Que alguien me explique cuándo se volvió novedad ir a ver películas viejas a la Cineteca Nacional. Lo digo en serio, no es mala leche. El autor de esta columna tiene entendido que difundir el acervo cinematográfico es parte de la labor de cualquier filmoteca y que es su cotidianidad. Sin embargo, el Mubi Fest 2024 promueve esta actividad como si fuera algún tipo de innovación, o algo así como un “centennials descubren la Cineteca”.
Y quizá no tenga nada de malo, pero hoy no vamos a abundar otra vez en todas las carencias que aquejan a la Cineteca Nacional a 50 años de su creación, y que la mantienen como el lugar de las buenas intenciones que nunca se materializan. Hoy la pregunta es, ¿por qué una alianza entre la Cineteca y Mubi, la plataforma de streaming especializada en cine de autor?
Siento tener que dejar esta interrogante en el aire, pues ninguno de los comunicados de Mubi o de la Secretaría de Cultura explican exactamente el por qué de esta específica alianza, y tampoco es el tipo de información que Sandra Gómez, directora de Marketing de Mubi Latinoamérica, comparta en las entrevistas que sí concede a pocos medios, como la revista de sociales Caras, probablemente porque no es del interés de sus lectores.
De 21 películas anunciadas para ésta, apenas la segunda edición del Mubi Fest en la Ciudad de México, únicamente seis son de lanzamiento reciente y sólo una es estreno, pues casi todas ya se han exhibido en cines o en diversos festivales de nuestro país. Entre las recientes -la mayoría documentales- están Hecho en Inglaterra: Las películas de Powell y Pressburger (2024), Dahomey (2024), Ascenso y caída: John Galliano (2023), Kokomo City (2023), Gasoline Rainbow (2023) y La práctica (2023). El resto son clásicos de culto.
No pierdo de vista que, aun cuando muchas de estas películas no son estrenos exclusivos del Mubi Fest, hay una labor de difusión que merece ser apreciada pues reprogramar estas películas en un lugar como la Cineteca supone la oportunidad de que otros públicos se acerquen, cuando no tienen la opción de acudir a tanto festival. Sin embargo, al revisar las reacciones de la gente en redes sociales, termino con la sensación de que el Mubi Fest es un evento de nicho que sólo cumple con aquella máxima de “predicar al coro”.
Con funciones agotadas desde los primeros días por la venta exclusiva en línea, queda en duda si realmente se está haciendo accesible la cultura a un público más amplio, algo que quizá no es la misión de Mubi pero sí de la Secretaría de Cultura, porque parece que la Cineteca sólo está cumpliendo con la función de ser el “secret venue” de una fiesta de moda. Y es que Mubi maneja su mercadotecnia exactamente así, como un club, o como un evento social donde sólo acuden los informados.
No hay que olvidar que, durante su primera edición de 2023, el Mubi Fest recibió diversas quejas relacionadas con su logística. Incluso, el mismo 6 de octubre, día en que se realizó una multitudinaria función al aire libre en las escaleras de la Estela de Luz, se produjo un temblor que activó la alerta sísmica pero que afortunadamente sucedió unas horas después cuando el evento ya había terminado, aunque tal situación evidenció que no se estaba cumpliendo a plenitud con los protocolos de seguridad.
¿Será por esto que decidieron prescindir de sedes llamativas pero imprácticas? Refugiarse en las salas de la Cineteca es poco atractivo, pero al menos es más seguro. Sin embargo, esto también nos obliga a preguntar qué sucedió con aquel proyecto de un complejo cinematográfico de la propia empresa Mubi, que se anunció con bombo y platillo en 2021 y que se dijo que estaría localizado en la Colonia Doctores. Pregunto, porque se llegó a pensar que así se convertirían -precisamente- en la competencia de la Cineteca.
Este año el Mubi Fest se realiza en 9 países, pero al visitar la página mubifest.com no hay suficiente información y el botón asignado a la Ciudad de México redirige, adivinaron, a la página de la Cineteca Nacional. Algunas de las primeras quejas del público, además de que los boletos se agotaron muy rápido, es que el servicio en línea es deficiente, que se cayó a los pocos minutos y que no aparece toda la programación, todas estas consabidas deficiencias de la Cineteca que no son nuevas para quienes acuden con frecuencia.
Particularmente, me llama la atención que se agotaran los boletos para documentales como Dahomey de Mati Diop, que en junio ya le sacó varios bostezos al público de la Sala Miguel Covarrubias, o la película chileno-argentina La práctica, una comedia que a mí me hizo reír mucho pero que dejó un silencio sepulcral en una sala semi vacía, cuando también se proyectó en la Cineteca como parte del FICUNAM. No es necesaria tanta expectativa para llenar las salas más pequeñas de este recinto. El Mubi Fest en la Cineteca será como un día de museos, repleto de niños de las escuelas.
Actualmente, es una tendencia generalizada reestrenar los clásicos -y no tan clásicos- en salas de cine, como parte del mercado de la nostalgia. En México, cadenas como Cinemex lo hacen en las fiestas de Halloween, Día de San Valentín y Navidad, y esta misma semana proyectarán las restauraciones 4K de la trilogía de El Padrino por su 50 Aniversario. Incluso, es una tendencia que se ha ido extendiendo hasta los títulos más olvidados de la cinematografía nacional, que celebran su aniversario con funciones especiales o logran sumarse al catálogo de plataformas como Netflix. Es decir, que esto tampoco es novedad.
Lo que yo alcanzo a percibir es mucho ruido y pocas nueces. El Mubi Fest como una activación de marca, un comercialototote que se pretende festival de cine, pero cuya única función hasta el momento es seguir posicionando el nombre de esta plataforma a la que le gusta flotar en la ambigüedad, ya que su comunicación es igual de imprecisa para cualquier tema. Por ejemplo, en su sitio oficial no se definen como plataforma de streaming sino que lanzan la misma pregunta: “¿Qué es Mubi?”. Y en cuanto al cine que promueven, tampoco son específicos, le llaman “ambiciosas películas realizadas por cineastas visionarios”.
Dice la famosa canción del grupo Public Enemy, “Don’t Believe the Hype”, inspirada en las enseñanzas del filósofo Noam Chomsky, que no hay que creer en las exageraciones que se repiten en los medios de comunicación. “Hype”, un anglicismo derivado de la palabra “hipérbole” pero que sigue sin tener un equivalente dentro de la cultura pop en español, es exactamente lo que empresas como Mubi o Netflix han aprendido a perfeccionar, para crear expectación alrededor de productos tan mundanos como un morral vacío.
BREVES
Es de llamar la atención que, al mismo tiempo, llegue a la cartelera una película distribuida por Mubi sin formar parte del Mubi Fest. A partir del 11 de julio se puede ver en cines Caminos cruzados (Crossing), del director Levan Akin, lanzada este mismo año.
En Netflix estrena una película alemana que mezcla la comedia y el suspenso, Blame the Game (Spieleabend), desde el 12 de julio.
Fe de erratas: Aunque la tercera temporada de The Bear sí estrenó en la fecha que se anunció en esta columna, apenas se hará disponible para el territorio mexicano el 17 de julio, a través de Disney Plus. Sin embargo, en Estados Unidos ha recibido muy malas críticas.
*Para más información sobre las películas y series comentadas cada semana, visita mi perfil en Letterboxd.