Crisis en las relaciones de pareja

¿Por qué el mundo vive hoy una crisis de parejas? La respuesta es rápida y sencilla: el estado actual de la economía. La mayor preocupación de mujeres y hombres solteros es el no poder desarrollarse económicamente, ni alcanzar la independencia, si deciden unirse en pareja y empezar a asumir el costo de formar una familia. Aunque este fenómeno se observa en todo el mundo, las razones específicas de por qué las personas deciden iniciar una relación o mantenerse solteras dependen de cada país.

Por ejemplo, en China las mujeres solteras y económicamente independientes están siendo culpadas por esta crisis. El gobierno explica que las cifras récord en la reducción de su tasa de natalidad se deben a que las parejas jóvenes rechazan el matrimonio. Una encuesta de 2021 reveló que 43.5% de mujeres solteras no quieren casarse por no arriesgar su calidad de vida, mientras que 53.6% de hombres prefieren mantenerse solteros porque no cuentan con la seguridad financiera para mantener una familia.

Pero esto no explica lo que sucede en otros lugares. En países como México, Estados Unidos e Inglaterra las leyes privilegian las uniones, por lo que casarse o simplemente estar en pareja ayuda a mitigar el costo de vida, ya sea por gastos compartidos, acceso a beneficios bancarios, inmobiliarios e incluso de salud. Algunos medios internacionales han llamado a este tipo de relaciones como “inflationships”, es decir, uniones que son motivadas por la inflación económica.

Parece que la cinematografía internacional ya ha tomado nota de esto y, en 2023, las relaciones de pareja ocupan el frente y centro de muchas de las historias que han ganado los premios más importantes alrededor del mundo y que llegarán próximamente a las salas de cine. No podemos llamarle exactamente una tendencia, pero sutil y discretamente, las relaciones sentimentales se han apoderado de la pantalla grande.

No estamos hablando de la familia, ni de la institución del matrimonio, ni de los hijos. Lo que los realizadores están examinando al día de hoy son los conflictos de pareja y lo complicado que se ha vuelto encontrar a alguien afín con quien andar juntos el camino. Quizá por eso, el cine de este año (que en su mayoría se verá en 2024), se siente tan melodramático y telenovelesco. Pero ojo, estas películas abordan el tipo de conflictos que ni de lejos se verían en los melodramas televisivos.

Es, otra vez, un regreso al cine que se realizaba en los años 70, como ya muchos críticos lo han señalado. Se trata, quizá, de revivir la época en que la cinematografía fue más audaz, con la esperanza de regresar este tipo de cine al gusto del público masivo. Cuando el “Nuevo Hollywood” fue la punta de lanza y se abordaron temáticas difíciles de manera visualmente descarnada. Uno de los temas que se exploró entonces fue, precisamente, la desarticulación de la pareja romántica, con películas tan clásicas como El último tango en París (1972), Una mujer bajo la influencia (1974), Secretos de un matrimonio (1974) o incluso precursoras como Un hombre y una mujer (1966) e Historia de amor (1970).

En el contexto de la crisis de parejas que se vive hoy, las historias que se están realizando, lejos de motivar a las personas a tener una relación, parecen un catálogo de razones para mantenerse solteros, pues ponen bajo una lente microscópica los más mínimos detalles que pueden llevar a una pareja al fracaso. Por ejemplo, la mexicana No voy a pedirle a nadie que me crea (en Netflix desde el 22 de noviembre), en apariencia trata sobre una intriga criminal, con toques de suspenso y humor absurdo, pero termina casi como un estudio sobre las relaciones de pareja entre los jóvenes de hoy, donde los motivos para empezar o terminar una relación pueden estar atravesados, incluso, por el crimen organizado.

De forma similar, encontramos películas que ponen al centro una pareja para hablar de nuevas formas de relacionarse, como el poliamor o la diversidad (Passages, Nyad), otras que abordan la competencia a nivel profesional (Rotter Himmel, Fair Play, Anatomy of a Fall), la dificultad de relacionarse con un genio o celebridad y cómo se invisibiliza a la mujer en este tipo de uniones (Priscilla, Maestro, Napoleón), las relaciones atravesadas por la depresión, enfermedad y trauma (Memory, All of Us Strangers), o incluso propuestas como la premiada The Zone of Interest, que presenta el Holocausto judío en Auschwitz desde la perspectiva de un matrimonio alemán. Sí, hasta eso se puede contar así.

Si no es a través de un tema específico también las hay por géneros cinematográficos, como la ciencia ficción (Foe, 2023), misterio (El castigo, 2022), suspenso (La llegada, 2022), terror (Sleep, 2023), acción (Concrete Utopia, 2023) y por supuesto comedia, donde están las románticas (Anyone But You, 2023) o las más intelectuales (The Drop, 2022).

Varias ya se notan influidas por el trabajo del director Ruben Östlund, que en películas como Force Majeure (2014) y Triangle of Sadness (2022) analizó la fragilidad de las relaciones de pareja, que pueden romperse ante cualquier situación inesperada, como una avalancha en un centro vacacional o el hundimiento de un barco. Hoy encontramos historias sobre parejas que entran en conflicto al ser detenidas por migración en un aeropuerto, por extraviar momentáneamente a un hijo, dejar caer accidentalmente a un bebé, o incluso por el insomnio, el sonambulismo y hasta roncar.

Todo esto sirve como muestra de que la neurosis en la que vivimos impacta las relaciones y esconde un motivo más profundo que solamente la situación económica, y este podría ser la ansiedad, razón por la que los jóvenes no desean cargar con la responsabilidad de una relación de pareja. Y es que hoy, a la par de la existente epidemia de ansiedad y depresión que afecta a más de 300 millones de personas en el mundo (de acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud), el Servicio de Salud Pública de Estados Unidos también reconoció que en 2023 se vive una epidemia de soledad.

En lo personal, creo que a cada generación le toca aprender que encontrar novi@ es difícil, que vivir junt@s es muy complicado, que nada nos prepara para criar a nuestros hijos y que la economía casi siempre es un sufrir. Se entiende entonces que las parejas se sientan rebasadas y, sin embargo, como personas hay que mantenernos abiertas a relacionarnos y a compartir nuestras vidas con otros.

Aunque también, como lo señala la abogada Jill Filipovic en su columna para CNN, los gobiernos deberían dejar de privilegiar las uniones y matrimonios. “En Estados Unidos se podría separar el seguro médico de los empleos y volver el cuidado de la salud un derecho básico en lugar de un privilegio”, escribe. “En este panorama creado por los empleadores, los solteros son mucho más pobres que los casados”. Y tiene razón, ya es hora de empezar a proteger a los solteros, que en este momento son quienes más lo necesitan.

BREVES

Ya están disponibles a través de Paramount Plus los primeros episodios de la serie The Curse, el nuevo experimento del comediante y productor Nathan Fielder, que ahora tiene como protagonista a Emma Stone en una historia que mezcla el humor negro y el suspenso.

Netflix añadió a su catálogo la película Rustin, sobre el activista negro Bayard Rustin, que en los años 60 luchó por los derechos civiles, contra el racismo y la homofobia.

En cines ya se puede ver Napoleón, la nueva película del director Ridley Scott, que ya está causando polémica por su representación de la vida del emperador francés Napoleón Bonaparte. También estará disponible en la plataforma de Apple TV Plus.