Aviso de búsqueda
Un cuarto público

Abogada y escritora de clóset. Dedica su vida a temas de género y feminismos. Fundadora de Gender Issues, organización dedicada a políticas públicas para la igualdad. Cuenta con un doctorado en Política Pública y una estancia postdoctoral en la Universidad de Edimburgo. Coordinó el Programa de Género de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey durante tres años y es profesora en temas de género. Actualmente es Directora de Género e Inclusión Social del proyecto SURGES en The Palladium Group.

X: @tatianarevilla

Aviso de búsqueda
Los avisos de búsqueda me recuerdan que no puedo ser indiferente. Foto: Alexa Herrera/La-Lista.

¿En qué momento se volvió parte del contexto nacional enterarse cada día, varias veces, de la desaparición y asesinatos de mujeres y niñas? ¿Compartir avisos de búsqueda tiene consecuencias? ¿Han visto alguna vez a una persona desaparecida y dado aviso a las autoridades?

Hoy di reuit a seis avisos de búsqueda de mujeres y niñas, la más chica tenía 15 años. Normalmente comparto sus fotografías sin saber qué pasa después. ¿Sabemos qué tan eficaz es esto? ¿Qué otras acciones se implementan para activar su búsqueda? Actualmente no hay evaluaciones, datos o información pública disponible sobre la efectividad y resultados de las estrategias de búsqueda en el país, que son principalmente, el Protocolo Homologado de Búsqueda, Protocolo Homologado de Investigación, Alerta Amber y Protocolo Alba.

Desde el año 2018, el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) emitió recomendaciones al Estado mexicano en el tema de desaparición de mujeres y niñas. Estas recomendaciones señalan la necesidad de simplificación y armonización en todos los estados de los procedimientos de activación del Programa de Alerta Amber y Protocolo Alba, así como el diseño de acciones que agilicen la búsqueda de mujeres y niñas desaparecidas en las primeras horas. Además, se ha hecho un llamado constante a la adopción de políticas y protocolos especializados para reducir los riesgos asociados con la desaparición de mujeres y niñas, incluido el feminicidio, trata de mujeres con fines de explotación sexual y, al mismo tiempo reforzar la justicia con perspectiva de género.

El documento Desaparición de mujeres, Alerta Amber y Protocolo Alba, Cuando no hay voluntad para encontrarlas, realizado por la Cátedra Unesco de Derechos Humanos de la UNAM, menciona que las recomendaciones emitidas por el comité no se han llevado a cabo con la eficacia y urgencia que el contexto nacional requiere.  

En primer lugar, y, a pesar de que se ha demostrado que las primeras horas son determinantes para encontrar a las víctimas, el informe indica que las autoridades no permiten la activación de estos mecanismos de manera inmediata sin que haya transcurrido un plazo de 72 horas, además del señalamiento persistente sobre la existencia de revictimización y estigmatización de las mujeres víctimas que impiden actuar con la prontitud necesaria en estos casos.  

Los avisos de búsqueda siempre me sorprenden, muestran una fotografía, nombres y apellidos, señas particulares, último lugar donde se le vio, qué vestía, edad, estatura, no es una cifra más, aunque luego se convierta en una. Por un momento decimos su nombre, observamos su imagen, algunas mujeres y niñas sonríen. Por un momento las nombramos. Luego desaparecen. 

De acuerdo con la Comisión Nacional de Búsqueda y ONU Mujeres (2021), en México, una de cada cuatro personas desaparecidas es mujer, y en el caso de las personas desaparecidas menores de 18 años, el porcentaje aumenta a más de la mitad. A veces creo que no hay manera de transformar lo que está frente a nosotros: crimen organizado, corrupción, derecho sobre los cuerpos de las mujeres; violencias de género en todas sus formas; impunidad, violencia institucional, falta de capacidades humanas, materiales y financieras de las instituciones de justicia, fiscalías desbordadas, enojo y frustración colectiva y tantas y tantas cosas más que solo pienso en la entropía: existe tal grado de desorden y caos, que solo tiende a avanzar.

Los avisos de búsqueda me recuerdan que no puedo ser indiferente, que las estadísticas tienen dolores, órganos, mochilas, una hermana, una madre, una mejor amiga, un lugar al que iban, una canción favorita, células, cuerpo. Quizá dar retuit no es nada, lo hago con la esperanza que algo pase, a veces etiqueto a la fiscalía o al gobernador del Estado en turno sabiendo que es un caso más y no habrá respuesta.

Hoy compartí seis avisos de búsqueda, seis mujeres y niñas, seis nombres: Kimberly, Diana, Wendy, Shelly, Daniela y Fernanda. Y después, con el corazón un poco más roto, escribí esta columna.

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