México, obsoleto ante el mundo
Energía sin política

Es ingeniero químico con 28 años de experiencia en la elaboración, evaluación y asesoría de proyectos en la industria de hidrocarburos, geotermia, electricidad, energía y economía. Twitter: @economiaoil

México, obsoleto ante el mundo
Foto: @CFENacional.

Entendamos, el poder en un papel con una X dura 10 segundos. El papel con valor monetario en la bolsa de una empresa, negocio, empleado o familia representan el crecimiento en conjunto de un país.

No dejamos al país madurar en 2008, ahora queremos que esto continúe. La política es un costo directo que no tienen retorno de inversión, porque son palabras en papel. Y la energía son papeles con valor monetario que ejercitan el músculo de un país para su crecimiento.

La reforma energética surgió para el mercado y para el usuario final, no para que la administración en turno decidiera qué quitar, controlar o adaptar como beneficio para las empresas del Estado. Este 2021 ha quedado como moraleja que los recursos financieros públicos son finitos, y para que estos sean infinitos se requiere de otros jugadores que aporten para un fin común, circular el dinero para poder hacer la vida de cada individuo más adaptable ante los cambios continuos que tenemos.

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En México, los esfuerzos en energía deberían estar sustentados en establecer un sistema energético infinito, que defina los poderes y funciones de sus secretarias, órganos y reguladores, bajo límites sustantivos para su operación de la industria, y que regule las relaciones entre las empresas productivas del Estado y privados. Bajo el argumento de una libre competencia equitativa, que conlleve a que el mercado interno tenga acceso a energías primarias, tecnologías, portadores de energía y a aprovechar todo lo que tomamos de la naturaleza estableciendo el principio de un balance con el entorno: una economía circular en crecimiento.

Pemex y CFE son empresas del Estado, pero no del Estado que cada administración tiene en cada periodo. Estas empresas han sido, son y continuarán siendo la base fundamental de la infraestructura energética, pero a partir del 2021 han llegado a su cenit. Ahora es necesario mantenerlas donde están ante la falta de un presupuesto para su futuro incremental. Si se continúa pensando en papel de esta forma, en un corto tiempo no tendrán razón de ser.

En la nueva ley de energía en Estados Unidos, y en algunos de los comentarios sobre la misma, se indica que desde hace más de 13 años no habían realizado alguna modificación en el sector energético. Quiero entender que México pudo haber estado a la par de Estados Unidos, para tener avances tecnológicos y financieros, y sobre todo para poder consolidarnos como unos socios comerciales más fuertes, pero al parecer no hubo un acuerdo entre nosotros mismos para hacer esto y continuamos así hasta nuestros días.

La reforma energética en Estados Unidos ha quedado obsoleta a partir del 29 de diciembre de 2020 haciendo referencia a la división Z aprobada, y confirmado su desfase el 22 de abril de 2021. Todo esto bajo la nueva diplomacia ambiental en el mundo, y a la cual las políticas públicas no fueron y han sido orientadas.

En la reforma energética mexicana meten manos, descalifican, alteran y la manosean, no han entendido que no es el plan. Es la herramienta para poder realizar el plan, pero no a partir de un poder de papel, sino con la visión de incrementar el posicionamiento de interrelación con el mundo. Esta surgió tarde en 2014, debió ser concebida no como estrategia política individual, sino como parte de la estrategia para alcanzar la autosuficiencia energética. Hemos perdido la oportunidad de realizarla en conjunto con Estados Unidos, nuestro socio con mayor flujo de intercambios comerciales.

Hoy nuestra reforma energética es garante de un tratado comercial con el principal productor de crudo, consumidor de electricidad e importador de tecnología, que ha cambiado las reglas del juego para esta década. Y todos nosotros estamos en disputa por el poder del papel sin valor, dejamos a un lado al que es necesario e indispensable para el futuro.

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En una comparecencia de la embajadora Katherine Tai, representante comercial de Estados Unidos, sobre el comercio estadounidense en el mundo dijo que aprovecharán la oportunidad para poner al país en un camino fuerte y claro hacia un futuro competitivo. Apostarán por la creación de nuevas tecnologías de energía limpia y nuevos empleos, evitando una crisis económica y “protegiendo nuestro planeta”. Sobre la nueva forma de hacer negocios con México, estableció que sería bajo el principio de que el TMEC no es para ponerlo en el estante y mirarlo, es para asegurarse de que funciona. El fin es comprobar si el acuerdo renovado funcionó para el futuro.

Seguir jugando a determinar quién tiene el poder no da resultados en un fortalecimiento interno, y esto es aprovechando por el mercado mundial, el cual al verte débil no tiene piedad. Estados Unidos tuvo el tiempo para madurar estos últimos cuatro años, cortando de tajo la involución y poniéndose de acuerdo en cómo recobrar la fortaleza primordial del país.

El mundo en cada país, revolucionará sus políticas públicas, adicionando a toda la industria energética: “No tendrás problemas (para) hacer un proyecto, pero deberás invertir en forma adicional en cada uno de ellos para reducir y/o tener emisiones nulas de gases de efecto invernadero”, señaló Tai, quien agregó que cada nación deberá hacer una nueva reforma energética pro-ambientalista, basada en un mercado maduro, educado y respetuoso de acuerdos del futuro para el presente. Y acorde a la infraestructura en todos los ámbitos de la cadena de valor de la energía.

¿México quedó obsoleto?

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