La estrategia de Xóchitl para ganar en 2024

Cada vez se ha ido haciendo más compacto el equipo de Xóchitl Gálvez, con el que busca ganar la elección presidencial este 2024.

Las caras son conocidas, en su mayoría, e incluso ya involucró a su familia. 

El calderonista Max Cortázar, el mismo que empujó lo del “peligro para México”, tiene ya todas las manos metidas en este proceso. 

No hubo descansos navideños ni de Año Nuevo, se sabe, porque tienen el tiempo contado para remontar entre veinte y treinta puntos de diferencia. 

Xóchitl repite y repite para sí misma que en la elección por la Miguel Hidalgo remontó 25 puntos y ganó gracias a la clase media.

En la elección que compitió por el gobierno de Hidalgo, también se fue hacia arriba pero finalmente no pudo ganarle por cinco puntos a un priista.

Ahora tiene toda la maquinaria del PRI, PAN y PRD operando para ella, con mentes como las de Max, que llevó a Calderón a la cúspide, aunque muchos todavía siguen creyendo que esa elección fue un fraude.

Se sabe que Xóchitl vetó a algunos de los impresentables que suelen postular los partidos como parte de todas las negociaciones que ya se hicieron para las demás candidaturas que también estarán presentes y en juego este 2024.

A pocos días de que termine la precampaña, en Morena ya notaron por dónde van Xóchitl y Max.

Cortázar cambió el tono de Xóchitl: primero dijo que no iba a confrontar directamente al presidente Andrés Manuel López Obrador, pero ya decidieron ambos que sí se lanzará contra él hasta hacerle entender a la gente, sobre todo a los indecisos, que esta elección debe ser un referéndum. 

Además, la campaña de Xóchitl captó rápidamente la estrategia de Claudia Sheinbaum que había consistido en “nadar de muertita” pues tiene el manto protector del presidente y todo el Estado operando a su favor. 

Sin embargo, si Sheinbaum minimiza a Xóchitl podría estarse equivocando ya que ésta puede lograr convencer a una importante franja de indecisos.

Xóchitl y Max ya preparan una serie de misiles contra Sheinbaum, que harán inevitable que esta le responda, aunque no quiera.

Además, se utilizarán a medios de comunicación para crear la impresión de que todo, absolutamente todo, está mal con la “4T”. Y la verdad ya no sé quién tiene más medios hoy: si el bloque proAMLO o los anti4T.

Si Xóchitl y Max logran avanzar en esta precampaña -que está a punto de terminar- llegarán un territorio que ninguna encuesta anticipa hasta el momento: de vuelta, tendríamos una elección polarizada en este país. 

En las pasadas fiestas guadalupanas, Xóchitl decidió caminar con su marido entre peregrinos para ver qué pasaba. El resultado fue comentado entre su equipo: no hubo mentadas, algunos pocos le pidieron fotos, y en su mayoría la dejaron pasar sin chistar.

Así es que su imagen -concluyen- no está por los suelos o tan desgastada, como quieren hacer pensar los de Morena. De hecho, yo creo que Xóchitl es el mejor perfil que pudieron postular el PRI-PAN y PRD.

Por su parte, Max Cortázar llevará esta elección a una especie de 2006 recargado, donde el país se dividirá entre ‘AMLOvers’ y quienes van con Xóchitl Gálvez. Así es que decida ya: ¿está con AMLO o está contra él?

Qué peligroso llevar a ese extremo nuestra democracia. Pero es eso o ya darse por perdidos en la campaña de “Fuerza y corazón por México”. Y no, en la campaña de Xóchitl aún no creen que vayan a perder así de fácil, porque consideran que, como candidata, Sheinbaum no es invencible, por más que las encuestas digan que ya ganó.

El tema es el presidente AMLO, que meterá todo el cuerpo por su candidata. Si a algo no está dispuesto López Obrador es a entregarle la banda presidencial a Xóchitl. Esa sería su peor pesadilla.

Ojalá que esta guerra electoral no nos deje más heridas que las que nos dejó el 2006, de las que aún no nos recuperamos como país.