Aceptar nuestras historias

 “La gratitud se da cuando la memoria se almacena en el corazón y no en la mente”, Lionel Hampton

Durante 18 años la compañía Los Endebles, el teatro La Capilla y Boris Schoemann se han encargado de darnos de cachetadas con guante blanco con sus cuentos “Antinavideños”, bomba de emociones que a veces no cachamos a la primera, pero depende como nos haya ido en la vida, pueden o no ser un reflejo de muchas situaciones que de una u otra manera nos amargan la navidad.

Serie de historias en las que se ha abordado la frustración de no poder ser quien realmente se quiere ser, cuentos en los que cala hondo saber que nuestra mejor amiga, amigo ya no nos puede ver ni en pintura o viceversa, la perdida de la ilusión, soledad o momento doloroso que provoca una herida que se abre en canal durante las fiestas decembrinas, época en la que se supone que todo debe ser felicidad.

Durante estos 18 años, la temporada 2022 llega cargada de drama y comedia con una versión ultra femenina llamada “Las Antinavideñas”, relatos surgidos desde el aula de La Capilla en la que las jóvenes estudiantes de teatro le entraron a la pluma, escenografía y actuación para dar forma a “Tu navidad está en camino” de Sofía Mora con Jules López en la que Julia, la protagonista acaba de sufrir una mala experiencia en Tinder y bajo la idea de que las penas con pan son buenas, se anima a pedir su cena navideña en una app y se teme que nunca llegue. Cambiando de roles, Jules López escribió “Querido Santa, cuento ejecutado por Delia Ventura en la que la Navidad esta por convertirse en un ataque zombie, hasta “Feliz suicidio navideño” de Alejandra Martínez sobre esa línea amarilla que a veces parece la única salida a los problemas, entre otras tantas historias cargadas de hilaridad, sarcasmo puro y duro, todo eso que nos ha caído como balde de agua fría.

Ejercicios de frescura a los que se suma la propuesta de los adolescentes y jóvenes con ¿Y eso qué tiene qué ver con la navidad?, serie de cuentos antinavideñitos en los que las hijas, hijos, hijes, sobrinos, ahijadas se sueltan el pelo y llevan a escena eso que los adultos han/hemos hecho “sin querer” y que les arruina la Noche buena, Navidad o año nuevo. Todas las obras cuentan con la guía de Boris Schoemann, Jimena Eme Vázquez y Daniel Bretón.

Experiencia que de ser posible hay que volver una tradición de cierre de año si están en la Ciudad de México, en el caso de vivir en otras ciudades entren a la página de la Capilla y descubran los textos para leer a cualquier hora del día y en caso de emergencia.

Somos especialistas en darle la vuelta a la incomodidad, en evadir el dolor y más aún, de pedir ayuda en caso de estar conscientes de esas dolencias del alma que se acentúan en el último mes del año, así que como terapia caen bien esa catarsis colectiva en el teatro, las risas nerviosas liberadoras, para que a la hora del café o chela después de la función, con el pretexto de “Las antinavideñas” comenzamos a hablar sobre eso que traemos atorado, puede ser un comienzo hacía otras herramientas de apoyo, ya que como dicen por ahí, por algo se empieza. La temporada en el teatro La Capilla es hasta el 30 de diciembre a las 19:00 y 20:00 horas.

Un estrujo grande para todas, todos, todes en estos días, tardes y noches que el corazón se apachurra.