¿El desamor es una psicopatología? La UNAM lo explica
Foto: RODNAE Productions/ Pexels

Si alguna vez te han roto el corazón habrás experimentado esa sensación llamada desamor. Aunque el corazón roto te lleve a estar días tristes, sintiendo que el mundo no tiene sentido, que todo se derrumba, que no podrás seguir adelante, y que sientes caer en la locura, lo cierto es que pronto pasará. Sin embargo, el desamor no es una psicopatología. 

Una ruptura amorosa “no necesariamente genera una psicopatología, los criterios para considerar una patología varían de acuerdo a los síntomas que la persona padezca durante un lapso específico de tiempo. Realmente depende de los recursos que la persona tenga para afrontar el duelo provocado por la ruptura amorosa, entendiendo el duelo como una pérdida que genera un dolor temporal y no como la parcialización de la persona,” detalla Jorge Negrete, psicólogo clínico de los Servicios de Salud Pública de Ciudad de México, en un artículo publicado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

De acuerdo con el texto, la psicología considera una psicopatología como aquellos signos o síntomas que pueden formar o derivar en un trastorno psicológico. 

Por lo que Negrete explica que “el problema es que entendemos el tener una pareja como un objeto, cuya ausencia y descontrol nos frustra profundamente. Creo que la patología yace ahí, no tanto en la ruptura amorosa.”

Tras la pérdida, las personas viven un duelo que se conforma de diversas etapas, entre ellas la depresión, que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha agudizado durante la pandemia por Covid-19. 

“Con la pandemia, no es que las rupturas amorosas se vuelvan más dolorosas, todo depende del contexto de la relación. Aquellas parejas que viven juntas y que durante este periodo de encierro han pasado más tiempo juntos y llegaron eventualmente a una separación, allí podríamos decir que las condiciones de la pandemia precipitaron algo que en otro momento hubiera sucedido, funcionaron como acelerante de problemas de interacción ya existentes”, sentencia Negrete. 

Una de las condiciones que pueden derivar en una depresión profunda es la codependencia. Por lo que se recomienda que después del desamor se preste atención a nuestro comportamiento e identifiquemos si hay síntomas de depresión u otras psicopatologías, tales como celotipia, presencia de ideas obsesivas y recurrentes sobre la preferencia de la pareja por otra persona o personas o patrones de violencia.

“No se puede evitar el dolor que una pérdida genera, pero se puede aprender a vivir con ella. Asumir que una pareja no nos define, no nos complementa, ni es un objeto que podamos controlar. Una pareja nos da muchas cosas que cualquier otro agente nos puede dar, hay quienes tienen la fortuna de entender que la libertad es el primer acto de amor y la comunicación su medio de subsistencia”, dice el experto. 

Síguenos en

Google News
Flipboard