Estudió Ciencia Política en el ITAM. Trabaja en el área de Sociedad Incluyente del IMCO, donde investiga principalmente temas de educación. Anteriormente trabajó en el Inai donde diseñó proyectos sobre transparencia presupuestaria en pandemia y gobierno abierto.
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El abandono escolar también tiene género
Un hombre que termina la secundaria aspira a un ingreso promedio mensual de 7 mil 440 pesos, para que una mujer los pueda alcanzar debe concluir, al menos, una carrera técnica.
Un hombre que termina la secundaria aspira a un ingreso promedio mensual de 7 mil 440 pesos, para que una mujer los pueda alcanzar debe concluir, al menos, una carrera técnica.
El abandono escolar trunca la posibilidad de que los estudiantes desarrollen habilidades y capacidades para acceder a mejores empleos. Los últimos datos muestran que, sin importar el nivel educativo, desde la pandemia más hombres que mujeres abandonaron la escuela. ¿Qué explica las diferencias de género en el abandono escolar?, ¿hay alguna relación con las condiciones que enfrentan en el mercado laboral?
Entre 2019 y 2022, medio millón de mujeres y un millón de hombres de todas las edades abandonaron la escuela (3.4% y 5.2% de la matrícula total de cada sexo, respectivamente). Aunque hay motivaciones comunes a hombres y mujeres para dejar la escuela, como reprobar una materia, hay otras que son diferentes entre sexos. Para 2 de cada 5 mujeres, la falta de recursos, el matrimonio o el embarazo son limitantes para continuar estudiando. Mientras que para un tercio de los hombres, la necesidad de buscar un trabajo o la falta de aptitudes son los principales obstáculos.
En general, para las mujeres es más atractivo permanecer en la educación, en contraste, para los hombres es mejor opción entrar al mercado laboral. Las expectativas salariales pueden ser una explicación, ya que estas aumentan más para las mujeres conforme incrementa su nivel educativo en comparación con los hombres. Por ejemplo, una mujer que termina el bachillerato tiene una expectativa de ingreso 13% mayor que una mujer que solo termina la secundaria, mientras que para los hombres esta expectativa crece 8%.
Sin embargo, la participación económica, el ingreso y la formalidad son más altos para los hombres. Un hombre que termina la secundaria aspira a un ingreso promedio mensual de 7 mil 440 pesos. Para que una mujer pueda alcanzar una expectativa salarial similar a esta, sería necesario que concluya, al menos, una carrera técnica. Es decir, los hombres requieren, en promedio, menos preparación académica que las mujeres para alcanzar un mismo nivel de ingresos, lo que aumenta la probabilidad que sean ellos quienes abandonen sus estudios para buscar un empleo.
De esta forma, la brecha de ingresos entre hombres y mujeres refuerza los estereotipos de género preexistentes. Lo anterior es un ejemplo de cómo las condiciones del mercado laboral afectan las decisiones educativas. Continuar estudiando es una inversión que toman las familias con expectativas de un mejor futuro profesional para las y los alumnos.
Frenar el abandono escolar debe ser prioridad de las autoridades educativas. La educación es clave para mejorar las condiciones de vida de las personas, así como para aumentar la productividad y la competitividad del país. Reconocer que las condiciones del mercado laboral afectan las decisiones profesionales de las personas, y las diferentes motivaciones de hombres y mujeres, puede llevar a generar políticas educativas y estrategias más efectivas para enfrentar el abandono escolar.
No se trata de elegir si deben ser los hombres o las mujeres quienes abandonen la escuela, se trata de mejorar las condiciones laborales y educativas para que ambos logren terminar sus estudios y accedan a empleos de calidad en el que su trabajo sea valorado sin importar su sexo.