El presupuesto del INE para 2023 es un recorte calculado
Medios Políticos

Es un periodista especializado en el análisis de medios y elecciones. Tiene posgrado en Derecho y TIC, obtuvo el premio alemán de periodismo Walter Reuter en 2007, fue conductor en IMER y durante 12 años asesor electoral en el IFE e INE, editor, articulista y comentarista invitado en diversos diarios, revistas y espacios informativos. Twitter: @lmcarriedo

El presupuesto del INE para 2023 es un recorte calculado
Foto: INE

El Instituto Nacional Electoral (INE) está por formalizar su proyecto de presupuesto para 2023 y alcanza –descontando ya recursos para partidos– los 18 mil 465 millones de pesos. Sabe que un recorte millonario a ese monto es inevitable apenas llegue al Congreso, porque Morena tiene mayoría y su postura sobre esos recursos destinados a elecciones sigue en el mismo lugar que hace un año: en zona de confrontación, con reproches por los sueldos altos de consejeras y consejeros, litigios y hasta una iniciativa de reforma para reducir el número de integrantes en el instituto.

Es verdad que existe un ingrediente extra para el nuevo pleito que se avecina y es la obligación, por mandato de la Corte, para que las y los diputados justifiquen con mayor detalle la reducción que seguramente van a concretar, que expliquen por escrito razones técnicas al momento de resolver menor presupuesto. Eso no cambiará el hecho de que habrá recorte, pero abre una puerta para que si los argumentos son descuidados, se lleven a tribunales.

El debate será entonces de percepciones. De entrada, el INE incluye en la bolsa solicitada, solo por protocolo, aunque sabe que es muy poco probable que lo necesite realmente, 4 mil 25 millones como recurso “precautorio” para atender una hipotética consulta popular el próximo año. Así, como no habrá esa consulta, la Cámara podría hacer un recorte que suena millonario por ese mismo monto, sin afectar las necesidades del gasto operativo electoral, incluyendo proyectos y lo previsto para contiendas locales de 2023. Es una salida de percepción, porque si le quitan eso más otros mil o dos mil millones, el debate será sobre el “recorte más grande de la historia”, de más de 6 mil millones, aunque en realidad solo sea de mil o 2 mil (menos de la mitad de lo que pasó hace un año cuando sí habría revocación de mandato).

La Cámara, por su parte, presentará cifras acumuladas, no dirá que el INE necesita 14 mil millones para su gasto operativo y que el resto del recurso es “precautorio”, incluso sumará el monto dispuesto para partidos políticos a la discusión.

Como si fuera un juego de póker, unos dosifican la suma de totales para que no se vea tan alta y otros la inflan para que suene excesiva, vendrá ese duelo de percepciones y cabildeos.

Cuando la Secretaría de Hacienda integre y mande su proyecto de presupuesto a la Cámara, lo hará sumando todo el monto, el de partidos y el gasto operativo solicitado (aunque lo de partidos ciertamente es intocable), pero como los números suenan más elevados sumando ambas cantidades, desde hace algunos años, amortiguando la percepción negativa, el INE aprueba primero el financiamiento a partidos y luego el presupuesto propio, separando cifras que de todas formas van a unirse en el Congreso, porque en esa esquina contraria harán exactamente lo opuesto a separar, ahí van a acumular el gasto operativo electoral y el financiamiento de todos los partidos para discutir que en año donde no hay elección federal el instituto pide la exorbitante suma de 24.6 mil millones. Esa es la cifra sobre la que se debatirá muy pronto de cuánto será el seguro recorte.

Póker político al fin, el INE resiste que le quiten todo el etiquetado “precautorio” para una consulta que no habrá, aunque es muy probable que le bajarán eso y al menos otros mil o dos mil millones como en los años previos. La apuesta podría estar en el ‘cada quién su golpe’, aguantar la crónica de un recorte anunciado con cuestionamientos subidos de tono, pero asumiendo que nada se requerirá para una consulta y sus 4 mil millones se pueden perder, que si caen otros dos mil sonarán al recorte “más alto de la historia” para el debate, pero no va a paralizar el funcionamiento del árbitro. Morena podrá decir entonces que le bajó unos 6 mil millones a lo que pidió el INE y cumplir con la percepción y expectativa de pleito; el instituto se mostrará ofendido, pero dirá que acata la determinación porque en ese escenario habrá dejado a salvo la solvencia para todas sus actividades, aunque la Cámara presuma una mayúscula disminución ya calculada en ambos bandos.   

La organización profesional de elecciones implica costos elevados, es falso que puedan organizarse comicios serios con mínimo presupuesto, pero también es exagerado defender que nada se puede reducirse, porque ya se han dado millonarios recortes sin el colapso de “la democracia”. 

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