Por el orgullo de ser y estar

Mi lesbianismo es un acto de caridad cristiana. Todas esas mujeres que están rezando por un hombre y les estoy dando mi parte.

Rita Mae Brown

Hace unos meses les conté sobre los podcast que me habían salvado del encierro, en aquel momento la idea surgió por esa posibilidad de trasladarse a otras realidades a través de la palabra. A partir de entonces, los podcast se han convertido en mis fieles compañeros y sigo descubriendo universos, formas de contar historias sobre temas que nos definen y proyectan hacia mejores versiones de nosotres mismes.

En semanas pasadas me enteré que el escritor y periodista Guillermo Osorno estaba por presentar en sociedad El futuro es nuestro. Confieso que Guillermo es para mí un referente por esa capacidad de mirar un hecho y contarlo desde distintas capas, así que ya se imaginarán la curiosidad que me provocó escuchar su nueva aventura periodística. Cuando hubo oportunidad, pedí entrevista con él, charlamos como desde hace 15 meses suceden las conversaciones: vía Zoom; él estaba en un café en la San Miguel Chapultepec y yo en mi casa, bajo ese ambiente relajado comenzamos a hablar del origen de su nuevo cometido.

Empezó contándome que primero fue un piloto para televisión inspirado en ese libro que publicó hace siete años, Tengo que morir todas las noches. No cuajó y entonces surgió la invitación de Acast, casa productora sueca para que el piloto se trasladara al lenguaje “contadito” y empezó a delimitar la idea de entrarle a la exploración de la cultura LGBT+.

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Ya que el podcast mucho tenía que ver con su libro, el primer episodio fue sobre la vida nocturna, esa que, dice Osorno, a muchos les enseñó a asumir su libertad identitaria, ya que se veían reflejados en les otres; como un ejercicio de periodismo narrativo en el que entrevista a los personajes involucrados en dicho tema, en ese tenor comienzó a hilar lo que cuentan sus invitades con la reconstrucción de momentos. Es así que en el caso de la vida nocturna, nos llevó a conocer a los dueños de La Puri y Rico, dos espacios que siguen la tradición de lugares como El safari o El 9, del que por cierto hace referencia en su libro.

Al darle play, en 31 minutos nos cuenta lo que se vivía en dichos sitios, las situaciones complicadas, su éxito y ese trancazo que fue la pandemia, todo desde ese ángulo curioso de Guillermo que se va por rincones poco transitados pero harto interesantes. Previo a las elecciones, El futuro es nuestro abordó las candidaturas LGBT+, suceso histórico en algún momento, pero también poco claro por parte de los partidos que en algunos casos solo quisieron cubrir la cuota, pero no tenían intención de darles cabida en el juego político.

Otro de los episodios entrañables es el que lleva por título “Unidas por el amor y el arte”, conversación con las artistas Francisca Rivero Lake y Carla Verea, una pareja que no solo comparte su amor, sino el espíritu creativo y lo hacen como una sola identidad conocido como “Lake Verea”, pero también aborda el lenguaje inclusivo con Álex Grijelmo, periodista y escritor que se ha decantado por la gramática, la seducción de las palabras y el estilo, junto con Paulina Chavira, periodista que es una férrea defensora del español y la ortografía, del buen uso de las palabras, y dado el #MesDelOrgullo no podía no hablar de la Marcha de la comunidad, reflexión en la que nos cuenta en dos episodios cómo surgió ésta, los cambios, los nuevos movimientos y el impacto del Covid-19 en ese gran encuentro en Reforma y las calles aledañas de salir libres y segures, sin miedo al odio y a la discriminación que en 43 años de lucha sigue y lamentablemente persiste.

Un podcast dotado de música, audios de la época o situación que forma parte de la historia, material pensado para todo tipo de escucha, pero con cierta inclinación hacia quienes ya tienen su segunda dosis de vacuna o en las próximas semanas reciben la primera.

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Es una oportunidad de ampliar el diálogo sobre temas que se tratan poco o de plano se les da la vuelta en torno a la comunidad LGBT+, es una invitación a hacer un alto y escuchar sobre esas realidades que afectan y nos restan puntos como sociedad, es un espacio que afortunadamente no solo estará durante junio, sino que “cruzó los dedos” para que sea una compañía sonora por muchos años.

Advertencia: después de escucharlo no se sacarán de la cabeza a Raphael y “Mi gran noche”.

Si deseas escuchar el podcast, da clic aquí.