El final de Xóchitl… ¿o todas las encuestas están mintiendo?

Marzo 2024 solo podría entenderse de dos formas: estamos ante el final de la candidatura de Xóchitl Gálvez, que ya no pudo crecer más en las encuestas y ni siquiera acercarse a Claudia Sheinbaum, o las encuestas claramente nos están mintiendo.

El martes pasado, Reforma publicó una medición que coloca a Xóchitl a 24% de distancia de Sheinbaum. Pero lo más preocupante para la campaña de la panista no debe ser ese resultado sino el comportamiento que ha tenido desde que surgió su candidatura.

En agosto de 2023, Xóchitl tenía 33% de las preferencias; para diciembre, en lugar de subir, se registró un descenso a 29%; y ahora este mes aparece con 34%, apenas un punto más que el primer mes que se le midió.

En cambio, Sheinbaum, que se decía ya estaba en su “techo”, ha aumentado sus preferencias: pasó de 53% en agosto de 2023, a 58% en marzo, cinco puntos más.

¿Y acaso todas las encuestas pueden estar mintiendo?

En elecciones pasadas ya se han equivocado y no por márgenes menores.

Por ejemplo, al medir las preferencias para la alcaldía Álvaro Obregón, en 2021, Enkoll pronosticó el triunfo de Morena, y finalmente Lía Limón -a quien colocaban con 30% de preferencias-, ganó con 55% de los votos. Una distancia de 15% entre lo que pronosticó y lo que se cumplió.

Otro caso más reciente es el del Estado de México, donde todas las encuestas daban una diferencia de más de 10 o 20% entre Alejandra del Moral y Delfina Gómez. La distancia al final entre una y otra candidata, en las elecciones, fue de 8%.

Pero si las encuestas están mostrando la realidad, estamos ante el final de la candidatura de Xóchitl, que ya no pudo crecer más y a la que en verdad los tres partidos que la postulan -PAN, PRI, PRD-, prácticamente no le ayudaron en nada, más allá de los recursos que aportaron y que incluso Xóchitl les tuvo que andar rogando que aumentaran.

Si bien hay un desbalance entre las dos candidaturas, Xóchitl hizo su mejor papel pero no habría logrado convencer al votante de las clases bajas, que parecería estar inclinado hacia Morena, ya sea por los programas sociales o por la figura del presidente Andrés Manuel López Obrador, cuya aprobación volvió a subir según Reforma.

Y más aún, no se puede afirmar que toda la clase media vaya a votar por Xóchitl, pues hay un sector que apuesta a que Sheinbaum tienda los puentes y haga lo que no hizo AMLO.

Así es que podremos ver los tres debates, que seguramente Xóchitl aprovechará, pero si nos atenemos a las encuestas esta elección ya está definida y lo que veremos en los siguientes meses sólo será una confirmación de que Morena continuará en el poder seis años más.

O la otra, claro, es que la mayoría de las encuestas se estén equivocando, se lleven un palmo de narices el día de la elección y en realidad se trate de una elección cerrada, que hasta ahora nadie ha visto.