‘Me equivoqué, creí en la fiscalía’

Buscaban a Debanhi, encontraron a Irlanda, Irma, Brisa, Ingrid y Jennifer. Falta Yolanda y muchas más desaparecidas en Nuevo León. Solo en Nuevo León. En lo que va de 2022, autoridades estatales tienen registrados 327 casos de desaparición de mujeres. Ante la presión de las últimas semanas, el gobierno de Samuel García se apresuró a aclarar que solo 33 mantienen ese estatus, también destinó a un grupo de 200 policías para atender esta crisis.

“Trabajarán sin barreras y sin excusas en los casos de desaparecidas. Que ninguna puerta nos detenga para ir a rescatar a las mujeres y arrestar a los violentadores”, expresó el gobernador emecista, cuando hizo el anuncio en la conferencia que transmite todos los días en redes sociales, esas plataformas que lo hicieron ser quién es.

Lo dijo días después de que se confirmó el hallazgo del cuerpo de María Fernanda, la joven que llegó a un fraccionamiento del que ya no salió, a quien buscaron sus padres a través del GPS de su teléfono celular. Sus padres alertaron a las autoridades de las que solo hubo inacción, cuando entraron al domicilio señalado ya era demasiado tarde.

Hace un par de semanas, el cuerpo de una mujer fue hallado sobre una banqueta, muy cerca del Río de la Carbonera en el municipio de Río Blanco, Veracruz. Estaba envuelto en una cobija. En esta entidad, el Observatorio Universitario de Violencia contra las Mujeres tiene registro de 160 casos de desapariciones tan solo en 2022. El año pasado cerró su registro en casi 700 expedientes.

En el país se reportan 748 mujeres desaparecidas, casi la mitad se concentran en tres estados, los tres de la región centro: Estado de México, Ciudad de México y Morelos. Le siguen Jalisco, Nuevo León y Zacatecas. El dato corresponde al del 1 enero al 14 de abril, esto indica que siete mujeres desaparecen cada 24 horas.

“Dichos casos corresponderían a desapariciones vinculadas con la sustracción de niños y niñas, dentro o fuera del ámbito familiar; a desapariciones como medio para ocultar la violencia sexual y feminicidio, al reclutamiento y a las represalias”, alertó el Comité de la ONU contra las Desapariciones Forzadas al presentar su último informe sobre nuestro país.

“No vieron los abusos que se cometían durante el periodo neoliberal, hay que ponerlos al tanto que ya es otra realidad y ningún organismo internacional va a ponernos en el banquillo de los acusados si estamos actuando con legalidad, humanismo y no permitimos la corrupción y la impunidad”, fue la respuesta que llegó de Palacio Nacional.

Y justo ahí, en el epicentro político de México, la agenda sigue intacta, esa no desaparece: Tren Maya y demás megaproyectos, denostaciones contra opositores y otras narrativas ya conocidas. Y mientras eso, ¿cuántas familias rotas por las desapariciones y revictimizadas por la falta de protocolos para activar búsquedas, para seguir casos, para cerrarlos, para dar explicaciones?

Las autoridades de todos los niveles de gobierno fallan en lo más elemental: “Mi hija está muerta y no sé qué hacer, estoy molesto porque me equivoqué, creí en la fiscalía”, expresó el padre de Debanhi tras confirmar que el cuerpo hallado en una zona ya inspeccionada, hasta con binomios, era el de su hija.

Tras casi 800 mujeres desaparecidas en 112 días, Andrés Manuel López Obrador dio el que considera un pasó adelante en el combate a la violencia, el caso de Debanhi Escobar lo inspiró: ¡habrá una nueva sección en la mañanera!