8M: De la esperanza del 2020 a la rabia del 2021
Foto: Karina Hernández para La-Lista

¿Vas a ir a la marcha? La pregunta comenzó a correr hace algunos días por grupos de WhatsApp; mensajes en Facebook, Instagram y Twitter; llamadas telefónicas. Detrás no había la misma emoción de hace un año. En 2020, la pregunta era para confirmar que muchas asistirían a la protesta en la Ciudad de México, en 2021 para constatar que, pese a las ganas, muchas no podrían ir. Los síntomas de Covid-19, el miedo al contagio y el home office que no sabe de días ni de horarios fueron las principales barreras.

“Sí fui el año pasado”, dice Sheila Sánchez Fermín, de 31 años. “Este año no pude asistir porque tuve un día laboral normal, aunque me hubiera encantado estar ahí“. Lucía Vergara también quería asistir, pero fue diagnosticada con Covid-19. A Claudia Venegas vivir con su madre la llevó a tomar la decisión de quedarse en casa, “no quería exponerla, pero tenía mucho que gritar”.

Las razones para manifestarse no faltaban. Empezando por las cifras de feminicidios –10 cada día en el país–, el incremento de la violencia doméstica durante la pandemia, la impunidad –90% de las mujeres perciben que aquellos que comenten abuso sexual o violación “se salen con la suya”– y la falta de igualdad de oportunidades que viven las mujeres frente a los hombres.

Ese hartazgo llegó este año a la protesta del Día Internacional de la Mujer en la Ciudad de México. Algunas asistentes coinciden: en 2020, la manifestación fue un grito de esperanza, de colectividad, de compartir la lucha, de erradicar el silencio. Mientras que en 2021 dominó el enojo, la rabia, el malestar. “Estamos muy encabronadas”, dice una de las participantes en la protesta entrevistada por La-Lista.

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¿Qué pasó en un año? Mucho. Desde el “ya chole” del presidente Andrés Manuel López Obrador hasta el “muro de la paz” frente a Palacio Nacional, pasando por las denuncias de abuso sexual contra Andrés Roemer y la ratificación de la candidatura al gobierno de Guerrero de Félix Salgado Macedonio, acusado de violencia sexual. Este 8 de marzo de 2021, las manifestantes reaccionaron, principalmente al actuar de la administración de López Obrador. “Todo lo que yo vi fue tirarle al gobierno“, describe otra de las asistentes, quien documentó con fotografías el avance de la manifestación.

Lo que le decimos al presidente es ‘ya chole’ con la violencia, ‘ya chole’ con no escuchar a las mujeres y ‘ya chole’ con que quieran tomar nuestras causas como sus causas”, exige Nancy Mejía, quien participó en la manifestación con un cubrebocas morado que mostraba la frase ¡Ya chole!. “No hay apropiación, el movimiento feminista está vivo, persistente hasta que tengamos justicia y no haya una sola muerta más“.

Las consignas también evidenciaron el malestar. “El gobierno de Obrador es un macho opresor” y “Un violador no va a ser gobernador” fueron de las que más retumbaron este lunes en el Centro Histórico de la capital del país, donde 34 de los principales monumentos fueron custodiados con vallas. Durante calles enteras, los contingentes –integrados principalmente por jóvenes de hasta 40 años– corearon las frases al mismo ritmo.

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En la protesta, hubo momentos de tensión. Primero, afuera de la estación del Metro Hidalgo –donde grupos de mujeres fueron encapsulados durante horas por la policía capitalina–. Luego en la avenida Juárez, donde intentaron derribar algunas vallas en Bellas Artes. Y finalmente en el “muro de la paz”, instalado por el gobierno federal frente a Palacio Nacional. Ahí, integrantes de las colectivas fueron rociadas con gas por la policía capitalina y tiraron un fragmento de los 2.5 metros de vallas, que un grupo de mujeres habían convertido en un memorial para recordar a las víctimas de feminicidio en el país. “Por mí que lo destruyan todo, es una protesta”, dice Gabriela Castrejón.

Quince policías y cuatro civiles fueron lesionadas durante la manifestación. En muchos momentos, el enojo sobresalió. Pero lo que dominó fue la exigencia de justicia.

Con información de Anna Portella.

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