cuidadoso sino responsable. Trato de no abusar. En las fiestas me salgo cuando debo salirme. He tenido la fortuna de viajar mucho y decenas de países. Me la he pasado bien”, confesó.

Del mismo modo es que llega a los 14 años de Como dice el dicho con una nueva temporada, una producción que dijo ha sido un agasajo para él.

Si bien a lo largo de tantas temporadas ha habido una gran cantidad de dichos, así como de sus nuevas variantes marcadas por el humor mexicano, hay un par que resuenan en su vida: “Más vale un buen amigo que 10 familiares” y “No le des el sí si no acepta el no”.

“Me gustaría ser recordado con la memoria”, dijo Sergio Corona sobre la manera en que le gustaría ser recordado, pero en especial que le gustaría volver a la mente y los corazones del público a través de la lectura de Te invito a mi camerino.

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