Al Chipotle, la fallida botarga del INE en Twitter que nació hace un año en TikTok

El lunes 17 de enero apareció en la cuenta oficial del Instituto Nacional Electoral (INE) un extraño personaje animado identificado como Al Chipotle. La imagen parece botarga de chile (o pimiento morrón) con una persona iracunda, un “muinas” asomando el rostro desde un hueco del disfraz. Luce proclive al enojo y dispuesto a regañar a la audiencia que atienda su mensaje.

Parecía una broma o hackeo, pero no, era un mensaje real e institucional que ha generado críticas nutridas en las redes y enojo en muchas oficinas de consejeras y consejeros electorales, quienes aseguran que no todos conocían que ese mensaje sería difundido. Solo Ciro Murayama le dio retuit.

Nunca ese chipotle se había mostrado en Twitter pero ya existía desde tiempo atrás en versión TikTok, otra red social con público juvenil. Todo indica que el arribo tuitero fue desastroso, que será debut y despedida. #Alchipotle se convirtió en tendencia negativa para el propio INE con burlas a su presidente Lorenzo Córdova, algunas inducidas pero otras miles orgánicas. Hoy siguen las burlas, las críticas y los memes al respecto.

El personaje pasó desapercibido en 2021, cuando vio la luz por primera vez. Fue diseñado para la cuenta oficial de TikTok del instituto y fuentes directas aseguran que lo creó personal adscrito al área de comunicación social y no por una empresa externa, aunque algunas oficinas de consejeros dudan de esa versión. Sea o no producto de agencia publicitaria, el diputado de Morena Hamlet García Almaguer ya solicitó, el 19 de enero, al INE la explicación sobre el costo, contrato o nombre de quienes, desde el instituto, participaron. Aquí algo de contexto y antecedentes de la fallida defensa que un picante con rostro humano hizo del presupuesto electoral:

Ese día 17 por la mañana, en su conferencia diaria, el presidente Andrés Manuel López Obrador había cuestionado al instituto por los altos salarios de sus consejeras y consejeros, todo en el marco del diferendo presupuestal, que no acaba, para organizar la obligatoria revocación de mandato en puerta. López Obrador adelantó ahí que su gobierno no otorgará una ampliación de recursos para ese ejercicio, pidió austeridad en salarios electorales y mostró una tabla de costos asignados a diversos órganos latinoamericanos responsables de organizar elecciones en la región, donde México estaba a en primer lugar de caro (Brasil no venía, aunque en ese caso concreto sí es mayor su costo).

Pasadas las 3:00 de la tarde de ese lunes, la cuenta oficial del INE difundió un hilo con un tono poco habitual (incluyendo frases irónicas, como “por cierto”), tratando de replicar el cuestionamiento presidencial. Le respondió con tono beligerante, instalado en su esquina del ring, que: “Ni las elecciones en México ni los organismos electorales son los más caros del mundo”. Luego, el mensaje trataba de defender el salario de las y los consejeros, superior al del presidente de México: “El tema de los salarios de consejeras y consejeros y mandos directivos (121 y no 1,336 como se ha dicho equivocadamente) forma parte de diversas controversias constitucionales promovidas, conforme a derecho, ante la #SCJN. El fondo de la cuestión está en la Corte”.

El propio Lorenzo Córdova, presidente del instituto, hizo suyo ese hilo en su cuenta personal. Lo compartió escribiendo: “Ante la desinformación, infórmate en fuentes confiables. En este hilo del @INEMexico hay datos ciertos sobre el sistema electoral mexicano”. 

A las 17:30 horas de ese mismo 17 de enero, el partido Morena aludió al tema, publicó en su respectiva cuenta de Twitter, otra vez, que el INE era el órgano “más costoso de toda América Latina”. El área de comunicación social del instituto quiso revirar, sintió que su hilo había tenido buenos números en cuanto impacto, ya lo había compartido Córdova y entonces se animó a mudar a un personaje mediano de su cuenta de TikTok a la cuenta de Twitter: el hoy al polémico Chipotle, también conocido como Chipo-chipotle.

Pensaron que sería buena idea colocar a un chile refutando los dichos de Morena y del presidente, enganchados en lo que parece un pleito que escala sin fin, donde el árbitro ya está, desde hace tiempo, arriba del cuadrilátero peleando y no separando a los peleadores.

Llegó entonces el video de marras a Twitter y muchos que no tenemos cuenta de TikTok vimos por primera vez al personaje envuelto en una botarga de chile mientras regañaba a la audiencia fuera de sus casillas: “¡A poco se creyeron eso de que el INE es el instituto electoral más caro de América Latina!”, dijo. 

Parecía un hackeo, una broma de mal gusto, un recurso poco serio para el tema y plataforma elegida, anticlimático incluso por la referencia fálica inevitable que ha molestado a varias varias consejeras y consejeros, por ser propia de un discurso machista que la educación cívica del instituto debe combatir y no alentar.

Fuentes del instituto aseguran, en descargo, que el nombre del personaje se inspiró en la jerga tiktokera “shitposting” (que suena como “SSSChipotle”), pero están conscientes que nadie creerá esa explicación, sea o no cierta. Hablar “al chipotle” en México evoca hablar “al chile” y era evidente que la expresión estaba fuera de lugar, pero alguien autorizó que se utilizara para el debate político más tenso de la coyuntura entre gobierno y el INE, pese a que era más que riesgoso para el prestigio institucional, potencialmente desastroso en el efecto de respuestas.

Las redes sociales no le hablan a los mismos públicos y quizá funcionó bien la caricatura u otras gracejadas en TikTok, donde ese tipo de contenidos son el puente de interacción efectivo con personas jóvenes.

Un error adicional al nombre del personaje y tema que abordaría fue la plataforma, el tono y el ánimo de atizar la confrontación con el gobierno. En TikTok, a Chipotle nadie lo había cuestionado, pero su debut en Twitter fue tan forzado que todo indica que quedará en suspensión definitiva de actividades ante el escándalo y la lluvia de críticas, sin segunda temporada. Me confirman fuentes que, por lo pronto, está vetado en el INE.

El arranque en TikTok

El 7 de julio de 2021, la botarga se presentó en TikTok así: “Hola, soy el Chipotle y estoy aquí para entrarle a los temas electorales, los escucho, ¿o qué, les da miedo?”. El 1 de septiembre de ese año apareció como Chipo Chipotle abrazando un melón partido por la mitad. No estaba tan iracundo como en su más reciente aparición en Twitter, entonces festejaba el casi “medio melón” de seguidores tiktokeros en esa red social.

El manejo de la red TikTok no ha sido malo en cifras para el INE: ya suma casi un millón de seguidores y tiene apenas un año. Mientras la cuenta de Twitter apenas llegó al millón, pero existe desde 2009. Tal vez en otro contexto Chipotle pudo ayudar a conectar con un público más joven para informarle temas sustantivos del trabajo institucional. El 27 de julio de 2021, por ejemplo, trató de persuadir a la audiencia para que ubicara su casilla y participara en la consulta popular conocida coloquialmente como “juicio a expresidentes”. La botarga decía: “¿Cómo que no sabes dónde participar para la consulta? Anota estos tres pasos”. 

La responsable de crear al personaje fue el área de comunicación social del INE, su personal e incluso el locutor institucional que se escucha en el resumen de todas las sesiones. No se diseñó específicamente para replicar al gobierno o a Morena, pero alguien consideró que la botarga sería útil para eso en esta coyuntura. Los bocetos, diseño y nombre no se habrían contratado a una empresa de publicidad, estuvieron a cargo del personal del propio instituto en el área de las redes sociales, adscrito a la oficina de Comunicación Social.

La botarga ha tenido ocho apariciones en TikTok y esta fallida en Twitter. Se ha identificado como Chipotle, Al Chipotle y también Chipo-Chipotle. En medio del diferendo entre el INE y el gobierno federal, los tonos del debate han escalado y era el peor momento para presentar en Twitter al personaje en forma de chile, generó incomodidad en consejeras y consejeros del propio instituto.

Es verdad que hay excesos en las descalificaciones contra el instituto, pero el árbitro no debería ponerse guantes de box ni botargas de chile para defenderse. La mejor respuesta es hacer bien las elecciones y las consultas, ahí crece o no la credibilidad del instituto, pero con chiles es fracaso seguro. El problema, después de todo, no está en el personaje o en el personal que lo diseñó originalmente con la intención de comunicar mejor en TikTok, sino en las cabezas institucionales que deciden subirse al ring una y otra vez, presentando al INE como si todas y todos fueran muinas con disfraz de Chipotle, jugadores y no como árbitros.