Las tareas del hogar, dice la Dra. María Montessori, ayudan al desarrollo de las capacidades motoras y sensoriales de los niños, pero también favorecen su autonomía, forman su personalidad y les brinda autoestima.
Muchos papás cometemos el error de creer que la única responsabilidad de los hijos es la escuela, pero está demostrado que cuando los niños participan en labores de casa, desde edades tempranas, se acostumbran a que tienen compromisos que cumplir. Estas son algunas tareas que pueden realizar los niños de acuerdo a su edad.
Julie Lythcott – Haims, de la Universidad de Stanford, autora del libro “Cómo criar a un adulto”, asegura que al ponerle tareas a los niños de acuerdo a su edad aumentamos sus posibilidades de que tengan éxito en la vida, además de que promovemos su participación en la familia y les damos sentido de pertenencia y cooperación social.
“El estudio más extenso en seres humanos jamás realizado muestra que aquellos que tuvieron éxito profesionalmente en la vida hacían tareas domésticas cuando eran niños (o tenían un trabajo a tiempo parcial en la escuela secundaria).
“¿Por qué? Hacer las tareas del hogar le enseña a un niño la ética del trabajo. Aprenden a arremangarse, colaborar, hacer las cosas que se deben hacer, incluso las cosas desagradables, para contribuir a un todo mayor. Eso es lo que los hace avanzar en el lugar de trabajo”, explica Lythcott quien es también es educadora y oradora estadounidense.
“Si se encargan de algunas tareas como sacar la basura u ordenar la ropa, los niños se dan cuenta de que el trabajo es parte de la vida. Si por el contrario tenemos hijos que no lavan un plato significa que alguien más hace el trabajo, así que no aprenden que cada uno de nosotros debe contribuir para mejorar el funcionamiento de las cosas”, agrega la autora.
Fernando Pineda, psicólogo y coach, especialista en educación y crianza infantil, explica que el proceso por el que se adquiere responsabilidad en los niños es paulatino, “la persona responsable no nace, se hace. Para que nuestros hijos aprendan ese valor, debemos inculcárselos desde que son muy pequeños”, explica el experto.
No se trata de llenar a los niños con tareas excesivas, ni impedirles su principal chamba en esta etapa (jugar), simplemente hay que ponerles tareas pequeñitas para inculcarles el valor. Con organización hay tiempo para todo:
“El juego es parte fundamental el desarrollo de cualquier niño, pero si solo le damos tiempo para que jueguen, qué crees que va a pasar cuando sean mayores y tengan que pasar seis horas aprendiendo o trabajando.
“La falta de preparación para el esfuerzo es lo que provoca que muchos niños tengan dificultades para hacer sus tareas y para prestar atención en clase. Desde muy pequeños hay que enseñar a los niños que hay tiempo para jugar y tiempo para estudiar o trabajar; y cuanto más rápido y mejor hagamos nuestro trabajo, más pronto podremos disfrutar del juego o un descanso”, indica Pineda.
La Dra. María Montessori, médica y educadora italiana, fundadora del método y filosofía pedagógica que lleva su nombre, elaboró una lista de tareas para niños de acuerdo a su edad.
Las tareas del hogar, decía la científica y pedagoga, ayudan al niño a potenciar el desarrollo de sus capacidades motoras, psicomotoras y sensoriales. Pero eso no es todo, también favorecen la autonomía del niño, su personalidad y su autoestima, pues les haces saber que su ayuda es primordial para llegar al objetivo y eso los hace sentir importantes.
De acuerdo con la Doctora Montessori, los niños pequeños aman el orden y la disciplina, lo que los conduce a una obediencia activa, no sumisa. Debido a que la diferencia en el desarrollo físico e intelectual es abismal entre un niño de dos y uno de siete, no se enseñarán las mismas tareas, y el aprendizaje debe ser paso a paso, en escalera.
“Lo ideal es que los niños vayan adquiriendo responsabilidades en escalones, de acuerdo a la etapa del desarrollo en la que se encuentren. Es evidente que entre más temprano empecemos, el camino será más fácil, pero si vamos en la segunda o tercera etapa del niño y a penas empezaremos a sembrar la semillita de la responsabilidad, no te preocupes, más vale tarde que nunca”, añade el psicólogo Fernando Pineda.
Esta lista de tareas es propuesta por la Dra. María Montessori
De 2 a 3 años de edad
“Muchas personas piensan que es imposible inculcar responsabilidades en la primera infancia, pero a partir del año se pueden establecer bases simples, pero efectivas para que después le resulte más natural al niño ayudar”, dice Pineda.
Siempre guíalo. Es probable que en esta etapa te dificulte un poco a ti las tareas, pero está bien, recuerda que el objetivo no es que realmente te ayude, sino que se vaya acostumbrando a que debe cooperar. Recuerda que las palabras deben estar unidas a la acción. Si le dices, levanta tus juguetes, toma sus manitas o pásale el juguete para que lo lleve donde corresponde.
De 4 y 6 años de edad
“En la segunda etapa ya podemos ir dando más responsabilidad al niño. Recomiendo ir poco a poco. No hay que darles cinco quehaceres de un día para otro, hay que empezar de uno por uno y al igual que en la etapa anterior, hay que enseñarle cómo hacerlo, después lo ayudamos a que lo haga y por último le permitimos que las realice solo”, añade el psicólogo.
Estas son las tareas propuestas por la Dra. Montessori:
“En esta etapa es importante que como mamá o papá le organices sus deberes pues a los niños les encantan las rutinas y una vez adquirida, se apegarán a su rutina. Claro que cuando la rutina es no hacer nada y ser desordenados, también se aferran a ella. Hacer uso de alarmas u horarios para las tareas ayuda bastante”, agrega el experto.
De 7 a 9 años
“En esta etapa los niños deben hacer también actividades que beneficien a los demás miembros del hogar, no solo las que corresponden a sus cosas o su cuidado personal. Esto le ayudará a salir del egocentrismo natural que tienen los niños en las etapas anteriores”, dice el coach parental.
Más de 10 años
“En las últimas etapas recomiendo también inculcarles la responsabilidad de manejar y obtener su propio dinero. De lo contrario les estamos enseñando que los padres son una especie de cajero automático y ellos solo deben estirar la mano para obtener dinero.
“La responsabilidad sobre el dinero también se adquiere paulatinamente. Puedes darle una mesada a tu hijo, dejándole claro que no es ni un premio ni un regalo, sino la consecuencia positiva por ayudar en casa. Darle una cantidad modesta y determinada es adecuado, siempre y cuando no le des más si se la acaba y lo enseñes a ahorrar”, concluye Pineda.
Este artículo se publicó originalmente en Baby Creysi. Consúltalo aquí.
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