La historia no contada de la detención de ‘El Niño Verde’

Corrían las horas críticas de las negociaciones para las candidaturas en Coahuila a mediados de enero de 2023. Ya estaba definido que el candidato de Morena sería Armando Guadiana, pero dos de los partidos aliados del morenismo amenazaban con impulsar una candidatura disidente con ambiciones de triunfo.

El principal impulsor, dispuesto a invertir dinero y movilizar poder para ganar una nueva gubernatura era el gobernador del vecino estado de San Luis Potosí: Ricardo Gallardo, alias “El Pollo”, quien antes ganó su propia candidatura enarbolando la causa de la Cuarta Transformación pero abanderando al Partido Verde.

Esta vez, Morena no fue tan permisiva. Alimentar la rebeldía de Ricardo Mejía Berdeja con las siglas del Verde y el dinero del erario de San Luis provocaría, según estimaron en Palacio, que Morena no solamente perdiera la elección (algo que ya estiman que pasaría), sino que su votación cayera por los suelos y se incentivara la desobediencia frente a las encuestas del partido, algo que no están dispuestos a permitir en las elecciones de 2024 en que esa actitud ocasionaría un verdadero desastre.

Entonces, una noticia cayó como del cielo: Jorge Emilio González, uno de los dueños del Partido Verde, fue detenido en una ciudad fronteriza del estado de Chihuahua. Fuentes presentes en la detención han detallado a este columnista que la causa fue el mismo negocio de “modelos internacionales” que quedó exhibido cuando la búlgara Galina Chankova, que fue víctima de violación en un departamento de la propiedad de dicho político, “se suicidó” en 2014.

“Jorge Emilio está aprovechando el éxodo de mujeres ucranianas de una forma perversa”, aseguraron. Fue entonces una negociación muy sencilla para Adán Augusto López Hernández. El Verde no llevaría candidatura disidente, sino testimonial, y nada trascendería, ni mediática, ni judicialmente. Y eso sucedió.