Apuntes electorales: ¿Todos ganan?
Medios Políticos

Es un periodista especializado en el análisis de medios y elecciones. Tiene posgrado en Derecho y TIC, obtuvo el premio alemán de periodismo Walter Reuter en 2007, fue conductor en IMER y durante 12 años asesor electoral en el IFE e INE, editor, articulista y comentarista invitado en diversos diarios, revistas y espacios informativos. Twitter: @lmcarriedo

Apuntes electorales: ¿Todos ganan?
Morena celebró "retener" la mayoría en San Lázaro. Foto: Anna Portella

Las elecciones 2021 cambian la geografía política en los estados y también la ecuación para construir acuerdos en el congreso federal. Todos los partidos defienden su respectivo triunfo en una u otra entidad. Las cifras globales de todo el país favorecen a Morena, pero el partido tuvo derrotas mayúsculas, particularmente en Ciudad de México y en la reducción clave de diputaciones que le retira la mayoría como grupo parlamentario y obliga a fusionar postura con sus aliados formales.

Hay avance de la oposición en la Cámara, pero en realidad no es tan alto en proporción, el tema es que la disminución de diputaciones individuales de Morena sí tiene consecuencias concretas que ahora le obligan a construir acuerdos con una lógica diferente porque sus aliados, particularmente el Partido Verde, tienen agendas que en muchos sentidos lucen incompatibles con el discurso de izquierda. Entonces nadie ganó del todo, aunque todos festejen.

No te pierdas: Elecciones en México: AMLO no obtuvo la mayoría calificada en elecciones intermedias

Algunos apuntes del antes y después: previo a los comicios, Morena había sumado a su grupo parlamentario los votos suficientes para aprobar leyes y presupuesto sin necesidad de negociar con otros partidos, ni siquiera tenía que hacerlo ya con sus aliados. Eso ya no será posible, porque de 253 diputaciones que hoy tiene, las cifras que se perfilan para la nueva cámara le darán solo unas 200 diputaciones. Si suma votos del PVEM y del PT, con quienes fue en coalición, superaría por mucho la mayoría simple de votos que se necesitan en la cámara para sacar leyes y presupuesto. Eso significa que ya no puede impulsar leyes o aprobar los proyectos anuales de la Secretaría de Hacienda solo por decisión de su grupo parlamentario, porque ahora necesita más que antes de sus aliados, del Verde (que podría llegar a 43 diputaciones) y también del PT (que perfila 33 diputaciones). 

¿Realmente van a votar todo juntos? El PT es probable que sí, pero el PVEM no necesariamente, y si lo hace cobrará en sentido literal y metafórico en detrimento de la expectativa que tienen las bases de izquierda. Sumando curules, Morena, PT y PVEM podrían tener unos 275 votos en la nueva Cámara (se necesitan 333 para reformas constitucionales, pero con 251 diputaciones alcanza para aprobar leyes y presupuesto). Es más o menos claro que el Partido Verde defiende, por ejemplo, intereses de grandes televisoras y otras empresas que buscan, solo por mencionar algunos, recuperar la millonaria compra de spots electorales perdida en 2007. Esa agenda nada tiene que ver con la visión histórica de la izquierda, es contraria, pero puede ser parte de las condiciones a cambio de apoyar otras iniciativas, el presupuesto mismo.

Morena eligió a esos aliados y no podrá llamarse a sorpresa, tendrá entonces que negociar con agendas proclives al privilegio de magnates si quiere construir mayorías con esa fórmula o de plano cambiar sobre la marcha de alianza, buscar otros horizontes dentro de la propia cámara para capotear la presión de su flamante coalición. 

Es falso que Morena perdió mayoría calificada porque en realidad nunca la ha tenido. Lo que sí perderá, al menos en la asignación de diputaciones individuales, es la mayoría simple como grupo parlamentario, por eso necesita que en los hechos se sostenga su coalición con el Verde.

No te pierdas: El INE ordena bajar campaña de influencers del PVEM; son simpatizantes, dice el partido

La Cámara tiene 500 diputaciones, por lo que se necesitan 251 espacios para tener mayoría simple y 333 para mayoría calificada. Morena tenía antes de la elección 253 curules solito, sin necesidad de alianzas (entre las curules ganadas en las urnas, las que sumó por sobrerrepresentación y los cambios de partido conocidos como “chapulinéo” sumó ese número). Ahora tendría de entrada solo unas 200 curules para su grupo parlamentario, que son muchas frente al resto de partidos, pero insuficientes para aprobar iniciativas de cualquier tipo si no hay negociación con al menos 51 legisladoras o legisladores de otros partidos, sean o no sus formales aliados.

En cuanto a fuerza electoral, sigue siendo Morena el partido con más respaldo. En esta contienda federal sumó 16 millones de votos de forma individual, mientras que su más cercano competidor, el PAN, solo tuvo 8.6 millones (dos a uno es la diferencia midiendo partido con partido).

En la justa proporción, comparando qué tenían de fuerza electoral y qué ganaron el domingo, Morena venía de obtener el 37.2% de los votos para diputaciones en 2018 y ahora bajó a 33.9% (baja solo 3.3 puntos); el PAN había quedado en 17.9% en 2018 y subió en 2021 a 18.2% (3 décimas más); el PRI venía de un 16.5% y ahora alcanza 17.7% (1.2% más). El PRD es el único de la alianza “Va por México” que disminuyó apoyo en lugar de recuperarlo: pasó de 5.2% en 2018 a 3.6% en 2021 (1.6% menos). En el caso de Movimiento Ciudadano hay un repunte frente a sus propios números: había tenido hace tres años 4.4% de votos y ahora tuvo 7% (2.6% adicional). 

Es cierto que la derrota de la Ciudad de México es un golpe simbólico al corazón de Morena, sobre todo asumiendo que la capital ha sido semillero de presidenciables de esa izquierda que llegó desde 1997 y que poco a poco se fue contaminando de pragmatismo y pleitos que la dividieron pero que se expresaron en favor de Morena desde 2015. Ahora eso cambió en las alcaldías, que estarían en su mayoría con la oposición (al menos 9 de las 16).

Puedes leer: La FGR y el INE abren investigaciones contra influencers que apoyaron al PVEM

Morena en cambio gana casi todas las gubernaturas en disputa, y así subió exponencialmente su presencia en territorios que antes gobernaba la oposición. Llegó al domingo con una sola gubernatura de las 15 que se disputaron (Baja California) y no solo refrendó en esa entidad, sino que sumó otras 10 (11 en total). Eso no luce como la gran derrota que algunos afirman ocurrió, pero los efectos del voto sí disminuyen su fuerza en el congreso y cambian totalmente la que estuvo presente en la capital. No perdió mayoría calificada en San Lázaro porque no la tenía, pero sí bajó su capacidad de concretar votaciones solo con su grupo y ese dato no es menor.

Las derrotas más importantes para Morena podrían estar en la expectativa de carros completos con la que enfrentaron la contienda y sobre todo en la identidad ideológica que pronto enfrentará dilemas a cambio de mantener alianzas con el Verde. Ya no alcanzarían los votos para ir solos y/o suman a 51 legisladores de oposición, o tendrán que ceder a ciertas agendas de su aliado Verde, aunque sean incompatibles con la izquierda y muy cercanas al privilegio y la cartera de televisoras. En aras de sostener la matemática parlamentaria y conservar la famosa mayoría, que ya no existe en lo individual, se presentarán con frecuencia negociaciones pragmáticas que no van a chocar con las ideologías y que no pueden simplificarse entre quien tuvo más o menos votos. El asunto es complejo, aunque la propaganda y parabienes de autocomplacencia que hay en uno y otro bando simplifica el “yo gané” y “yo también”.

@lmcarriedo

Síguenos en

Google News
Flipboard