Si vienen por mí en la madrugada…

Martes 13 de mayo de 2025

José Ángel Bazán Sánchez
José Ángel Bazán Sánchez

Estudió Relaciones Internacionales en el Colegio de México. Sus estudios se concentran en la política exterior, su intersección con los fenómenos de seguridad, las políticas drogas y los impactos diferenciados en poblaciones racializadas. Chilango, enamorado de la ciudad y de su gente. Ahora apoya en incidencia y análisis político en RacismoMX.

En todos lados: @Monsieur_jabs

Si vienen por mí en la madrugada…

Huiste de tu casa en El Salvador por la persecución de la que eras víctima. Las pandillas te hostigaban a ti y a tu familia. Lo que te forzó a ir a EEUU cuando eras menor de edad.

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Deportaciones en Estados Unidos.

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Foto: EFE

Miércoles 16 de abril.

Es el inicio de Semana Santa y te preparas para un viaje de carretera. No piensas en otras cosas.

Te despides de tu familia, subes a un coche con tus amigos y pasas por la frontera entre estados.

Te detienen con una revisión de rutina. Piensas que es normal y estas a salvo. A fin de cuentas, eres un ciudadano, no?

Te arrestan.

Te inventan un cargo

Tu familia no sabe de ti hasta el día siguiente. Lunes 14 de abril

Has escuchado que los demás activistas están teniendo más dificultades para todo, incluso desplazarse. Por lo que te escondes.

Un día, cuando piensas que estás seguro, vas a tu cita de naturalización. Tienes todo para obtenerla y ya es el ultimo paso. A fin de cuentas, llevas ya 10 años residiendo en el país y nunca había habido problemas

¿qué podría salir mal?

Durante la cita te detienen, arrestan y secuestran. Miércoles 12 de marzo

Huiste de tu casa en El Salvador por la persecución de la que eras víctima. Las pandillas te hostigaban a ti y a tu familia. Lo que te forzó a ir a EEUU cuando eras menor de edad.

En tus 14 años estando en el país tuviste una acusación, falsa, de pertenecer a la pandilla que te provocó huir del país. No obstante, un juez te declaró inelegible para la deportación a El Salvador, pues ahí corría riesgo tu vida.

Te arrestan fuera de la casa de la abuela de tu hijo. Te acusan, sin pruebas.

Te deportan de forma ilegal al lugar de donde huiste. Nadie sabe si estás vivo o muerto.

El gran problema de las luchas sociales, es que, a veces, es muy difícil salir de los grandes círculos de afectados. Una de las conversaciones constantes que tenemos en la organización es sobre cómo hacer llegar la preocupación que sentimos por nuestros temas a las personas que no son afectadas directamente por los problemas que enfrentamos.

¿Cómo hacer que el racismo le importe a una persona blanca?

¿La homofobia a una persona hetero?

¿La xenofobia a una persona nacional?

¿La transfobia a una persona cis?

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De esta dificultad es que muchos movimientos reaccionarios se han anclado. De generar y propagar la indiferencia como un método de vida. De buscar y extender la apatía como causa y consecuencia. Ahora que estamos viendo las manifestaciones del fascismo más recalcitrante en la tierra de la supuesta libertad, es esta misma apatía, esta misma indiferencia, el combustible que mantiene vivo su mechero.

Lo que es cierto, es que la reacción busca generar otros, débiles y pequeños confrontados con su comunidad. Busca que sean vulnerables. Basta con observar las persecuciones que generan contra activistas trans, palestinos o migrantes. Con vislumbrar las deportaciones guiadas por perfiles raciales o dar razón de la mano que está forzando en el resto de los países para dar marcha atrás a las búsquedas de derechos, para entender que los grupos más marginalizados, los más pequeños, los más excluidos, no son sino una prueba de qué tan lejos pueden llegar.

De ahí la importancia y priorización que damos a nuestras, nuestros y nuestres compañerxs de dichas comunidades. Porque entendemos y compartimos su dolor. Porque queremos dar razón de que tanto nuestras opresiones como nuestras resistencias están entrelazadas; no aisladas. No obstante, al responder a la pregunta de fuera de nuestros círculos sobre el por qué de la importancia, hemos dado cuenta de una respuesta un poco distinta.

En palabras de Angela Davis, creemos que los derechos de todxs deben de importar porque si vienen por ellos en la madrugada, vendrán por tí en el atardecer.

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