Mucho peor que la gentrificación
HÍBRIDO

Como crítico de cine y música tiene más de 30 años en medios. Ha colaborado en Cine Premiere, Rolling Stone, Rock 101, Chilango, Time Out, Quién, Dónde Ir, El Heraldo de México, Reforma y Televisa. Titular del programa Lo Más por Imagen Radio. X: @carloscelis_

Mucho peor que la gentrificación
Foto: Documental Push.

Algo peor que la gentrificación es cuando los propios gentrificadores pretenden lavarse las manos y explicarnos a aquellos que estamos siendo desplazados de nuestras viviendas que no están haciendo nada malo. Pueden ser esos caseros recitando la ley de la oferta y la demanda, grandes corporaciones inmobiliarias con el discurso de mejorar la calidad de vida en las ciudades, o expatriados que viven en nuestro país y que se justifican aventando la responsabilidad como una papa caliente antes que aceptar la propia.

A principios de este año se armó un escándalo en redes sociales cuando Becca Sherman, nativa de Texas, publicó un mensaje en Twitter que decía (en inglés): “Háganse un favor y trabajen remotamente desde la Ciudad de México –es realmente mágico”. El ya muy conocido tuit desató la furia de los mexicanos, que criticaron a la ciudadana estadounidense por su comentario ingenuo que muchos consideraron irresponsable.

La semana pasada volvió a darse un caso similar en esta red social, pero ahora se trató de un académico afroamericano que ya lleva algún tiempo haciendo trabajo de investigación en nuestro país sobre temas medioambientales. Su mensaje en Twitter decía: “Llámenme loco, pero la gentrificación en la Ciudad de México se siente más como el resultado de mexicanos ricos y compañías transnacionales que de turistas extranjeros y trabajo remoto”. Otra vez, este comentario no fue bien recibido por los tuiteros mexicanos.

Al leer las respuestas a su mensaje –en su mayoría agresivas– también había algunas de sus compatriotas y colegas académicos que lo defendían por tratarse de alguien de su gremio, con frases como “académicos de color nos apoyamos entre nosotros” y donde le daban la razón con datos sobre el fenómeno de la gentrificación que parecían sacados de cualquier búsqueda en Google antes que aportar algo valioso a este tema.

El hecho de que gentrificadores quieran explicarnos la gentrificación con una actitud condescendiente y de superioridad moral, y más cuando se trata de una minoría históricamente discriminada y explotada como la afroamericana, pasando por alto que como expatriados en México aportan negativamente al desplazamiento de comunidades locales, es un caso para estudio sobre cómo los estadounidenses aplican parejo el “gaslighting” a otras culturas, sin importar raza o clase social. Insensibilidad total.

La condescendencia es clave aquí, pues asumen que los mexicanos no entendemos a profundidad el fenómeno de la gentrificación y que necesitamos que nos lo expliquen desde su pedestal de “académicos”, cuando lo que ellos quieren explicar ya no es gentrificación sino algo mucho más complejo. La palabra “gentrificación” es un concepto ya rebasado desde hace años y que en la actualidad solamente se sigue usando por comodidad y por popularidad, pues tomó demasiado tiempo para que la sociedad se familiarizara con este tema. Un académico debería saberlo y abstenerse de usar dicha palabra.

Sermones en Twitter ya no son necesarios cuando hay información de sobra que también puede encontrarse en internet, pero sobre todo porque desde hace cuatro años ya existe un documental que da cuenta de todo este fenómeno con información de primera mano, fácilmente entendible, y con testimonios de expertos. Push: Mucho más que gentrificación (2019) es un verdadero testamento de nuestros tiempos, una investigación que toda persona debería conocer.

Lamentablemente, el camino para este documental no ha sido sencillo y por esto poca gente ha podido verlo, como suele suceder con todo documento que carga con demasiada verdad. Apenas en marzo de este año tuvo pocas funciones en la Cineteca Nacional y en algunos cineclubes de la Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara, Tijuana, San Miguel de Allende, Cuernavaca y Guanajuato. Su paso por la cartelera fue fugaz y en este momento no está disponible de manera legal en ninguna plataforma de streaming en México. Filmin lo tiene, pero en España.

En Push se habla de la “financiarización”, la verdadera culpable detrás de diversos fenómenos como la urbanización desmedida, la deforestación, la especulación inmobiliaria y la gentrificación, que en la actualidad golpean al mundo entero. La profesora de la Universidad de Columbia, Saskia Sassen, la compara con industrias de extracción como la minería y explica que la financiarización es similar pues “una vez que ha extraído lo que necesita no le importa lo que suceda con lo demás”. Es un problema mucho peor que la gentrificación.

Al clima social que se vive actualmente en México se suman otros elementos como el racismo, la xenofobia y el resentimiento social. Lo hemos visto cuando personalidades como Gael García o el influencer Juanpa Zurita han pretendido involucrarse en temas como la vivienda y la reconstrucción de zonas habitacionales tras el sismo de 2017, siendo señalados por promesas incumplidas o directamente por fraude.

Ellos han tenido la oportunidad de justificarse con sus propios medios, creando documentales como 13:14 El reto de ayudar, que Zurita lanzó en septiembre a través de Prime Video, o la plataforma Reconstrucciones, que García presentó como parte de su proyecto Ambulante. En cambio, las voces de comunidades como el municipio de Ocuilan en el Estado de México y el pueblo de San Gregorio en Xochimilco se ahogan ante a la saturación mediática de estas celebridades.

Algo similar sucede por estos días con el pueblo de Xoco, en la alcaldía de Benito Juárez, que está siendo devastado por la urbanización y cuyas demandas no han encontrado suficiente eco en los medios de comunicación, más ocupados en aplaudir la supuesta modernización de esta zona tras la inauguración de la Torre Mítikah y un nuevo centro comercial en la calle Real de Mayorazgo, con tiendas de lujo y cine incluido. La Asamblea Ciudadana del Pueblo de Xoco presentó un oficio ante las autoridades en el que denunció que “pueden darse grandes violaciones a nuestros derechos y llevar al genocidio del pueblo de Xoco a través del desplazamiento forzado que afecta nuestra condición cultural”.

En Push, Saskia Sassen explica que “las élites se sienten libres de violar leyes básicas y luego se sorprenden de que haya amargura entre las clases trabajadoras. Pero al seguir la pista del dinero, surgen razones sustanciales que nos explican por qué la gente está tan enojada”. Por otro lado, Leilani Farha, especialista de la ONU en temas de vivienda y figura central de este documental, hace un llamado: “En ley internacional el desalojo forzado se considera una violación grave de los derechos humanos. Hay gente que muere por este tipo de desalojo y vidas son arruinadas. No es algo que deba tomarse a la ligera”. 

BREVES

Películas que tratan sobre la gentrificación son Gagarine y la muy poética Luzifer que también habla de urbanización y deforestación (ambas en Mubi). Otras tocan el tema de paso, como West Side Story (Disney Plus), In the Heights (HBO Max), Candyman (Apple TV), Bingo Hell (Prime Video) y Vampiros contra el Bronx (Apple TV). Opciones importantes también son The Last Black Man in San Francisco y el documental Compramos tu barrio, pero no están disponibles en México por el momento.

Argentina, 1985 es la película de Santiago Mitre con Ricardo Darín que representará a este país en la carrera por el Oscar a la Mejor película internacional en 2023. Una historia importante sobre el juicio a militares tras la dictadura del Proceso de Reorganización Nacional. Se proyectó en la Cineteca y está en Prime Video desde el 20 de octubre

Inicia el Festival Internacional de Cine de Morelia, del 22 al 30 de octubre, con una atractiva selección de estrenos internacionales y diversos títulos en competencia, además de actividades culturales y académicas. Más información aquí.

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