La problemática ambiental resalta desconexión entre sector público y privado
Espacio ESG

Es una entusiasta de la sustentabilidad y el impacto social y ha trabajado en los sectores privado, público y social. Es Maestra en Política Pública por la Universidad de Harvard, Licenciada en Economía por el Tecnológico de Monterrey, y está certificada en inversión ESG por el Instituto CFA.

Twitter: @mariana_reina

La problemática ambiental resalta desconexión entre sector público y privado
Foto: Akil Mazumder en Pexels.

Cuando se habla de Enviromental, Social y Governance (ESG), se piensa inmediatamente en empresas que buscan atraer inversión a través de una estrategia de negocios que incluye una perspectiva ambiental, social y que cuenta con una estructura fuerte de gobernanza. Sin embargo, la responsabilidad de implementar esta estrategia va mucho más allá del ámbito privado. Su impulso en los últimos años se dio justamente al reconocer que para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se requiere acción desde todos los sectores.

Dada la complejidad de la problemática abordada por los ODS, la efectividad de acciones requiere una colaboración activa entre actores, especialmente entre el sector público y privado. Hay retos medioambientales en México, como la vaquita marina al borde de la extinción y la sequía extrema en múltiples estados, que ejemplifican la importancia de estas sinergias y resaltan la falta de colaboración en la actualidad.

Vaquita marina en peligro de extinción

La población de vaquitas marinas se encuentra en peligro crítico de extinción y su principal amenaza es la pesca ilegal. Desde 2012, pescadores del alto golfo de California han impuesto mecanismos para proteger su propio sustento al establecer zonas protegidas que permitan la reproducción de los peces. Esta técnica de zonas protegidas apoya a la economía local, respeta a la biosfera y protege hábitats de especies en peligro de extinción como la vaquita marina. Sin embargo, hay embarcaciones ilegales que irrumpen en estas zonas y obstaculizan la iniciativa de los pescadores.

El esfuerzo de los pescadores tiene un límite importante en cuanto a su capacidad de monitorear la zona. En este caso, el gobierno podría establecer políticas que promuevan una competencia leal como imponer regulaciones que permitan un monitoreo más eficiente del golfo y reforzar a instancias gubernamentales responsables de ejecutar el monitoreo. En conjunto, este tipo de acciones podrían incentivar a otras pesquerías a adoptar prácticas regenerativas en México, impulsar economías locales y proteger los hábitats de miles de especies.

Sequía extrema

A lo largo de México, los niveles de sequía han aumentado y como resultado el uso eficiente del agua ha sido un tema importante en la arena pública. Cuando vemos cifras del Inegi, un 76% del agua es utilizada en agricultura para el riego de cultivos. Los métodos agrícolas han cambiado poco durante el último siglo y son notablemente intensivos en el uso del agua. Habrá agricultores que tienen los fondos y buscan invertir en métodos de producción con un uso más eficiente de agua y de suelo, sin embargo, no es el estatus quo.

Para realmente generalizar el impacto, el gobierno tendría que incentivar la innovación en métodos agrícolas al crear un marco regulatorio que fomente técnicas sustentables, proteja recursos naturales y diseminar buenas prácticas a pequeños agricultores a lo largo del país para ir de esfuerzos aislados a una práctica sistémica.

Ambos casos presentan distintas facetas en las cuales el sector público podría tener un rol clave para que el país avance en la adopción de modelos ESG. De un lado apoyando buenas prácticas y del otro incentivando la innovación. Alcanzar los ODS es responsabilidad de todos, y cada actor juega un rol distinto, pero es en las sinergias que se encuentra el cambio sistémico. La adopción de consideraciones ESG por el sector privado es importante, sin embargo, difícilmente será transformador si no se cuenta con el apoyo del gobierno.

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