Lenguaje inclusivo, el trasfondo de una libertad inalienable
Contextos

Reportero egresado de la UNAM, formó parte de los equipos de Forbes México y La-Lista. Con experiencia en cobertura de derechos humanos, cultura y perspectiva de género. Actualmente está al frente de la Revista Danzoneros. X: @arturoordaz_

Lenguaje inclusivo, el trasfondo de una libertad inalienable
Lenguaje inclusivo, el trasfondo de una libertad inalienable. Foto: Envato Elements

Esta semana el gobierno argentino de Javier Milei emprendió una cruzada para prohibir el lenguaje inclusivo de manera oficial. Aunque esta fue una de las luchas de la administración pasada, el ultraderechista decidió borrar del mapa todo lo que tenga que ver con perspectiva de género, igualdad y diversas luchas sociales que son una amenaza para su gestión. Pero ¿una entidad puede regular o controlar el lenguaje?

En diversas ocasiones el traductor y escritor, Adrián Chávez, ha destacado que el lenguaje es un ser vivo que evoluciona con la actualidad. A lo largo de los siglos, son las personas comunes y corrientes quienes lo van moldeando a sus necesidades. Aunque existen instituciones como la Real Academia de la Lengua Española, estas entidades sólo se encargan de registrar, estudiar y preservar la manera en que nos comunicamos; por lo que no tienen facultades para sancionar o penalizar algún mal uso del lenguaje.

¿Cuántos de nosotros no seríamos sancionados por hacer “mal uso del lenguaje”? La expresión verbal o escrita es un elemento importante de nuestra identidad, esto llega a tal grado que según la región donde vivos o nos desarrollamos nos hacemos de un “acento” o de palabras muy específicas. Aunque seamos de un mismo país, varía la forma en que se expresan en Monterrey a comparación de Mérida. Incluso en comunidades pequeñas, como los barrios, se genera todo un entramado complejo de significados que algunos han llegado a llamar caló.

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¿Por qué tanta molestia con el lenguaje inclusivo? ¿No a muchos les dio gusto que la RAE adoptara en el diccionario el verbo cantinflear? La piedra en el zapato es el trasfondo ideológico, no muchos están dispuestos a usar o aceptar algo que no les parece o no les representa, como lo es la perspectiva de género, las comunidades binaries o diversas agendas progresistas.

¿Por qué usar a instituciones, como la RAE, sólo cuando nos conviene para atacar propuestas que no nos parecen; pero ni siquiera respetamos la gramática que la misma entidad propone? Y no está mal no querer usar el lenguaje inclusivo, ni siquiera todos deben estar de acuerdo con él, sólo es importante garantizar la libertad, el derecho y el respeto para quienes sí lo quieren hacer.

Dominar y regular el lenguaje, como lo está intentando hacer el gobierno argentino, es muy absurdo. Esta acción no sólo va en contra del libre y pleno desarrollo de las personas, sino es como tratar de detener la lluvia con las manos: ¿qué esperamos? ¿policías que atrapen “maleantes” que se expresen de manera incorrecta?

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El mismo Adrián Chávez ha insistido en que no hay formas correctas o incorrectas en el lenguaje, simplemente existen, y es el uso común lo que con el tiempo se va convirtiendo en regla. No hay por qué atacar algo tan hermoso como la lengua, esa fuente inagotable para expresar desde lo más visceral cómo nos sentimos o lo que pensamos. En el momento en que comencemos a coartar o limitar la forma en que nos expresamos, nos empezaremos a pudrir desde el fondo.

Está bien si quieres usar la letra e para los plurales, también se vale usar la o para referirte a todos, lo importante es respetar el derecho de exprésanos siempre con respeto y empatía. ¡Que las letras nunca falten en tu vida!

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