Autobendición

La verdadera práctica de mindfulness requiere de valentía y conciencia para que de verdad comience a impactar a nivel profundo en cada célula del cuerpo. Va más allá de un concepto bonito o de moda en donde ‘posamos’ que estamos sentados, con los ojos cerrados y en posición de tranquilidad.

Mucha imagen icónica que se repite en redes sociales, pero muy poca de acción y compromiso interior con los vaivenes de la mente rumiante es lo que está popularizado.

En este espacio que compartimos quiero sacarte de esas fotos producidas y posadas para traerte de regreso a casa, a la práctica sencilla y poderosa que empieza por uno en cada respiración, en el movimiento, en el latido.

En el cuerpo sucede todo. En este guante perfecto donde caben tantas cosas invisibles, nuestro sistema milagroso y lleno de poder al que hay que comenzar a dar soberanía y atención.

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Ancestral, cultural y educativamente hemos entregado la sabiduría de nuestro cuerpo y su ilimitada capacidad de recuperación y regeneración a sistemas de salud, terapias, medicinas, remedios, etc. que muchas veces son indispensables, pero que en tantas ocasiones nos desarraigan de nuestro poder personal.

Nos llenan de miedos y dudas y nos resignamos a no saber nada de lo que sucede dentro nuestro, de cómo funcionan nuestros órganos, el sistema inmunológico o circulatorio, la perfecta comunicación eléctrica de las neuronas, hormonas, enzimas y su conexión con las emociones, la nutrición, el medio ambiente y todas las decisiones que tomamos en la vida.

Empezar por algo

La idea no es ser una enciclopedia de anatomía ni abandonar tratamientos médicos tradicionales o alternativos, sino de verdad preguntarnos qué estamos haciendo, cuáles tendencias seguimos, a quiénes escuchamos y en dónde ponemos nuestra confianza.

Se trata de combinar, balancear, hacernos presentes en el microcosmos para entonces irradiar salud en el macrocosmos, porque tu latido reverbera en tus ondas cerebrales y ese campo electromagnético impacta en el corazón del planeta.

Por lo tanto es hora de soltar las jerarquías donde alguien rotulado como ‘poderoso o experto” nos dice todo lo que tenemos que hacer y pensar, para volver al centro de nuestro ser y encontrarnos desde el amor con uno y con el todo.

Aquí reside el verdadero trabajo de la atención plena, del mindfulness, de la conciencia y la punta del ovillo está literalmente en nuestras manos.

Hazte esta autobendición todos los días, jerarquiza tu ser, independízate de quienes creen saberlo todo fomentando la división y el enfrentamiento, dedica esta consagración de tu magnífica vida como un acto iniciático de confianza infinita

Autobendición

• Mano derecha sobre tu coronilla.
• Mano izquierda con la palma abierta para recibir.
• Respira y comienza a autobendecirte de esta forma:
  • Háblate suave en primera persona. Di tu nombre
  • Yo _______________, me bendigo.
  • Me honro y magnifico.
  • Reconozco mi valor.
  • Doy autoridad a mi intuición.
  • Cada célula de mi cuerpo es una perla.
  • Mi corazón encendido ilumina el mundo.
  • Soy el faro, la luz y el aire.
  • Amén