La cuota que solo recae en una persona
Poder Prieto

Es actriz y activista guerrerense/mestiza. Egresada de CasAzul, Artes escénicas Argos. Sus proyectos más destacados han sido La orilla de las islas, documental comunitario dirigido por Julio López, y Consensuados, miniserie de YouTube. Junto con compañeres fundó la revista digital El Rostro Negado MX. Ahora es miembra activa del colectivo Poder Prieto.

Twitter: @ketlra_

La cuota que solo recae en una persona
La actriz Yalitza Aparicio estará en la nueva versión de "Mujeres asesinas". Foto: Cortesía

“Las puertas se han abierto desde que Yalitza Aparicio actuó en Roma” sí, ¿pero qué tanto se abrieron? Pareciera que sólo se entreabrió lo necesario para que ella, y con todas las complicaciones que eso tuvo, entrara al mágico mundo de la industria cinematográfica, ¿y lxs otrxs? “Lo siento, pero con unx es suficiente”.

Parece ser que México está años luz de lo que en Inglaterra, EU, y otros países de Europa se ha hecho. Para la industria del cine mexicano, la diversidad es solo cosa de involucrar a unos cuantos, y si son los menos, mejor. Para la industria mexicana, diversidad es: Yalitza en este y aquel proyecto, en este y aquel anuncio. Es como si ya no hubieran más Yalitzas, o más Mabel Cadenas. De que se agarran de una persona que cumple su cuota de diversidad, ya no se salen de ahí. ¿Por qué? 

¿Les da miedo que el cine, la TV, la publicidad, se llene de Tenoches, de Mayas Zapatas, de Yalitzas? ¿Pero no les aterra que su industria esté invadida de Maites Perronies, Giménez Cachos, Ludwikas Paletas? Hay una diversidad  que es mejor no controlar: la diversidad blanca y hegemónica.

Hace un tiempo se comenzó a correr la voz de que Yalitza Aparicio interpretaría a Pocahontas en su nueva versión Live Action. Lo cual, claramente, no fue real, pero las molestias se dejaron ver. Se leía en redes sociales: “Yalitza no es la única mujer indígena dentro del cine”, “Hay muchas actrices nativas americanas que podrían hacer ese papel, pero siempre es lo mismo: al fin dejan entrar a una mujer indígena, y la quieren explotar hasta el cansancio”.

Es como si la cuota de diversidad que la industria debe cumplir, al menos en México, cayera siempre en la nueva figura exótica, rara, diversa a los ojos de  productorxs, directorxs, que no conocen la realidad del país en el que están trabajando. 

Si viajan al estado de donde Yalitza es oriunda, les apuesto que encontrarán a grandes actrices que solo necesitan ese empujón. No tendrán que cerrarse solo a una actriz, a la cual ya han señalado como “la representante de todas las mujeres indígenas de México(y parece que del mundo). 

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Con esto no quiero decir que a Yalitza, Mabel, Tenoch, Maya, se les quite el foco, sino que ese foco se expanda para ver a otrxs que, como ellxs, tienen todo para sobresalir. Tienen todo para llenar su cuota que, en un país en donde el 80% de la población es más como Tenoch, Yalitza, la cuota de diversidad debería ser tener al menos a unas cuatro Marinas de Tavira.

No pueden seguir aventando todo el peso de ser “líderes de representación” a solo cuatro personas. Es cruel, es cansado, es egoísta, es estúpido. Lo más sencillo sería que, aquella puerta por donde entraron seres talentosxs como lxs que acabo de mencionar, se derrumbe por completo, y se construya otra más grande. Otra en donde entremos los suficientes como para ya no tener que hablar de cuotas, en donde ya no seamos el “raro”, “la exótica”, “la  mujer indígena, representante de todo el pueblo indígena”, “el único morro de barrio”. Para que no seamos la anomalía, sino la regla.

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