Frontera San Diego-Tijuana: migrantes enfrentan una nueva forma de separación de familias
Un agente de la Patrulla Fronteriza vigila junto a la valla en la frontera que separa a San Diego (EU) y Tijuana (México). Foto: EFE/Rafael Salido

Agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos abrieron una puerta de su muro fronterizo, pero no todas las personas migrantes pudieron pasar a territorio estadounidense: solo unas treinta mujeres con niños entraron a California. Los hombres se quedaron atrás y sin saber a dónde las llevaban.

“No nos han dejado pasar, solamente pasaron nuestras señoras, nuestras mujeres”, contó el colombiano Leonardo Acevedo.

Padres de familia que están en la frontera de Tijuana y San Diego relataron que la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos permitió el ingreso de sus esposas y sus hijos, pero no el de ellos. Activistas consideran que esta es una nueva forma de “separación de familias”.

Leonardo Acevedo es uno de los cientos de migrantes que están acampando entre los dos muros paralelos de esta región fronteriza, en medio de la incertidumbre del fin de la aplicación del Título 42, de expulsión expedita de extranjeros, previsto para el próximo 11 de mayo.

“Nosotros nos quedamos aquí hasta que nos dejen pasar porque queremos estar entre los primeros en cruzar cuando quiten Título 42”, explicó.

Pedro Ríos, director del Comité de Servicios de los Amigos Estadounidenses, dijo que probablemente las autoridades fronterizas intentan ayudar a las personas que consideran vulnerables, mujeres y niños, porque han habido lloviznas y vientos fríos estos días. Sin embargo, lamentó que separen a las familias porque –dijo– contribuye a un mayor desconcierto entre los migrantes.

Ríos y dos voluntarios entregaron el jueves, a través de los barrotes del muro, botellas de agua y algunos alimentos a los migrantes.

“Están en una situación muy difícil”, dijo el director del Comité de Servicios de los Amigos Estadounidenses al señalar que el proceso migratorio es muy largo y los migrantes deben esperar al aire libre y casi sin alimentos.

“Algunos de ellos se quedan varios días, porque el proceso de la Patrulla Fronteriza para recogerlos es muy lento, y dan oportunidad primero a las personas que posiblemente están en situación más vulnerable”, agregó Ríos.

Entre ellos mencionó a menores de edad, mujeres solas, con hijos, y personas lesionadas o enfermas.

“Esto significa que los hombres se quedan por más tiempo, y claro, separan familias”, enfatizó. “Quienes se quedan acá no saben qué pasa con las personas que se llevaron, a dónde fueron o si los volverán a ver (una vez que crucen la frontera)”.

Algunos grupos de migrantes han armado carpas improvisadas con plásticos para protegerse de la lluvia y del rocío que han caído las madrugadas de las últimas semanas.

Por este lugar cruzaban la frontera grupos pequeños de personas, pero –de acuerdo con organizaciones migratorias– estos días se han acrecentado.

El Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos ha advertido que la frontera no está abierta, mientras anticipa un aumento en detenciones al terminar el Título 42.

La Patrulla Fronteriza, que no respondió sobre la separación de familias migrantes en ese punto del condado de San Diego, ha señalado que en lo que va del año fiscal, que comenzó en octubre pasado, ha detenido en el sector a más de 109 mil personas.

-Con información de EFE.

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