¿Cerrar actividades económicas para frenar una tercera ola?

Hace seis meses, Alexa vendía sus productos en bazares y tianguis. Hoy tiene dos locales pequeños en una plaza comercial. “Espero que no nos cierren”, me contó muy preocupada la última vez que la vi cuando se enteró del repunte de contagios de Covid-19 en la Ciudad de México. El promedio de nuevos enfermos diarios de coronavirus ronda los 9 mil; casi el triple de los 3 mil que se informaban a mediados de mayo. La tendencia ahora es a la alza.

¿Ahora es momento de cerrar actividades para frenar el ascenso de los contagios? La jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, aseguró que no. Casi todas las empresas pueden operar en la capital, a excepción de los bares y antros. El plan de la administración local para hacerle frente al incremento de contagios, según su titular, se basa en acelerar la vacunación, que la población siga con las medidas y relanzar un programa que promueva la vida saludable.

En mayo de este año le pregunté al epidemiólogo Carlos Alberto Pantoja si la vacunación iba a evitar una tercera ola de contagios. Su estimación fue que no, pero acentuó que habría menos muertes. También me dijo que otro confinamiento no era viable, las personas deberíamos aprender a vivir con el virus. Una vez más me subrayó que estábamos en una normalidad.

La tercera es la vencida. Aunque las autoridades sanitarias indican que no se conoce toda la información del virus SARS-CoV-2, ya sabemos cómo evitarlo o hacerle frente. Estamos en un panorama muy diferente al de hace 15 meses. Evitar lugares cerrados y con mucha gente, así como mantener lavado constante de manos. Esta receta parece ser la más eficaz.

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Más de 70 mil micro, pequeñas y medianas empresas fallecieron durante la pandemia, según estimaciones de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en la Ciudad de México. Sin embargo, cada vez es más evidente que todos nos debemos adaptar a las nuevas condiciones, y el sector empresarial en todos los niveles no será la excepción.

A partir de la emergencia sanitaria hubo una especie de selección natural, donde solo las unidades económicas más fuertes fueron las que sobrevivieron, me relató el analista económico Darío Ibarra. Ni con los apoyos que pedía la pequeña y mediana empresa se garantizaba su supervivencia, solo los más aptos.

¿Cerrar actividades económicas para frenar una tercera ola? No lo sé. Pero esta es otra oportunidad para enfrentar la nueva normalidad. Adaptarnos a otra forma de convivir, vender, comprar, etc.