Ah, qué semanita

El presidente Andrés Manuel López Obrador arrancó la semana bateando home run con una respuesta sobre quién sería su delfín o vaquita marina rumbo al 2024:

“Primero hay que tomar en cuenta que va a ser el pueblo el que va a decidir: ahí están Claudia (Sheinbaum), Marcelo (Ebrard), Juan Ramón de la Fuente, Esteban Moctezuma, Rocío Nahle, Tatiana Clouthier, ya hay relevo generacional”.

Y todos preguntamos: ¿Y Ricardo? Algunos contestaron: ¿Anaya? ¡No! Riqui Riquí Canallín no, Riqui Monreal.

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Y no, no lo mencionó. Pero Ricardo Monreal reaccionó, tomó al torito por los cuernos, no al de Guerrero, y en entrevista con un diario asestó:

“El Presidente de la República (le ha de haber costado trabajo pronunciar el cargo) está en todo su derecho de mencionar los nombres (de sus peores amigos, grrrr) que él considera deban sucederle (aquí entran violines, acordeones y suspiros): yo no me siento ni lastimado (cuando un político dice esto, es porque lo está) ni ofendido (ofendidísimo); yo estoy muy sereno (encabronojado), muy tranquilo (ajá) porque me parece que la sucesión anticipada (tradicional en México) no le ayuda al país (pero una ayudadita presidencial no está de más, ¿o no, senador?). Porque el hecho de referir nombres con méritos suficientes puede distraer sus funciones (como si todos andaran reconcentrados), en razón de que ya se sienten señalados, y yo no”.

¿Ruptura con el presidente? ¿Traición? ¿Estrategia del tapado? ¿Memoria de cuando Monreal coqueteó con el PRI y el PRD para competir contra Sheinbaum por la Ciudad de México y luego fue convencido por el presidente AMLO de no hacerlo? ¿O la factura que paga Monreal por ser acusado de la derrota de Morena en Ciudad de México? Veremos.

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Esta semana será recordada como la de la buena suerte para Mauricio Toledo, diputado federal y ex alcalde de Coyoacán, acusado de ser un corruptazo y de enriquecerse a la mala. Bueno, en realidad no es la primera vez que salva su pellejo perredista y hoy petista. Lo iban a desaforar para que rinda cuentas por las acusaciones en su contra, pero… Mejor leamos a la presidenta de la Cámara de Diputados, Dulce María Sauri Riancho:

“Después de revisar todo lo que pasó ayer, de toda la reunión de la Sección Instructora (el banquillo de los acusados con orejas de burro en la esquina del salón de plenos), del video, de la versión estenográfica (nomás le faltó presumir que revisaron signos zodiacales y ascendentes de los involucrados), podemos advertir que no hubo mayoría absoluta para que el caso (del desafuero de Toledo) pase al pleno y eso es lo que estoy notificando a la Jucopo (Junta de Coordinación Política)”, explicó Sauri Riancho.

Toledo se salvó. Lo explico: de cuatro integrantes en la sección se requerían tres votos a favor, mayoría absoluta, pero solo dos de legisladores de Morena votaron a favor; uno en contra del PT, para protegerlo; y una abstención (aquí es donde todo cambió a favor de Toledo) de la diputada del PRI (sí, del PRI, ¿a alguien le sorprende?), Claudia Pastor. ¿De a cómo habrá estado la abstención? Ah, no, perdón, habíamos dicho que se trataba de la buena suerte de Toledo.

Y para cerrar el breviario, aquí las frases de Felipe Calderón respecto a la detención de un funcionario de seguridad de alto rango en su fallido sexenio. Luis Cárdenas Palomino, detenido por tortura contra cuatro personas acusadas de secuestro en la tan famosa superproducción de Genaro García Luna en el Rancho Las Chinitas, con Florence Cassez e Israel Vallarta de protagonistas. Cito la oportuna y estruendosa reacción de Calderón sobre la detención de uno de los suyos:

“                                                 “.

No, no es un error de edición, Calderón al cierre de esta columna no había dicho ni pío.

Para ser Franco, esta semana está pal perro.