El partido de extrema derecha español Vox exige un puesto en el gobierno de Castilla y León
El secretario general del Partido Popular de España, Teodoro García Egea, ofrece una conferencia de prensa tras los resultados de las elecciones en Castilla y León. Foto: Kiko Huesca/EPA

El partido español de extrema derecha Vox pretende conseguir un puesto en el nuevo gobierno regional de Castilla y León tras unas repentinas elecciones que resultaron ser un error táctico para el conservador Partido Popular (PP) en el poder.

El PP convocó la votación del domingo con la esperanza de obtener una mayoría absoluta después de pasar tres años gobernando la región en asociación con el partido de centro-derecha Ciudadanos.

Sin embargo, la jugada resultó contraproducente. Aunque el PP quedó en primer lugar, con un 31.4% de los votos y 31 escaños en el parlamento regional de 81 escaños, no atrajo el suficiente apoyo para gobernar por sí mismo. El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) quedó en segundo lugar, con un 30% de los votos y 28 escaños, mientras que Vox quedó en tercer lugar, con un 17.6%, y aumentó su número de escaños de uno a 13.

La fuerte presencia de la agrupación de extrema derecha la sitúa en el papel precursor de un futuro gobierno del PP. En el pasado logró acuerdos para ayudar al PP a gobernar en Madrid, Andalucía y Murcia, pero esta vez exige un lugar en un gobierno de coalición.

“Vox tiene el derecho y el deber de formar un gobierno en Castilla y León”, dijo el líder de Vox, Santiago Abascal, en un mitin político en la noche del domingo.

El líder regional del PP, Alfonso Fernández Mañueco, comentó que comenzará a hablar con otros partidos para formar un nuevo gobierno en Castilla y León.

“Hablaré con todos para formar un gobierno de todos y para todos”, dijo.
Sin embargo, el PP nacional parece menos partidario de llegar a un acuerdo con Vox.

“Los gobiernos de coalición que hemos visto hasta ahora -incluyendo el gobierno nacional [del PSOE y Unidas Podemos]- no han sido satisfactorios”, comentó el secretario general del partido, Teodoro García Egea.

Una alianza con Vox supondría una incomodidad para el líder nacional del PP, Pablo Casado. A pesar de haber atacado verbalmente a Vox en octubre de 2020 -cuando acusó al partido de ejercer una política basada en “el miedo, el enojo, el resentimiento y la venganza”-, Casado ha acercado al PP a la derecha para evitar que los votantes dejen el partido para apoyar a Vox.

Los resultados en Castilla y León también permitirán que el PP reflexione sobre su estrategia tanto en las inminentes elecciones regionales en Andalucía como en las generales del próximo año.

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