Hombres inocentes: Entrevista con Julia Borbolla (parte 3, final)
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Hombres inocentes: Entrevista con Julia Borbolla (parte 3, final)
Foto: Gage Walker/Unsplash.com

La Dra. Julia Borbolla (para quien no la conozca), es una psicóloga muy reconocida, que se ha dedicado a trabajar con niños y adolescentes desde 1980. Nació en la CDMX y además de haber escrito varios libros y ser un referente en todos los temas relevantes de psicología infantil, es creadora de “Antenas” una Asociación Civil que trabaja por la salud mental de menores con escasos recursos (desde 2005), y que actualmente interviene en políticas públicas, para proteger a la infancia de todo tipo de abusos. La Dra. Julia Borbolla ha sido también reconocida por su labor social por Ashoka.

Yo logré conseguir esta entrevista, a través de una amiga entrañable que siempre me cree cuando le digo que algo “es realmente importante”.

Julia (así me dejó llamarla) me recibió en su consultorio y más que una entrevista, me otorgó una maravillosa plática, cargada de mucho aprendizaje.

Apenas entrando y con el fin de no quitarle más tiempo de lo necesario, le conté porque quería verla tan urgentemente, le conté de mi entrevista con el Lic. Katz y le confesé –que yo como el abogado– estaba muy versada en este caso, e involucrada emocionalmente, al tratarse de un chico inocente, con pruebas que lo avalan contundentemente.

LEE AQUÍ LAS ENTREGAS ANTERIORES DE ESTA SERIE:
HOMBRES INOCENTES PARTE 1
HOMBRES INOCENTES PARTE 2

También le expliqué que mi hija es amiga del acusado, pero que yo no lo conozco tan bien. Simple y llanamente he escuchado y leído toda la evidencia, y me duele él, como me dolería cualquiera en su lugar; tanto así como me duele que mi hija, intentando “ser mujer” en este momento de la historia, se vea atacada por las de su género, al defender a capa y espada – a alguien que sabe es la víctima real – pero resulta que es varón.

Julia Borbolla: Sofía déjame comenzar por decirte que es muy difícil ser mujer hoy en día, es una carga brutal, es quitarte un chip de milenios, de todo que te dijeron tu abuela y tu mamá en la vida. Es llegarle a otro nuevo chip que no te satisface, porque en el inconsciente de las mujeres, hay una necesidad de protección, aún quieren una pareja que las proteja y las cuide, aunque digan lo contrario.

Sofía Aguilar: Pero eso es una gran inconsistencia Julia, por que andamos de aguerridas en esta lucha de hombres vs mujeres, en el: “¿yo cómo voy a aceptar eso?” Eso habla fatal de mi, una mujer moderna e independiente.

JB: Todas quieren lo mismo, en todas las clases sociales. Yo desde hace muchos años comencé a escribir y me pude dar cuenta de que “todos los seres humanos somos iguales”, dame el hombre danés y dame el hombre mexicano, son idénticos, salvo algunas particularidades, hay características y patrones que siguen vivos de por vida. Yo hice mi tesis sobre la envidia de la maternidad en el hombre, porque Freud dice que “las mujeres envidiamos el pene”, pero en realidad ser mamá es lo mas grande que hay, la capacidad de crear una vida, dime tú, ¿cómo superas eso?, la mujer produce una vida y el hombre sólo la acompaña; de ahí vienen los roles. El chip de madres lo traemos encarnado y las nuevas generaciones, las más modernas – también – y todavía sus mamas y abuelas les dicen,” tienes que encontrar un hombre bueno, que te proteja, que tenga dinero, que sea educado…” Ahí Sofía, en ese sillón donde estás sentada, hay niñas que me dicen “quiero trabajar y ganar dinero, pero quiero que me mantengan”.

SA: Entonces ¿qué es lo qué pasa hoy en día?…

JB: Esto obviamente se acentuó con la pandemia – primero surge el romance por chat, un romance donde no hay contacto, ni miradas, ni primera base, ni segunda, y las niñas, en esta necesidad de conseguir pareja, porque tienen la presión de “¿no tienes novio?, ¿a nadie?”, lo que hacen es que se ofrecen, y lo hacen con sus fotos sexys, con sus bikinis y con poses que copian de las modelos. No lo ven mal, y no es que esté mal, ellas sólo quieren acercarse, pero el problema es que el chavo, no entiende esta psicología, él sólo ve que ella se esta ofreciendo y dice “VOY”. Sus interpretaciones son totalmente distintas. Ella seduce, no lo dimensiona no tiene cerebro voyerista. Él sólo ve senos y ya con eso tuvo, ella ve los zapatos, los lentes, donde vive, con quien se lleva… y después, quizás le vea las pompas. Lo puedes ver en los chats de los hombres con sus cuates (de cualquier edad), compartiendo cuerpos de mujeres y/o videos sexuales… los varones son voyeristas Sofía, y en el caso de los chavitos, no entienden lo que la niña piensa. Los niños van y toman sólo lo que ellos creen que ella ofreció, “se dan o tienen sexo” y fin de la historia, pero ella se queda esperando el segundo acto de la obra de teatro.

SA: Yo tengo una hija de 15 Julia, y cuando subía las primeras fotos en bikini se me enchinaba la piel, y ella me decía “Ay mama, todo mundo lo hace”

JB: Es la normalidad de ellas. El “ofrecerse”, y también se ofrecen al organizar esta “cena nice de Navidad”. Los grupitos de amigas se rifan a los chavos, a varios de ellos ni los conocen, y ya estando ahí, claro que se tienen “que dar”, porque además el niño va para eso y sólo para eso. Y después estas niñas no obtienen lo que esperaban, el chavo quizás diga “está bonita”, pero para ellos se termino ahí la historia, mejor ni le hablo, no vaya a ponerse intensa y querer ser mi novia, y esto ellas lo viven como un rechazo brutal, del “me uso” al “me abuso” hay una línea muy delgada, porque además esta de moda (sí de moda), el #metoo. Tengo casos brutales de pacientes que vivieron abusos (desde hace ya muchos años), los trabajamos, los archivamos y cuando arrancó el #metoo los quisieron desenterrar.

Una joven me llamó un día y me dijo:
-“Creo que voy a postear de nuevo mi historia”.

Y yo le respondí:

-“¿Cómo para qué, después de todos estos años?”

-“Para que sepan que yo también fui una mujer abusada sexualmente…”

SA: Se vuelven las rockstars del #metoo…

JB: Quieren el protagonismo, porque ahora sí lo tendrán, claro, si Wishi Washu y Wisha Washa ya acusaron a Harvey Weinstein, yo también le entro al grupo. Yo les digo a las mamás de los varones pequeños, un poco en broma : “A tu hijo lo sacas a la adolescencia con un condón y un contrato de ‘fírmale aquí’ antes de cualquier cosa”.

SA: Y es que la sexualidad arranca ya a edades muy tempranas y con Covid, parece que traen la llamarada encendida.

JB: Las niñas y los niños tienen que tener una educación sexual completa, hay muchos puntos que no están claros. ¿Cómo podemos educar a los hombres para que sepan que aunque te estén ofreciendo canapés, no es para que te los comas?, ¿cómo le explicamos eso a un muchacho de 18 años con la hormona a todo lo que da? Porque en la adolescencia, el lóbulo frontal del cerebro (el que rige los impulsos), sigue inmaduro, está en remodelación, está transformándose. Es la edad de los cuestionamientos, cuando las cosas aun no están claras, el cerebro todavía no tiene freno, por eso los niños jóvenes hacen tanta estupidez…

SA: Pero, aunque las niñas sean más maduras, ¿en qué momento se creen la mentira, acerca de “una historia” en la cual tú también estabas presente?

JB: Cuando tu prestigio ya esta en boca de varios, a lo cual no quiero quitarle peso, hay chavas que cuando me cuentan el episodio aquí en el consultorio, no pueden ni acordarse bien, pues quizás bebieron, les queda todo borroso, y sin duda, merecen respeto borrachas o no; pero la cruda moral es dura, te preguntas por qué lo hiciste, cómo lo hiciste, dimensionas que no estuvo tan bonito y que no fue un romance de película. Por eso considero que este fenómeno tiene que hablarse, para el beneficio de ambos, niños y niñas. No tenemos que renunciar a lo que nos gusta, esta bien escotarte y verte hermosa, pero entendiendo que el niño de tu edad, no esta listo para relacionarse seriamente contigo.

SA: ¿Y los papás de esta niña, de X, los que ya están “grandes”?

JB: La mamá de X está en la edad donde ella ya es señora, su hija está con la hormona que va para arriba, y la suya va para abajo. Esta mamá se vive ofendida y abusada por la historia que le “medio contaron”. Las niñas aquí en el consultorio dicen “no me acuerdo de nada” pero con los papás le echan más guindas al pavo, les hablan del abuso verbal y físico, le ponen los ingredientes que saben que les van a evitar el regaño; “yo no papá, la niña que tu educaste aquí esta, este cuate me abusó (…) “Y así no sólo me quito de la culpa, sino que además me puedo victimizar”. El papá y la mamá responden con un, “la voy a sacar de la escuela, la voy a llevar de shopping…” Estamos en la era de que los hijos nos quieran, no de que nos obedezcan, yo voy a ser una mama cálida, buena onda, que me adoren y me vean cool… dime tú…

SA: Yo me leí todo el expediente Julia, y la mamá leyó en un iPad la historia escrita por X – quien no se lo puede decir de frente – y lo primero que sale de la boca de su madre es: “Niégalo todo” y 20 minutos después dice que regresa y le asegura, “Fuiste víctima de abuso sexual”. Esto lo leo y lo releo y me vuela la cabeza, primero que nada ¿cómo que niégalo todo?, es decirle que diga mentiras básicamente y luego lo pones en un contexto que nunca existió: “A ti te violaron”, ya le pusiste tú las palabras y la etiqueta, mientras que si hubiera llegado al siguiente día – este niño Y – con una invitación al sushi, estarías brincando de emoción por ella…

JB: Sofía, si el niño al día siguiente le hubiera mandado un ramo de flores y le hubiera dicho “me encanto anoche”, nada hubiera pasado, todo hubiera salido mucho más barato, que todos estos abogados.

SA: Es fuerte eso Julia. Sobre todo entendiendo que la madre leyó los testimonios de X, donde dice que “todo estaba borroso”, pero sabiendo que hay pruebas en forma de chats, voice notes, hay snap chats donde al siguiente día X le pregunta a Y, si quiere un second round, y hay también el screen shot donde Y le pregunta a X si ya se tomó la pastilla del siguiente día. Hay pruebas contundentes de sobra, que demuestran que lo sucedido fue consensuado; ¿cómo se convencieron de que una mentira es la nueva verdad?

JB: Pierde más X si dice la verdad que si continua con la mentira, pierde la popularidad y el respeto de sus padres. Y no está dimensionando la consecuencia del otro, está pensando solamente en salvarse ella y alguien debería decirle lo que puede pasar, su madre por ejemplo (todas estas niñas deberían saberlo):  un violador que entra a la cárcel, es violado por principio. Así que por tu mentira, a este niño le vas a deshacer la vida. Tendrá un antecedente penal, y se va a quedar marcado para siempre, afectarás su desarrollo profesional, familiar, su autoestima, lo harás pedazos, y lo peor de todo, es que te caerá el veinte, cuando seas más grande, a la edad de tu madre, y no habrá vuelta atrás, el daño ya estará hecho. Aquí la forma más elegante de salir es otorgarse un perdón.

SA: Se le dio salida Julia, una muy decente y a nivel confidencial, los abogados de ambas partes acordaron dicha salida con apretón de manos, un perdón y una terapia sexual para Y (de la elección de los padres de X). Y de repente apareció una antropóloga social, amiga del papá de X, y de nuevo se echaron para atrás. Pidieron que todo siguiera adelante (los acuerdos establecidos), pero sumándole que Y declarará públicamente (a prensa y medios), que violó y abuso de X. Imagínate estos papás, pedirle aceptar una culpa públicamente a Y –que repito, es inocente–. Y este papá, pasado de lanza, exigiendo algo tan vil, cuando encima él resulta querer ser un rockstar también, fue a tatuarse el metoo symbol con su hija X, y lo compartió en las redes.

JB: Claro, le dieron una oportunidad de oro, “gracias hija de que me diste esta historia, para demostrarte cuanto te quiero”. Ahora ya ni de loco voy a renunciar a esto, si ya tenemos la solidaridad familiar que claramente no existía (cuando pasaron 3 meses y no se toco este tema), nadie antes aconsejo a esta niña, pero ahora se sienten invencibles, papi, mami, amigas, las feministas, la familia sólida, todos juntos, ¿como crees que vamos a decir ahora que no es cierto?, pero ¿cómo se te ocurre?; porque además lo contaron, a todos, por todos lados. ¿Por qué un papá cuenta que su hija fue violada?…

SA: Esto es nuevo también Julia…

JB: Claro, porque como te dije, ya está de moda contarlo, porque todas las estrellas de Hollywood lo contaron, si no te violaron que te pasa, ¿qué no eres deseable?…

SA: ¿Qué vamos a hacer con el MP y con la justicia en este país y en estos casos?

JB: Mira, yo tengo contacto con las fiscalías porque tengo una herramienta con ellos; el Proyecto Antenas que es una asociación civil. Yo comencé con esto en hospitales, pero cuando vi el nivel al que podíamos llegar (ayudar a niños menores), me acerqué a la justicia mexicana. Pero el sistema judicial tiene muchos obstáculos, hay mucha corrupción, y hay fiscales que duran 3 meses en el caso y los mueven, interrumpiendo todos los procesos…

SA: En este caso ya sucedió, han cambiado varias veces a la fiscal y hay una falta de atención a los detalles…

JB: Seguramente la fiscal tiene miedo, le da pánico que la tachen de que protege a los hombres, justo en este momento, tiene miedo de la prensa, de las repercusiones, o quizás está hasta amenazada. Yo he querido llegar ante la procuradora para hablar de este tema, de que hay varones inocentes y que hay algunas mujeres abusando de este momento de la historia, decirles que no todo es lo que parece. Este caso Sofía, el que me cuentas, no es el único, se ve muchísimo, pero escala también mucho, hay terceros que se involucran, las familias se unen, las niñas se vuelven celebridades, se añaden valores al evento, la primera versión es siempre “no me acuerdo” y la ultima es ya una cosa muy adornada.

SA: Ojalá tu voz llegara Julia, que se hable de este tema, que entendamos que hay hombres y mujeres víctimas, también que las mamás preparen a los niños con el condón y el contrato como tú dices. Hay que cuidar de los dos, que no se nos olviden ellos, los chamacos, hay hombres inocentes, no se vale creerle a la mujer solo por su género, ¿dónde quedarían los derechos humanos?… ¿Dónde?

(La entrevista con Julia duro mucho tiempo y tengo horas de audio con ella, fue difícil recortarla, pero era necesario; ojalá que su voz coherente, aterrizada y terrenal, sea escuchada por la gente que importa, por la gente que está a punto de decidir el futuro de un niño de 18 años. Gracias Julia… gracias por tu sabiduría donde no hay espacio para etiquetas absurdas, ni para guerras de géneros.)

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