Los 100 años del Banco de México

Jueves 28 de agosto de 2025

Marco Antonio Zeind Chávez
Marco Antonio Zeind Chávez

Académico de la Facultad de Derecho de la UNAM, socio de la firma Zeind & Zeind y miembro del Sistema Nacional de Investigadores.

X: @antoniozeind

Los 100 años del Banco de México

El 20 de agosto de 1993, el Diario Oficial de la Federación publicó la reforma al artículo 28 constitucional que señalaría que el Estado tendría un banco central autónomo.

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Banxico fue inaugurado el 1º de septiembre de 1925.

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Foto: flickr (Vaaggo)

Inaugurado el 1º de septiembre de 1925, el Banco de México (BANXICO) materializó una de las más destacadas decisiones del Estado mexicano en aras de lograr contar con un orden y comenzar su camino hacia la consolidación definitiva.

En los inicios del Siglo XX, México padeció de una profunda inestabilidad como resultado de las distintas confrontaciones que en los años previos se habían vivido en su interior, destacando por lo reciente que era y por la profundidad de los cambios que exigía la Revolución Mexicana. Por lo que hace a la economía la realidad no era muy distinta y, entre otras cosas, se vivía en un ambiente de incertidumbre y falta de confianza; particularmente, lo relativo a la emisión de moneda recaía en una diversidad de instituciones privadas que igualmente pasaban por diversas crisis.

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En este contexto, la llegada de la Constitución de 1917 significó una serie de innovaciones que la revestirían de un destacado prestigio alrededor del mundo y que dotaría al Estado mexicano de un orden jurídico que respondería a las necesidades de la época. Al constitucionalismo social nacido en aquel año por virtud de la creación de nuestro documento constitucional, lo acompañarían diversas decisiones wue pretendían poner orden a la economía y, específicamente, al sistema monetario mexicano.

Así, nuestra Carta Magna contribuyó de manera contundente a establecer un sistema monetario con la aspiración de que fuera de largo aliento y de que de esta manera dotara a nuestro país de elementos para lograr por fin su estabilidad económica. Con ello, conceptos como la unidad monetaria, los instrumentos monetarios, las normas, las políticas públicas y la concentración de la emisión de monedas y billetes en una sola autoridad emisora se convirtieron en realidad.

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Dicha Constitución estableció en su artículo 28 que en los Estados Unidos Mexicanos no habría monopolios ni estancos de ninguna clase, exceptuando, entre otros, los relativos a la acuñación de moneda y emisión de billetes por medio de un solo Banco que sería controlado por el Gobierno Federal. Así quedó definitivamente anulado el encargo de la emisión de billetes y monedas a la banca privada para ahora, por mandato constitucional, atribuírsela a un banco controlado por el gobierno. Este sería nuestro banco central.

Desde luego, lo anterior fue un importante avance que no estaría exento de ser mejorado, pues el hecho de que el Gobierno Federal se hiciera del control de esta importante actividad produjo en lo subsecuente profundas distorsiones. Al desequilibrio ya existente entre ingresos y egresos en el presupuesto público, siguió una importante expansión del gasto como resultado del establecimiento de los derechos sociales en la Constitución y de otros factores que derivaron en distintas crisis padecidas por la sociedad mexicana en los años siguientes.

El anterior fenómeno no fue exclusivo de México, pues en otros países sucedieron cosas parecidas encontrando que varios de ellos hallaron la solución en que, si bien seguirían siendo instituciones públicas, los bancos centrales serían dotados de la autonomía suficiente para actuar con criterios técnicos y no políticos como lo venían haciendo. Esta tendencia llegó a México cuando fue publicada en el Diario Oficial de la Federación el 20 de agosto de 1993 la reforma al artículo 28 constitucional que señalaría que el Estado tendría un banco central autónomo en el ejercicio de sus funciones y en su administración teniendo como objetivo prioritario procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional. Sin duda una decisión acertada que ha logrado los resultados esperados,

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En tiempos en que el cuestionamiento a las instituciones es permanente y su erosión también lo es, resulta muy relevante contar historias de éxito como la del BANXICO, ejemplo de institución pública que ha ejercido con alta responsabilidad su autonomía y que ha logrado, gracias a ello, cumplir con su mandato constitucional de forma destacada.

A 100 años de su creación, luego de más de 30 de haber alcanzado su cénit al convertirse en el primer Organismo Constitucional Autónomo existente y ser el ejemplo más acabado de esta categoría, feliz aniversario a nuestro banco central, uno de los pilares del Estado mexicano.

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