Impunidad sistémica en asesinato a periodistas de México, Siria y Sri Lanka
Medios Políticos

Es un periodista especializado en el análisis de medios y elecciones. Tiene posgrado en Derecho y TIC, obtuvo el premio alemán de periodismo Walter Reuter en 2007, fue conductor en IMER y durante 12 años asesor electoral en el IFE e INE, editor, articulista y comentarista invitado en diversos diarios, revistas y espacios informativos. Twitter: @lmcarriedo

Impunidad sistémica en asesinato a periodistas de México, Siria y Sri Lanka
Retratos de periodistas asesinados en México, pegados por compañeros, en una valla en la Secretaria de Gobernación, en la Ciudad de México. Foto: EFE

El 19 de septiembre, el Tribunal Permanente de los Pueblos dictó sentencia unánime en contra de los Estados de Siria, Sri Lanka y México, donde, por acción u omisión de sus gobiernos, los asesinatos a periodistas enfrentan una sistémica impunidad sin horizonte o perspectiva de justicia.

No es una condena vinculante con consecuencias legales, sino una sanción social en la esfera pública internacional. Este tribunal tiene mucha historia y prestigio al momento de investigar casos emblemáticos de violaciones a derechos humanos en el mundo, visibiliza las problemáticas atendiendo estándares procesales con seriedad, hay acusaciones formales, fiscales, jueces que desahogan audiencias donde acuden víctimas, académicos, especialistas e incluso gobiernos. Su voz y sentencia debieran tomarse en cuenta.

En noviembre de 2020, las organizaciones Free Press Unlimited, el Comité de Protección de Periodistas y Reporteros sin Fronteras, con el apoyo del Centro Sirio para los Medios y la Libertad de Expresión y el Centro para la Justicia y la Rendición de Cuentas, solicitaron al tribunal abrir procedimiento sobre ataques violentos y asesinatos que buscan silenciar a periodistas en los tres países. 

La investigación eligió expedientes representativos de cada uno: en México, el terrible caso de Miguel Ángel López de Notiver en Veracruz. Conocido “Milo Vela”, Miguel Ángel dormía el 29 de junio de 2011 en su casa, cuando entraron a matarlo a él, a su esposa y a uno de sus hijos. Sus familiares acudieron a las audiencias del Tribunal Permanente de los Pueblos y narraron el calvario que han vivido, la falta de acción de autoridades de todos los órdenes de gobierno, la impunidad, la falta de avance en las investigaciones.

El caso de Siri Lanka fue del periodista Lasantha Wickrematunge y el de Siria el de Nabil Walid Al-Sharbaji, ambos asesinados hace más de una década, también con total impunidad, sin condenas. El 8 de enero de 2009, Wickrematunge, periodista crítico y reconocido en Sri Lanka, conducía a su trabajo cuando hombres en motocicleta lo interceptaron y asesinaron.

En 2011, los movimientos de la primavera árabe permearon en periodistas y activistas de Siria. Walid Al-Sharbaji era uno de ellos. Fue detenido por el gobierno, torturado y encarcelado en una prisión militar donde falleció en 2015. A su familia le avisaron el 25 de mayo de ese año, pero no se entregó el cuerpo. 

Eduardo Bertoni, exrelator de libertad de expresión de la Organización de los Estados Americanos (OEA), leyó la sentencia unánime. Responsabilizó a los tres países, a sus gobiernos, por los casos que entrañan múltiples violaciones a derechos humanos.

Las y los jueces coincidieron en que Siria y Sri Lanka la impunidad es total; mientras que en México es superior al 90% y aunque existen mecanismos de protección en nuestro país, considera que “han fracasado”. Ninguno de los gobiernos se interesó en responder las acusaciones.

Los contextos de cada país son distintos, pero el común denominador en los casos es la sistémica impunidad. Si no hay condenas y solo son condolencias en Twitter, la imparable violencia contra comunicadores no se detendrá.

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