Mujeres indeseables

En libros, teatro y cine, las mujeres luchan por contar sus propias historias aun cuando los hombres siguen intentando censurarlas. Parece que el feminismo ha perdido algunas batallas dentro de la cultura popular y, sin embargo, ya viene una nueva carga de productos culturales que vuelven a poner el tema sobre la mesa al darle protagonismo a personajes femeninos que desafían nuestra noción de lo que se supone que es feminista y nos invitan a redimensionar los verdaderos alcances de este movimiento dentro de la cultura de masas.

Resulta que una forma más realista de empoderamiento femenino sería aceptar a las mujeres tal y como son, con todos sus defectos, en lugar de crear una imagen de falso empoderamiento que hemos venido atestiguando en los medios de comunicación durante la última década, como resultado de lo que diversas académicas del movimiento llaman “posfeminismo”.

Como lo propone la investigadora Isis Giraldo en su artículo para la publicación Debate feminista, el posfeminismo hereda el éxito imaginado del movimiento de mujeres, el legado sexo-positivo del feminismo y las celebraciones neoliberales de “autonomía”, “individualismo” y “elección del consumidor”, para generar una alternativa más atractiva de política de género. De acuerdo con la socióloga Jess Butler, el posfeminismo construye a las mujeres como sujetos y consumidoras, otorgando al consumo el estatus de mecanismo de empoderamiento, a la vez que mercantiliza el activismo feminista.

Es decir que esa imagen de la mujer “deseable”, la que es exitosa y casi perfecta, dueña de su cuerpo y de su feminidad, podría ser otro constructo social que el patriarcado utiliza para desmantelar el feminismo desde dentro, reemplazando un modelo multicultural por uno asimilacionista y logrando así el recentramiento de la blanquitud y la desarticulación de la crítica feminista antirracista. “La evidencia señala que en la cultura popular estadounidense proliferan mujeres racializadas que encapsulan la conducta posfeminista a la perfección, como Shakira, Beyoncé, Rihanna, Nicki Minaj, etcétera”, asegura Giraldo.

En este contexto, la aparición de nuevos personajes femeninos imperfectos dentro de la literatura, el teatro, el cine y la televisión, enfrenta la resistencia del público, de ciertos críticos culturales y hasta de otras feministas, pues esta visión supone una afrenta al discurso dominante del posfeminismo que ya se había instalado en los últimos años.

“Chicas, ¿no estáis hartas de vosotras mismas?”, preguntó el escritor y periodista español Alberto Olmos en su columna del 30 de octubre para el sitio de El confidencial, desatando fuertes reacciones en redes sociales de mujeres que lamentaron sus dichos, pues aseguraba que “la producción editorial de autoría femenina ha alcanzado la redundancia más agotadora”. Se quejaba de que no escriben de rivalidad entre mujeres, ni del maltrato de las mujeres hacia los hombres o hacia otras mujeres.

Olmos también dice que “esta escritura no me parece una muestra de empoderamiento, me parece una muestra de obediencia”, y aunque se refiere concretamente a libros publicados por escritoras jóvenes de España, su afán de menospreciarlas y su aparente ignorancia de lo que sucede en otros países, vuelve más evidente su intención de polemizar.

La aparición de una película como Tár en 2022 ya puso varios de estos temas a discusión. El personaje ficticio de la directora de orquesta Lydia Tár, una mujer moralmente cuestionable que fue interpretada de manera magistral por la actriz Cate Blanchett (ganadora de múltiples premios y una nominación al Oscar), retrasó un debate que pudo ser más grande sobre la pertinencia de que un personaje femenino como éste fuera escrito por un hombre para una película dirigida por él mismo. Pero Cate Blanchett se encargó de aclarar que, originalmente, este personaje era masculino.

La estrategia de invertir los roles para examinar las dinámicas de poder en la actualidad se repite en el montaje para teatro de Oleanna (en Foro Lucerna), una obra original de 1992 del dramaturgo y director David Mamet, que adaptara al cine en 1994 y donde el personaje central era un profesor en conflicto con su alumna. Para 2023, la directora debutante Naian González Norvind retoma el texto de Mamet y vuelve a utilizar a la actriz Mónica Dionne, quien se estrenó en el teatro hace casi 30 años con la misma obra, sólo que ahora en lugar de realizar el papel de la alumna se convierte en la profesora.

En ambos casos podría objetarse el hecho de que, a pesar de cambiar el género de los personajes, se trata de textos escritos por hombres. Sin embargo, más recientemente, la actriz, escritora y directora argentina, Vera Fogwill, escribió una obra teatral que después adaptó para el cine, Conversaciones sobre el odio (2022), que es un experimento a partir del Bechdel test, donde dos personajes femeninos sostienen una conversación que no gira alrededor de los hombres y además hablan de manera descarnada de temas como la maternidad, la salud mental, y la soledad de la mujer. La actriz Cecilia Roth interpreta de manera sobresaliente a un personaje que podría ser considerado como una villana pero que Fogwill presenta de manera empática, pues con su texto, obra y película, también cuestiona la discriminación hacia la gente que es tildada de “tóxica” y la idea de que las personas se enferman por su propia culpa.

La cartelera de los próximos meses traerá a otros personajes femeninos igualmente complejos. Mia Wasikowska interpreta a una maestra de nutrición en la película Club Zero (actualmente en la Muestra de la Cineteca), donde los jóvenes alumnos de un colegio de élite sucumben a su influencia y forman un culto. La historia funciona como una versión moderna de la leyenda de El flautista de Hamelín. En May December (que estrena en Netflix el 1 de diciembre), Julianne Moore da vida a una mujer madura que pretende normalizar su abuso a un menor de edad casándose con él, y Natalie Portman es la actriz que quiere contar esa historia valiéndose de mentiras y manipulación. También, el esperado estreno de Poor Things mostrará a Emma Stone en el papel de una mujer que se empodera a través de su liberación sexual. Solamente Club Zero es escrita y dirigida por una mujer.

Recientemente, la directora Sofía Coppola dijo a The New York Times que la plataforma de Apple TV Plus desechó su proyecto de una serie basada en la novela de Edith Wharton, The Custom of the Country, pues los ejecutivos de la empresa consideraron que el personaje protagónico era una mujer “indeseable” que no conectaría con las audiencias. Según Coppola, siempre son los hombres los que encuentran amenazante al personaje de la trepadora social Undine Spragg, mientras que las mujeres están fascinadas con ella.

En su libro, El síndrome de las Supermujeres (2019), el psicólogo español Antoni Bolinches, licenciado en filosofía y máster en sexualidad humana, explica que las mujeres brillantes de mediana edad tienen más dificultades amorosas, particularmente aquellas entre 40 y 60 años que son maduras, inteligentes, con autonomía económica y éxito profesional y social. “Un hombre, con una mujer de su edad y autorrealizada, tendría el estrés de no estar a la altura, de sentirse cuestionado, de no sentirse admirado”, explica. “Una mujer atractiva y con apetito sexual conoce a un hombre. Esa mujer se manifiesta de forma libre y desprejuiciada y eso a él le supera”.

BREVES

La 74 Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional se realiza del 9 al 26 de noviembre con títulos como El Eco, Monster, Club Zero, Cielo rojo, El secuestro del papa, Sobre hierbas secas y Lo mejor está por venir, entre otros. Consulta la programación completa.

La dupla creativa de Brit Marling y Zal Batmanglij (The OA, Sound of my Voice) regresa con su nueva producción, A Murder at the End of the World, una serie con un elenco encabezado por Emma Corrin, que estrena el 14 de noviembre en la plataforma de Hulu y que tendría que estar disponible para México a través de Disney Plus, aunque esto hay que confirmarlo.

A partir del 15 de noviembre, Cine Tonalá presenta funciones especiales de la película mexicana No voy a pedirle a nadie que me crea, del director Fernando Frías de la Parra (Ya no estoy aquí), que estará disponible en Netflix el 22 de noviembre.