Los Extraditables: Carlos Ahumada y ‘el pacto de silencio’

La mañana del 4 marzo de 2004, uno de los noticiarios con mayor audiencia en la televisión abierta mostró el video de una cámara de seguridad en lo alto de una oficina en la que se veía a dos hombres junto a una mesa. Uno de ellos, con lentes y traje, revisaba un portafolios, en donde acomodaba fajos de billetes con ambas manos.

Al intentar empacar el dinero, el hombre buscaba las ligas para mantener sujeto el dinero. La oficina era de Carlos Ahumada, un empresario que se volvió beneficiario de obras públicas millonarias en el Distrito Federal y que entregó dinero a políticos del Partido de la Revolución Democrática.

El hombre que se guardaba los fajos de dólares era René Bejarano, secretario particular del entonces Jefe de Gobierno del DF, Andrés Manuel López Obrador.

Han pasado 19 años y apenas en noviembre pasado, el presidente reconoció que el hecho conocido como “los videoescándalos” fue uno de los momentos más dolorosos en su carrera política, incluso más que el juicio de desafuero que intentaba descarrilarlo de su carrera por la Presidencia.

“Entonces, quién iba a creer de que yo no estaba metido en el chanchullo de recibir el dinero. Todo se fue aclarando, poco a poco, porque, pues el propósito era como ahora, también golpearme”, dijo López Obrador en una conferencia mañanera en noviembre de 2022.

El presidente recordó que los videoescándalos fueron una estrategia del expresidente Carlos Salinas de Gortari y Diego Fernandez de Cevallos, ex candidato a la presidencia por el conservador Partido Acción Nacional, para dañarlo políticamente en sus intenciones de llegar a la presidencia.

No habrían podido hacerlo sin Carlos Ahumada, que tenía videos de los políticos que entraban a su oficina y recibían dinero en efectivo, ya fuera para financiar campañas o como un simple gesto del empresario para que sus negocios en la capital pudieran seguir operando.

En su libro Derecho de Réplica (Grijalbo, 2009), Ahumada habló de cómo con estudios truncos comenzó a trabajar hasta llegar a tener contratos millonarios en varias delegaciones de la Ciudad de México, tener un avión privado, comprar un periódico, un equipo de fútbol y volverse prácticamente un cajero automático para los políticos que iban a verlo.

En la televisión abierta se volvió un escándalo ver al secretario particular de AMLO llenarse los bolsillos de fajos de dólares y se ganó el sobrenombre de “El señor de las ligas”.

René Bejarano fue a dar a la cárcel en noviembre de 2004 mientras era investigado y resultó absuelto ocho meses después, en julio de 2005. Carlos Ahumada también fue encarcelado en abril de 2004 pero él estuvo tres años preso, acusado de fraude por haber recibido un pago de 33 millones de pesos por obras que nunca se llevaron a cabo en la delegación Gustavo A. Madero.

El empresario que conquistó a la clase política del DF

Carlos Ahumada describió en su primer libro que llegó a ser muy exitoso en sus negocios. Había incursionado en la minería en el estado de Guerrero, pero cuando el negocio cayó, empezó a buscar la manera de rentar maquinaria en el Distrito Federal y comenzó por la delegación Álvaro Obregón.

Debido a que uno de sus hermanos estuvo en la cárcel por 11 años por realizar operaciones como Casa de Bolsa sin tener las autorizaciones, conoció al procurador de Justicia Ignacio Morales Lechuga, quien le presentó a Ramón Sosamontes, entonces delegado en Iztapalapa y militante del PRD.

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Cabeza de Juárez, en la delegación Iztapalapa. Foto: Wikimedia Commons.

Relató que se hicieron grandes amigos por coincidencias en temas políticos y sobre democracia y comenzó a realizar obras en su administración, una de ellas fue la rehabilitación de la monumental Cabeza de Juárez. En la ceremonia de inauguración conoció a la dirigente nacional del PRD, Rosario Robles.

En su libro aseguró que hizo favores para varios políticos del PRD, incluyendo a Robles, a quien asegura que le prestó su casa en San Ángel por varios meses para que viviera con su hija. También dijo que llegó a pedir préstamos a Banca Afirme para financiar las campañas intermedias del PRD en 2003. A cambio, el empresario también se vio beneficiado con contratos millonarios de obra pública en delegaciones como Iztapalapa, GAM, Tláhuac y Venustiano Carranza, entre otras.

Ahumada alardeó que prestó su avión particular a Ramón Sosamontes para ir a una convención nacional del PRD en Zacatecas o que consiguió una estadía en un hotel en Huatulco para que Robles pasara las vacaciones de Semana Santa con sus amigas y su hija. Estos hechos no fueron confirmados por las personas señaladas.

El desencanto

Según Ahumada, también decidió acercarse a René Bejarano porque le habían dicho que él era una pieza clave en el Gobierno del DF y era uno de los principales operadores políticos para el partido. Estableció contacto con él y concursó para obtener contratos de la construcción del segundo piso del Periférico, una de las obras emblemáticas de esa administración de AMLO, pero su administración prefirió repetir la licitación antes que tener contratos con sus empresas.

Ahumada dijo que el bloqueo se debía a que él apoyaba con recursos al grupo político de Rosario Robles dentro del PRD. Para 2003, Ahumada ya había comprado el periódico El Independiente y el equipo de futbol León, que había caído de la Primera División.

Relató que a través de Javier Solórzano, director general de su periódico, conoció al abogado Juan Collado, quien lo invitó a platicar con el expresidente Carlos Salinas de Gortari. Así fue como un día, Ahumada y directivos de El Independiente visitaron a Salinas de Gortari en su casa cerca del Bosque de Tlalpan.

En la reunión, dijo que Salinas de Gortari le envió un regalo para Rosario Robles: un libro de Mao Tse Tung, en donde destacó una frase que decía que para derrocar al centro había que comenzar desde fuera.

En agosto de 2003, Robles tuvo que renunciar al PRD debido a los problemas de finanzas y deuda que enfrentaba el partido del Sol Azteca.

El complot

En su libro, Ahumada narró un encuentro entre Rosario Robles y Salinas de Gortari en Londres y muchos otros con gran sigilo en la casa de la Ciudad de México. En uno de esos encuentros, Robles se acercó la vitrina donde están sus bandas presidenciales, quería verlas de cerca y Salinas sacó una y se la puso en el pecho, describió el empresario.

Carlos Ahumada fue acusado de fraude por haber recibido un pago de 33 millones de pesos por obras que no realizó. Relató que estaba desesperado y le mostró a Salinas de Gortari los videos de los políticos del PRD que había grabado en su oficina recibiendo dinero. Un día llevó un CD y vieron los videos juntos en la biblioteca del expresidente.

“…comenzaron a aparecer las imágenes de Bejarano en la pantalla. Debo confesar que durante el tiempo que lo traté nunca lo vi tan emocionado, le brillaban los ojos y sonreía. Dijo algo así como: ‘es muy, muy duro, devastador. Con esto están acabados’. Aunque hacía todo por disimular su emoción, esto lo sobrepasaba”, escribió.

Ahumada dijo que Salinas llamó a un directivo de Televisa para decirle lo que querían mostrar y que el panista Diego Fernández de Cevallos ayudó en la coordinación mientras que él solo les dio copia de algunos de los videos. Salinas de Gortari nunca reconoció que hubo tales reuniones y las calificó de “política ficción“.

Gustavo Ponce en Las Vegas

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Captura de pantalla de documental que muestra noticiario. Tomado de Youtube / Los video escándalos contra AMLO

El primer video devastador fue el de Gustavo Ponce, entonces secretario de Finanzas del Gobierno del DF, apostando en la zona VIP del casino Bellagio en Las Vegas.

Según Ahumada, Gustavo Ponce era cliente frecuente de Las Vegas y apostaba grandes cantidades de dinero. Al exhibirse los videos en el noticiario nocturno de mayor audiencia en televisión abierta, Ponce fue llevado a proceso y estuvo en la cárcel acuso por fraude y lavado de dinero.

El señor de las ligas

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Captura de pantalla de documental que muestra el noticiario “El Mañanero” del 3 de marzo de 2004. Tomado de Youtube / Los video escándalos contra AMLO

El video de más impacto fue el de René Bejarano porque se trataba del secretario particular del Jefe de Gobierno del DF y aspirante a la Presidencia de la República.

Cuando ocurrieron los videoescándalos, México estaba a dos años de las elecciones presidenciales de 2006 y AMLO era el aspirante más visible.

Bejarano fue removido del cargo y estuvo preso en el Reclusorio Sur hasta que fue absuelto ocho meses después.

Carlos Ímaz

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El entonces dirigente del PRD en el DF, Carlos Ímaz, también fue exhibido en los videoescándalos. Según Ahumada, llegó a darle 300 mil pesos para que pudiera pagar un viaje a Europa con Claudia Sheinbaum, quien era su esposa y formaba parte del gobierno de AMLO como secretaria de Medio Ambiente.

Esta versión no ha sido confirmada por Ímaz ni por la actual Jefa de Gobierno de la Ciudad de México.

La extradición

Cuando se desataron los videoescándalos, Ahumada se encontraba en Cuba, supuestamente por consejo de Carlos Salinas de Gortari. Pero fue extraditado a México y estuvo tres años en la cárcel.

A su liberación, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal emitió una recomendación en 2007, al determinar que el empresario y su chofer fueron objeto de retención ilegal, tratos crueles, inhumanos y degradantes y uso desproporcionado de la fuerza.

Ahumada dejó México y se fue a Argentina tratando de dejar todo atrás. Después de 15 años de los videoescándalos, la Fiscalía General de la República dio a conocer que había una solicitud de extradición por el delito de defraudación fiscal porque no había pagado 2 mil pesos a la Secretaría de Hacienda. Fue detenido en su país y liberado poco después al comprobarse que el monto no implicaba un delito.

El pacto de silencio

En diciembre de 2021, la FGR dio a conocer que el gobierno de Argentina había aceptado extraditar a Carlos Ahumada para que pudiera cumplir la sentencia nueva por el delito que lo llevó a estar preso en 2004.

El vocero de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, Ulises Lara, explicó a medios que en 2007 se revocó la sentencia de amparo en favor de Ahumada y se emitió una nueva sentencia por 5 años de prisión, por lo que aún debía pasar un año y 10 meses con 23 días más en la cárcel.

Al difundirse la noticia, Ahumada habló en el noticiario de Ciro Gómez Leyva para pedir que se frenara la persecución en su contra.

Dijo que que él sólo quería respetar el pacto de silencio que había hecho en octubre de 2018 con un enviado de AMLO, cuando estaba a unas semanas de asumir la presidencia.

“Quiero seguir respetando el pacto de silencio que hice en octubre en 2017 con el mensajero que me mandó AMLO. No quiero dar a conocer más información sobre muchos funcionarios actuales del gobierno de México. No quiero hablar de Thalía Lagunes, oficial mayor de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público; Reyna Basilio, jefa de compras de Pemex; Horacio Duarte, director General de Aduanas. Borren de su mente el nombre de Carlos Agustín Ahumada Kurtz”, imploró.

Desde que Ahumada emitió ese mensaje, ni la FGR ni la Fiscalía capitalina han difundido información sobre el proceso de extradición que habían promovido en su contra. Las autoridades también guardaron silencio.

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