El round perdido de Yasmín Esquivel en el forcejeo del plagio
Libertad bajo palabra

Periodista y abogado con más de 35 años de trayectoria. Reportero, comentarista y consultor experto en temas jurídicos. Premio Nacional de Periodismo José Pagés Llergo 2011. Especialista en el Poder Judicial de la Federación y analista político.

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El round perdido de Yasmín Esquivel en el forcejeo del plagio
Foto: Especial

Es el amparo indirecto 862/2023 resuelto en la audiencia constitucional realizada el 8 de septiembre de 2023 con respecto al juicio promovido por Ulises Cortés Dehesa, apoderado de la ministra de la Suprema Corte de Justicia, señalada por el presunto plagio de su tesis de licenciatura.

Una vez presentadas, admitidas, revisadas y desahogadas las pruebas ofrecidas por la togada y la oficina de la abogacía general de la UNAM, que encabeza Hugo Concha, la Juez Quinto de Distrito en Materia Administrativa en la Ciudad de México dio tremendo revés a Yasmín Esquivel Mossa, quien litiga con una desfachatez inaudita contra los actos del Consejo Universitario.

El propósito es evitar la eventual anulación del título profesional obtenido a través de la tesis pirateada que detonó el escándalo de diciembre de 2022, días antes de la elección de la ministra Norma Piña como presidenta de la Suprema Corte, cargo al que aspiraba Yasmín Esquivel en la sucesión de Arturo Zaldívar a quien algunos dentro del Poder Judicial de la Federación atribuyen la aparente autoría intelectual de la exhibición pública del caso.

Para decirlo en pocas palabras, la decisión de la juez Sandra de Jesús Zúñiga desechó la demanda presentada por Esquivel Mossa contra la reforma que prevé la nulidad de los títulos o grados obtenidos de forma fraudulenta dentro de la UNAM.

Es pertinente una pregunta elemental ¿Sí Yasmín Esquivel tiene la convicción de que no cometió plagio y la tranquilidad de su rectitud como estudiante de derecho para obtener el grado sin trampas, por qué litiga contra el Estatuto General de la Universidad? Los abogados que la representan podrán decir lo que les venga en gana para tratar de confundir a la opinión pública, pero el fondo de la truculenta operación en juzgados locales y federales devela una conducta carente de ética para evitar con chicanadas de paupérrimo nivel la divulgación de lo evidente. El título profesional de la ministra está viciado de origen por el refrito de tesis en la que reprodujo hasta los mismos errores gramaticales que redactó el autor original.

Ante las pruebas contundentes acreditadas en su oportunidad por el Doctor Hugo Concha, la consecuencia será la nulidad del grado académico obtenido en 1987.

El dilema, además exhibe una pobreza moral inconcebible para cualquier abogado, máxime para una ministra de la Corte que ha sido capaz de comprometer el prestigio de la Universidad Nacional y del Alto Tribunal en el que todavía se desempeña.

Volviendo al reciente fallo, ha quedado claro que los abogados de Esquivel no acreditaron que las reformas al Estatuto General de la UNAM, aprobado después del escándalo le haya causado hasta ahora algún perjuicio, ya que tampoco existe un acto de aplicación en su contra, cómo lo estableció la valerosa juez De Jesús Zúñiga en su resolución de 19 fojas emitida hace 6 días que se anexa a esta columna.

¿Por qué tanto miedo a la aplicación del correctivo fulminante ante lo publicado en la Gaceta Universitaria el 13 de abril de este año? La razón queda claramente descrita en el artículo 5 del estatuto en cuestión: “Asimismo, la Universidad podrá declarar la nulidad absoluta del certificado, diploma, título y/o grado obtenido cuando no se cumplan los requisitos establecidos por la normatividad a cada caso concreto”.        

Y la fracción tercera del artículo 97 del mismo ordenamiento profundiza el contexto: “El alumno, graduado o cualquier persona que en su actuar como tal haya realizado, prestado o recibido ayuda fraudulenta para la titulación y/o examen de grado presentado ante la Universidad, se someterá al proceso de revisión y, en su caso, procederá la nulidad del examen sustentado”.

¿A qué le teme tanto Yasmín Esquivel y sus abogados? A la verdad, y si se le quiere agregar el adjetivo de histórica para el caso es lo mismo.

El dilema de la ministra que presumiblemente plagió su tesis, exhibió diversas insuficiencias y lagunas dentro de la UNAM y marca negativamente el rectorado de Enrique Graue que está por concluir por las siguientes razones:

  1. La indecisión inicial de las máximas autoridades universitarias para emitir inmediatamente una sanción enérgica ante hechos incontrovertibles y probados, mostró un cálculo político en el caso que involucró a una aspirante a la presidencia de la Suprema Corte en diciembre de 2022.
  • En descargo del rector Graue, el primer consejo para darle solución jurídica a un tema de esa naturaleza fue de quien entonces ocupó la oficina del Abogado General de la Universidad, un cercano de sus confianzas que dejó mucho que desear con su desempeño y capacidad de reacción ante la crisis. Alfredo Sánchez Castañeda fue timorato e hizo evidentes sus carencias profesionales para resolver satisfactoriamente el asunto. Sus titubeos, aunados a las conjeturas del rector metieron a la Máxima Casa de Estudios en un callejón sin salida que facilitó una estrategia repleta de artimañas para evadir la sanción del bochornoso episodio.
  • El caso también exhibió las lagunas internas para prevenir y sancionar los plagios que permitieron obtener grados académicos, un problema mucho más grave y profundo del que nos imaginamos inicialmente e involucra también a instituciones privadas.
  • El relevo de Sánchez Castañeda fue muy positivo, pero tardío. El margen de maniobra de Hugo Concha Cantú quedó sumamente acotado para revertir oportunamente los efectos negativos en los litigios que derivaron en una ridícula resolución de la Juez Novena de lo Civil en la capital, María Magdalena Malpica Cervantes, que sin facultades y con cinismo se atrevió a exonerar a Esquivel Mossa, lo que según las declaraciones de sus litigantes concluyó en definitiva con el asunto.

El cambio en la rectoría que viene para noviembre, permitirá darle un nuevo impulso a la batalla para el debido desenlace de esta espeluznante novela de chicanadas y falsedades.

Más allá de las resoluciones jurisdiccionales y su efectividad hay un dilema ético no resuelto en el que está involucrada una ministra del Máximo Tribunal que con cada asunto votado impregna con su actuar un terrible tufo de podredumbre. Nada salvará a Yasmín Esquivel y a sus asesores, entre los que se encuentra un ex abogado general de la UNAM, del juicio de la historia que los condenará por su falta de probidad.

La persona que inicie su rectorado el próximo 17 de noviembre tendrá una gran oportunidad para cerrar definitivamente un episodio terriblemente lamentable.

EDICTOS

Si alguien tenía duda sobre la radicalización de Claudia Sheinbaum en su faceta de heredera del trono populista de la transformación de cuarta, basta con la lectura que se le da al nombramiento de Gerardo Fernández Noroña como su vocero rumbo a la elección de 2024. Ampliamente conocido por sus primitivas formas, don Gerardo es la antítesis de la caballerosidad, la tolerancia y las buenas formas. Corren las apuestas para calcular los días en que habrá de darse la primera crisis derivada del estilo salvaje del camarada vocero. 

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