Insomnio energético
Enernauta

Especialista en política energética y asuntos internacionales. Fue Secretario General del International Energy Forum, con sede en Arabia Saudita, y Subsecretario de Hidrocarburos de México.
Actualmente es Senior Advisor en FTI Consulting.

Insomnio energético
Foto: Envato

¿Qué asuntos mantienen despiertos durante la noche a los líderes y expertos en energía?

Cada año, el Consejo Mundial de Energía (World Energy Council, WEC) realiza una encuesta entre los miembros de sus comités nacionales de 90 países de todos los continentes para responder esta y otras preguntas. El propósito es aportar una guía sobre las corrientes que subyacen en los procesos de transición energética.

Los directivos de empresa, funcionarios públicos, representantes de la sociedad civil, académicos y expertos que forman parte de estos comités llenan un cuestionario que, en su versión más reciente de finales 2020 y publicada a comienzos de 2021, incluye 25 preguntas, divididas en cinco grandes categorías:

  • Tendencias globales y geopolítica
  • Dinámicas sociales
  • Nuevas tecnologías
  • Política energética y ambiente de negocios
  • Medio ambiente.

Lee también: La epifanía de la autosuficiencia energética

Las 25 preguntas específicas se refieren a temas como la geopolítica, los precios de las materias primas, los patrones demográficos, el futuro del trabajo, la digitalización, la ciberseguridad, el diseño de mercados, las renovables, el hidrógeno, el transporte.

Quienes las responden deben señalar cuán alto creen que es el grado de impacto de cada tema (del 1 al 5, 1 = muy bajo; 5 = muy alto) y cuán incierta estiman que sea la capacidad de su país para atenderlo (1 = muy baja; 5 muy alta).

Las respuestas se agregan por país, luego por región y finalmente para el mundo, ponderándolas por el uso y producción de energía y el nivel de ingreso.

Lee también: La mitad medio llena de 2021

El WEC destaca a los temas de alto impacto y alta incertidumbre como aquellos que mantienen a los líderes despiertos durante la noche.

Al término de 2020, los cinco temas más destacados –las principales causas de insomnio entre los miembros de los comités nacionales del WEC– a nivel mundial fueron:

  • Las tendencias económicas
  • El riesgo de la ciberseguridad
  • La oferta de energía
  • El abatimiento del carbono
  • El ambiente para la inversión

Leídos a mediados de 2021, llama la atención cuánto dieron en el blanco.

Lee también: La excelencia energética en el mundo

Dejando de lado “las tendencias económicas”, obviamente determinantes en tiempos de pandemia, basta con mencionar que tan solo en lo que va del año este tipo de asuntos provocó dos fallas graves en el sistema de suministro energético en Estados Unidos, el principal consumidor y productor de energía del mundo: el apagón en Texas y la interrupción en el flujo de combustibles a través del ducto Colonial que va desde Texas hasta la Costa Este estadounidense. Millones de personas se encontraron sin acceso a la electricidad, gas natural y combustibles debido a estos incidentes.

Lee también: ¿Qué dicen los expertos tras el frío y los apagones?¿Hay o no soberanía energética?

Empleando los términos de la encuesta, la “oferta de energía” texana cayó debido a un “ambiente para la inversión” (más bien, a un “diseño de mercado”, incluido en la encuesta junto al ambiente para la inversión con los demás temas de negocios) que no propició mercados de respaldo eléctrico ni ordenó a las empresas a preparar sus instalaciones para aguantar una helada.

Los combustibles no llegaron a su destino debido a una gestión inefectiva del “riesgo de la ciberseguridad”. A pesar de las barreras que la empresa erigió para defenderse de los ataques en el ciberespacio, los hackers lograron penetrarlas y secuestrar la operación del ducto.

Detrás de los acontecimientos en Texas está también el desafío del “abatimiento del carbono” de manera que asegure “la oferta de energía”. Las energías renovables no fueron responsables del apagón, pero tampoco pudieron compensar por la caída de la generación eléctrica a base de gas natural.

Lee también: EU sufrió un enorme ciberataque. Es difícil exagerar qué tan malo fue

Y aunque el ánimo social se inclina cada vez más a favor de las energías limpias, no ha avanzado mucho su disposición de pagar por ellas, sea con subsidios, precios de carbono, cambios de hábitos cotidianos, reemplazo de automóviles y equipos de baja eficiencia energética.

A la luz de estas experiencias, los políticos y los líderes de las empresas de energía que operan en Texas y participaron en esta encuesta –si lo hicieron– tenían razón para pasar las noches en vela. Si alguno perdió el sueño a partir de una hipótesis, hoy cuenta con casos concretos a los cuales mirar para reformar su estrategia energética.

Utilizo a Texas como ejemplo, pero la encuesta deja claro que este tipo de desafíos figura en la mente de quienes toman decisiones en todos los continentes.

El alto grado de incertidumbre que los encuestados asignan a la capacidad de su país para administrar los temas de alto impacto es un indicador de las dificultades de la transición energética. Sustituir fuentes de energía, electrificar cada vez más el consumo y la producción, descansar en redes inteligentes implica oportunidades pero sin duda riesgos sobre los que todavía estamos aprendiendo. 

El riesgo mayor para un gobernante es que falle el sistema de suministro de energía. Para reducirlo, tendrá que mejorar la coordinación entre empresas y gobierno, así como entre las instituciones públicas encargadas de garantizar que las reglas de mercado y la operación de instalaciones energéticas sean adecuadas a la realidad emergente. Este es un trabajo de personas más que de tecnologías, que exige altos grados de atención y profesionalismo.

¿Cómo están combatiendo su insomnio empresarios y políticos? 

Síguenos en

Google News
Flipboard