La historia de Hari Sama como productor nace de la experiencia personal. Tras un inicio en un cine más industrial, se volcó a la autogestión con El sueño de Lú. Esa travesía le mostró las dificultades de levantar una película sin acompañamiento cercano. “Me hubiera gustado mucho tener a alguien que yo sintiera cercano y amoroso, que me acompañase en ese viaje”, reconoce.
Esa carencia fue la semilla de Catatonia, que hoy funciona como un espacio donde las y los cineastas encuentran no solo respaldo financiero, sino un acompañamiento creativo que les ayuda a perfeccionar sus guiones, asegurar financiamiento y recorrer los mercados internacionales.
Una conversación en primera persona
En entrevista en video, Hari Sama comparte su visión sobre lo que significa acompañar a nuevas generaciones de cineastas. El cineasta, productor y creador ha convertido a Catatonia en un espacio donde los proyectos encuentran respaldo creativo, emocional y estratégico.
La charla revela tanto su filosofía como los proyectos concretos que hoy posicionan a su productora como una incubadora de talento en Latinoamérica y no te la puedes perder.
Aquí puedes ver la entrevista completa en video:
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Hari Sama y el rol del productor creativo
Para Hari Sama, ser productor no es solo reunir recursos: implica acompañar los procesos desde la etapa de guion. “A mí me gusta mucho participar como productor creativo. Siempre hacen falta ojos externos, y cuando esos ojos tienen un poco más de experiencia, logran que un guion llegue a su mejor versión”, explica.
Lejos de imponer su mirada, insiste en la importancia de respetar la voz de cada autor.
Este modelo lo ha nutrido también su paso por Estados Unidos, donde trabajó con productoras como Fábula USA y coescribió para Apple TV junto a una showrunner. Esa experiencia le enseñó cómo la figura del productor creativo puede ser clave para el desarrollo de proyectos
“Mi idea siempre es cómo podría hacer este guion la mejor versión de sí misma, en cuanto a lo que la autora quiere contar”.
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Laura Baumeister: cine desde Nicaragua
Uno de los proyectos actuales más relevantes de Catatonia, de Hari Sama, es Lo que sigue es mi muerte, segundo largometraje de la cineasta nicaragüense Laura Baumeister. Su primera película, La hija de todas las rabias, la colocó como una voz imprescindible en el panorama internacional. Ahora, con el respaldo de Catatonia, su nuevo filme ha sido seleccionado en Cannes, Guadalajara y San Sebastián.
Sobre este acompañamiento, Laura Baumeister destaca: “Han sabido escuchar, empujar y sostener la película en cada etapa, con la sensibilidad y generosidad que los caracteriza”.

Paula Hopf: la fuerza de una ópera prima
En paralelo, Catatonia y Hari Sama apuestan por la cineasta mexicana Paula Hopf, quien prepara su ópera prima Una muchacha normal, con rodaje programado para 2026. El proyecto, incubado desde Sundance Lab, encuentra en la productora un espacio de respaldo. “Catatonia fue incubadora y cómplice de mi visión. Aprendí que, siendo mujer directora, lo más valioso es contar con un cuerpo de producción que te sostenga y te cuide”, afirma Paula Hopf.
La presencia de estas dos creadoras en la agenda de Catatonia refuerza la vocación de Hari Sama: acompañar a voces emergentes que dialogan con lo íntimo, lo social y lo urgente de nuestra época.
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Hari Sama: Un actor malo y los Arieles
En 2025, Catatonia celebró cinco nominaciones al Ariel por Un actor malo, dirigida por Jorge Cuchí. Para Hari Sama, lo importante no fue solo el reconocimiento, sino la resonancia social: “El nivel de conversación que hizo en México es el verdadero premio”.
La película marcó un antes y un después al visibilizar abusos en la industria y abrir espacio para nuevas figuras como especialistas de intimidad en los rodajes. “Era un tema del cual no se hablaba, y ahora ya se empieza a atender con profesionales en los sets”, comenta el cineasta y productor.
Hari Sama abraza la sombra con su Catatonia
El concepto de Catatonia va más allá de la producción. Hari Sama define a su casa como una productora “Junguiana”, que explora la sombra para poder abrazarla y transfigurarla. “Ya sea la sombra propia, la de una comunidad o la de un país, buscamos que en el abrazo de eso que duele pueda nacer un mundo mejor. En ese sentido somos humanistas”, sostiene Hari Sama.
Esta filosofía se refleja en la curaduría de los proyectos: películas que abordan temas incómodos o silenciados, con el propósito de abrir conversación y transformar a quienes las ven.
La labor de Hari Sama también incluye la Academia Catatonia, coordinada por Camila Selser. A través de talleres y diplomados, la iniciativa busca profesionalizar a jóvenes que no tienen acceso a escuelas formales de cine. “Es una manera de regresar a la gente un poco de lo que tenemos. Se llevan experiencias magníficas con las y los mejores del gremio mexicano”, apunta.
¡Nos leemos la próxima semana aquí, en La-Lista!
Yo soy y me llamo Ligia Oliver y espero que sigas mi columna en este medio. Soy miembro del Consejo Directivo de Tinta Escritores Cinematográficos México. Me desempeño como periodista cinematográfica, guionista, locutora, editora, traductora y productora de cine, radio y TV, además de la dirección editorial de Somos Texto. Amo el cine mexicano (como ya te habrás dado cuenta). También soy filósofa y apasionada de la cultura griega. Mantengamos contacto vía: IG: @lixoliver FB: @lixoliverligia o lixoliver@gmail.com