Chambistas de PRIMor
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Nacho Lozano es periodista y autor. Ha sido reportero y presentador de noticias para radio, televisión e internet desde hace dos décadas; editor y columnista en diversos medios impresos nacionales e internacionales. Es presentador de Noticias Telemundo. Twitter: @nacholozano

Chambistas de PRIMor
AMLO y Pavlovich, cercanía. Foto: Especial

Esta semana cumplió 100 años Luis Echeverría, expresidente mexicano (1970-1976) acusado de ser un represor. En 2006 cumplió arresto domiciliario acusado de ser responsable de la desaparición forzada del activista político universitario Héctor Jaramillo, así como de los delitos de genocidio y homicidio. Señalado con todos los dedos de la mano de la represión y muerte del 2 de octubre de 1968 y el Halconazo del 10 de junio del 71, la masacre de Corpus Christi. Lo arrestaron en su lujosa casa por delitos de lesa humanidad.

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De él hace unos días habló el mismísimo presidente de la Mesa de Decanos de la Cámara de Diputados, el priista (tenía que ser) Augusto Gómez Villanueva:

Echeverría no solo fue un creador de instituciones”, sí cómo no, se institucionalizó aún más la corrupción, pero también la demagogia y el saqueo, por ejemplo, “sino un presidente que tuvo como uno de sus principales propósitos defender la paz”, sí, cómo no, la pazpazpazpazpazpaz de los balazos, “la soberanía y las libertades democráticas”, sobre todo las libertades de sus amiguis y cómplices.

No nos sorprenda que un día de estos el expresidente protagonice una noticia tipo: Luis Echeverría se afilia a Morena: “Pertenecer a este honorable partido no me beneficia, ni me perjudica, sino todo lo contrario”, asegura.

Ay, el PRIMor.

Esta semana, por cierto, el presidente Andrés Manuel López Obrador, a través de la Secretaria de Relaciones Exteriores, Pipas, Vacunas y todo lo que se ofrezca Resolver, hizo nombramientos y propuestas de cónsules y embajadores alrededor del mundo. Desde Pedro Salmerón –al que los movimientos feministas le gritan “Un acosador no puede ser embajador”–, hasta priistas becados como cónsules. Es el caso de dos exgobernadores del tricolor: Claudia Pavlovich, de Sonora, y Miguel Aysa Damas, de Campeche. El PRIMor en pleno.

Alejandro (Alito, o Amlito, como le llaman sus amigos y enemigos, respectivamente) Moreno (en el apellido lleva la carrilla que le echan sus adversarios y amigos, respectivamente) ya los amenazó con correrlos del partido si aceptan la chamba que les ofreció López Obrador, el máximo jefe de los priistas. Yo me pregunto: Si Moreno los echa, ¿no se quedará sin priistas? Creo que ya no hay muchos.

Bueno, la secretaria de Comunicación Institucional del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Paloma Sánchez, hizo bilis tras los anuncios:

“El PRI y su militancia”, defina “militancia”, oiga, porque siento que anda flaca la caballada, “lograron que fueran gobernadores”, los susodichos casi diplomáticos, “pero le dieron la espalda y traicionaron a sus militantes y al partido por entregar sus estados a Morena”, ¿no será envidia porque a ella no le ofrecieron semejante beca en el exterior?, “Vieron por su propio interés”, ah, caray, pues no eso de ver por su propio interés es una regla no escrita entre gobernadores del PRI? (saludos a Javidú, Cesardú, Borgesú, Yarringtonsú, PeñaNietú… y un largo etcétera) “y no por el de su estado ni su gente”, defina “gente”, porque hemos visto a muchos gobernadores priistas beneficiando a “su-gen-te”.

Para ser franco: ¿Qué harán con la próxima embajada en la Luna? Se me ocurren algunos nombres para nominar.

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