Netflix perdió en grande, y España con ellos
HÍBRIDO

Como crítico de cine y música tiene más de 30 años en medios. Ha colaborado en Cine Premiere, Rolling Stone, Rock 101, Chilango, Time Out, Quién, Dónde Ir, El Heraldo de México, Reforma y Televisa. Titular del programa Lo Más por Imagen Radio. X: @carloscelis_

Netflix perdió en grande, y España con ellos
Foto: Netflix

Di una verdad que nadie acepta. Yo empiezo. La sociedad de la nieve es una película tan bien realizada que los españoles se hicieron de la vista gorda con todo lo que está mal sobre ella. La película del director J.A. Bayona aspiraba a convertirse en la ganadora del Oscar a Mejor Película Internacional, y siendo este año la carta más fuerte de Netflix, hubiera significado un gran triunfo para España y para la plataforma de streaming. De paso, hubiera sido la manera más rotunda de callar al “señorito” Juan García-Gallardo, vicepresidente de la Junta de Castilla y León, que ha sido muy crítico de las subvenciones al cine español.

Sin embargo, las cosas no salieron como todos esperaban. Desde que se anunciaron los nominados, era clarísimo que la ganadora en esa categoría sería The Zone of Interest del británico Jonathan Glazer. Al final de la noche, de las 19 nominaciones que Netflix recibió, se llevó solamente un Oscar a Mejor Cortometraje por La maravillosa historia de Henry Sugar que, si lo vemos fríamente, en realidad fue un reconocimiento a la trayectoria del director Wes Anderson.

Un mensaje fuerte y claro para las plataformas. Después de concederle el triunfo en 2022 a Apple TV, al nombrar a CODA como Mejor Película (primera vez para una plataforma), ya no se ve tan buena disposición de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas hacia los contenidos de streaming. Es cierto que apenas en 2023, Netflix se volvió a llevar el Oscar a Mejor Película Internacional por All Quiet on the Western Front (la primera fue en 2019 por Roma), pero una diferencia importante es que en aquella ocasión Netflix obtuvo 16 nominaciones y se llevó 6 estatuillas. En lo que respecta a Apple TV, este año producciones como Napoleón y Killers of the Flower Moon se quedaron sin premios.

Esa es la respuesta más lógica a por qué ganó quien ganó y no muchos de los favoritos. Si algo hay que admirarle a la Academia es que trate de permanecer congruente. Ya se ha dicho todo sobre la competencia que existe entre los grandes estudios y las plataformas, y cómo éstas alejan al público de las salas de cine, afectando las ganancias de las compañías exhibidoras y dañando la cadena de producción de la industria cinematográfica. En años recientes, se vio mucha cordialidad entre la Academia y gigantes como Netflix, pero el desaire a La sociedad de la nieve podría marcar un antes y un después.

Ya lo hemos dicho aquí, que la situación de la industria del cine es crítica. Estoy consciente de que mi columna de la semana pasada pudo agraviar a algunos fans del cine, pero los ratings no me dejarán mentir. Aun cuando esta ceremonia del Oscar subió apenas 4% de audiencia, está muy lejos de alcanzar los niveles de su mejor época, porque al mismo tiempo bajó 5% en el segmento de adultos entre 18 y 49 años, que es su público meta.

Nadie puede negar que el momento más emocionante de la noche fue Ryan Gosling cantando “I’m Just Ken” de manera absolutamente kenergética. Pero lo que muchos no terminan de procesar es que fue tan potente porque se trató de una despedida. El espectáculo tuvo la misma energía que Roy Scheider despidiéndose de la vida con “Bye Bye Life” en All That Jazz de Bob Fosse, o el personaje de Candy en la serie Pose diciendo adiós con “Never Knew Love Like This Before” de Stephanie Mills, o Jesucristo siendo crucificado al ritmo de “Superstar” en Jesucristo Súper Estrella. No pretendo sonar mórbido, pero el show tuvo un toque ciertamente necrofílico.

Incluso, el discurso de Christopher Nolan fue indicativo del final de una era. En realidad, nos estábamos despidiendo del Barbenheimer y respirando los minutos finales de su bonanza económica, en el que quizá sea uno de los últimos años del cine como un negocio rentable. Sé que tal afirmación me obliga a sustentarla con un dato en el que no abundé la última vez. De acuerdo con información de Deadline, analistas de Wall Street han prevenido a inversionistas sobre un mal año para la taquilla. Señalan que, entre 2019 y 2023, el número de estrenos se redujo en 41%, por lo que una recuperación sería factible hasta 2025. Y de acuerdo con Business Insider, analistas de Comscore explicaron que el movimiento de fechas de estreno (tras las huelgas en Hollywood) dejó a 2024 sin títulos atractivos.

Si el cine pretende recuperarse, es urgente que instituciones como la Academia vuelvan a pintar su raya con las plataformas de streaming. Mi apreciación es que las grandes ganadoras de este año fueron películas que estrenaron en salas, porque ayudaron a reactivar a la industria cinematográfica. Países como México, España y Argentina, harían bien en seguir este ejemplo y poner límites a la influencia de Netflix en sus respectivas Academias, a pesar de la dura crisis económica y los obstáculos que impone el Estado.

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En lo personal, este año la entrega del Premio Goya en España me pareció un espectáculo incómodo. Netflix se impuso -literalmente- con La sociedad de la nieve y se llevó 12 premios para una película que retoma un morboso caso del pasado y que no tiene nada qué decir sobre las tantas problemáticas que enfrenta ese país en el presente, y tampoco sobre la identidad española, pues los personajes son uruguayos.

Encima, convirtieron en anfitriones de la ceremonia a Los Javis, el dúo de directores que ha destacado más en series que en cine, y que a pesar de su innegable talento como realizadores tienen la gracia de una piedra. Bayona dio otro discurso pedante, pero su nominación al Oscar no logró la estatuilla para España. Mismo caso del director Pablo Berger, cuya película Robot Dreams fue nominada en la categoría de animación y tampoco consiguió el premio.

Lo de España duele porque su cine está en un gran momento. Pero en lugar de impulsar el talento de sus nuevos directores dentro del panorama internacional, la Academia española sigue atorada en el culto a personajes como Pedro Almodóvar que, dicho sea de paso, también cedió a los avances de Netflix desde 2021, cuando les otorgó la distribución de Madres Paralelas y se desdijo de sus previas declaraciones en el Festival de Cannes de 2017, donde arremetió contra la plataforma diciendo que sería una paradoja que la película premiada no pudiera ser vista en una sala de cine.

En la actualidad, la cinematografía argentina enfrenta su propio apocalipsis con la llegada del presidente Milei y un fuerte recorte de gastos en el Instituto Nacional del Cine de Argentina (INCAA), por lo que muchos ya temen la intervención de Netflix con el pretexto de rescatar al cine de aquel país. Imposible no comparar tal situación con lo que ha venido sucediendo en México durante el último sexenio, cuando 4 de 6 películas que la Academia mexicana mandó al Oscar fueron producciones de Netflix, sin contar que la de este año, Tótem, también es parte de su catálogo.

Ya sabemos que Netflix es la plataforma de streaming favorita del público y se lo ha ganado. Pero México tiene que dejar de tratarla como al “Tío Netflix”, mientras que los miembros de nuestras industrias creativas deberían tener más cuidado al considerarla como un símbolo de estatus, pues nuestra identidad como país va de por medio. Si lo sabe Hollywood, que lo sepa el mundo.

BREVES

Ya entrados en estos temas, desde el 1 de marzo inició operaciones la nueva plataforma del IMCINE, que dejó de ser FilminLatino y ahora se llama Nuestro Cine MX. Vale la pena mencionar que este servicio de streaming está enfocado, sobre todo, al rescate y promoción del cine mexicano y que cambió de nombre porque terminó su contrato con la plataforma de origen español.

Se anunció la programación de la 75 Muestra Internacional de Cine dela Cineteca Nacional y, como ya se ha vuelto costumbre, la selección es dispareja y poco atractiva para los cinéfilos más enterados. Aún así, sigue funcionando como un escaparate de cine internacional para aquellos que no están tan pendientes, o que no tienen acceso, a otros festivales de cine. Inicia el 21 de marzo y los títulos ya están disponibles aquí.

*Para más información sobre las películas y series comentadas cada semana, visita mi perfil en Letterboxd.

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