Las personas que dan, reciben o simplemente contemplan actos de gentileza, suelen tener mayores niveles de bienestar y de satisfacción en sus vidas. Esto quedó demostrado en 2022, cuando la Universidad de Sussex publicó los resultados de The Kindness Test (El examen de gentileza), un estudio realizado entre más de 60 mil personas, de 144 países, que hasta hoy sigue siendo la encuesta más grande realizada sobre este tema.
Aunque, si tienen ganas de ver una historia al respecto, les digo de una vez que nada de eso encontrarán en Tipos de gentileza, la nueva película del director Yorgos Lanthimos, así que no se dejen engañar por el nombre. En todo caso, trata sobre la absoluta ausencia de gentileza, y pensar que en ella encontrarán actos de bondad sería como pensar que aquí van a encontrar una reseña de la película solamente por el título. Advertidos están.
La ironía está de vuelta, y estamos tan desacostumbrados a ella que ya no la entendemos. Han pasado casi 25 años del atentado contra las Torres Gemelas, una tragedia que marcó a la generación millennial y que trajo consigo conceptos como ”postironía” y “nueva sinceridad”. Aún hoy, en tiempos de corrección política, gestos como el sarcasmo, la ironía y el cinismo siguen sin ser bienvenidos.
Pero una de las virtudes de la ironía era (¿o es?) que nos permitía hablar de temas difíciles sin hacerlo de manera literal ni tomarnos las cosas tan en serio. El problema es que, en una sociedad moralista como la de hoy, se piensa que el arte debe cumplir con una función práctica, cuando en realidad no tiene que tratar de nada, ni tiene la obligación de educar, por lo que ninguna película tiene que ser forzosamente una experiencia edificante.
El arte no sólo es bello, también puede componerse de aberraciones, monstruosidades y objetos trágicos, como lo vemos en una escena donde aparece memorabilia deportiva convertida en colección de arte: un casco sangriento, utilizado por el piloto Ayrton Senna durante un accidente, o una raqueta destrozada por el tenista John McEnroe en una de sus famosas rabietas. Lo mismo podemos decir de este esperpento de película creado por Yorgos Lanthimos, que nos recuerda que este era el tipo de cine patético que él realizaba antes de la muy exitosa, pero muy convencional, Pobres criaturas (Poor Things).
Dicho lo anterior, también es un hecho que en la actualidad hay una corriente ideológica que pretende hacer de la gentileza su bandera, y quizá deberíamos preguntarnos quién está detrás. Si tomamos como ejemplo la película Hillbilly Elegy (2020), que ha resurgido recientemente porque cuenta la infancia de J.D. Vance, el polémico candidato a vicepresidente que hoy acompaña a Donald Trump; o un éxito como Sound of Freedom (2023) sobre Tim Ballard, el exagente de seguridad vuelto activista, es claro que el concepto de gentileza está siendo apropiado por esa extrema derecha que quiere exaltar valores familiares.
Quizá por esto, utilizar esa misma palabra dentro de un título como Tipos de gentileza (Kinds of Kindness) y entregar una película intencionalmente grotesca, puede ser un acto de rebeldía. No por nada los personajes de esta producción, dividida en tres historias, son figuras de autoridad como un empresario multimillonario, el líder de una secta y un policía. La pregunta que deberíamos hacernos tras ver esta película es ¿quién nos promete gentileza? Si les gusta buscar símbolos y armar interpretaciones, se darán un festín.
¿Pero hay en la actualidad historias que hablen genuinamente de la gentileza como un valor universal? Por supuesto, aunque en este clima político habría que analizar qué tan sinceras son sus intenciones. Por ejemplo, este año hemos visto pasar por la cartelera varias historias que hablan de la gentileza a través de aquellos que tuvieron que reconstruir sus vidas tras una guerra, como en Alas blancas (White Bird), El último escape (The Great Escaper) y Lazos de vida (One Life).
Tampoco pueden faltar las películas basadas en la fe, como Ángeles inesperados (Ordinary Angels) con Hilary Swank, que cuenta la historia real de Sharon Stevens, una mujer alcohólica que se puso como misión ayudar a la familia de una niña enferma; o Sound of Hope, que (le atinaron) es de la misma casa productora de Sound of Freedom.
Si estos títulos resultan poco atractivos, más allá de Hollywood, el cine del mundo también está hablando de la gentileza en películas como la argentina Puan (2023), la británica The Old Oak (2023), la húngara Explanation for Everything (2023), la surcoreana A Traveler’s Needs (2024) o esa pequeña maravilla del director salvadoreño Julio Torres, Problemista (2023). También sumaría a esta compilación la película polaca de 2019, Supernova, porque habla muy inteligentemente sobre asignar responsabilidades (y culpas) dentro de una comunidad.
No todo está perdido. La gentileza es un tema relevante y, sobre todo hoy, a punto de finalizar un sexenio y empezar otro, cuando nos vemos en la necesidad de volver a hablar de “reconciliación” en nuestra sociedad. Si acaso algún día logramos superar el fenómeno de polarización que hoy nos afecta, sin duda será paso a pasito, y empezará con pequeños actos de gentileza de los unos a los otros.
BREVES
En cines, El eco, un nuevo documental de la directora Tatiana Huezo, y también el esperado estreno de la película de terror Longlegs, a partir del 29 de agosto.
Siguiendo con el terror, el 30 de agosto Netflix lanza una de las apuestas más interesantes de la temporada, The Deliverance, la nueva película del director Lee Daniels que lo reúne con la actriz y comediante Mo’Nique después del escándalo de Precious en 2009.
*Para más información sobre las películas y series comentadas cada semana, visita mi perfil en Letterboxd.