Las conversaciones sobre sexo pendientes para 2024
HÍBRIDO

Como crítico de cine y música tiene más de 30 años en medios. Ha colaborado en Cine Premiere, Rolling Stone, Rock 101, Chilango, Time Out, Quién, Dónde Ir, El Heraldo de México, Reforma y Televisa. Titular del programa Lo Más por Imagen Radio. X: @carloscelis_

Las conversaciones sobre sexo pendientes para 2024
Documental 'Kokomo City'. Foto: Magnolia Pictures.

“Los hombres no hablan de sexo… ¡pero claro que lo hacen!”, dice Katherine Cummings en el documental Casa Susanna (2022). Ella es una mujer trans de 86 años que habla de su experiencia en los años 60 en este lugar de esparcimiento para las comunidades travesti, transexual y transgénero, que en aquellos años no estaban claramente diferenciadas. “Por primera vez en mi vida pude hablar con quien yo quisiera sobre temas que las personas promedio no podían, ni se imaginaban que existían”.

Parece increíble que, más de 60 años después, la sociedad siga sin entender y sin poder hablar de los temas de sexualidad que nos conciernen a todos, sí, a todos. En 2023, varios de estos temas se abrieron paso hasta los titulares de los medios de comunicación masivos y, sin embargo, se abordaron tan superficialmente que la mayoría de las personas pudieron continuar con sus vidas como si nunca hubieran escuchado hablar de ello.

Quizá el término más destacado fue “hombres que tienen sexo con hombres”, que suena casi como una redundancia pero que, en esa supuesta obviedad, esconde mucho más de lo que cualquier persona está dispuesta a entender. Es fácil confundir este término con el de hombres homosexuales y olvidarse del asunto, pero precisamente porque no se trata únicamente de hombres homosexuales, es que los medios de comunicación fallaron al transmitir este mensaje cuando se mencionó durante la epidemia de viruela símica (Mpox).

Como el término claramente lo explica, son todos los hombres que más allá de su orientación sexual o identidad de género, tienen relaciones sexuales con otros hombres. Es decir, hombres heterosexuales, bisexuales, homosexuales o trans que, por la razón que sea, han tenido sexo con otra persona que también se identifica como hombre. Mientras los medios de comunicación sigan tratando de evadir esta realidad, aportarán negativamente a la ignorancia de su audiencia, a perpetuar estereotipos y a que continúe la transmisión de infecciones.

La diversidad de estilos de vida que existen en la actualidad nos obliga a pensar en igual número de placeres y fetiches, que van desde los más tradicionales e inofensivos hasta los más excéntricos. Mucho se habló este año de las personas trans en el espectáculo, pero la transfobia siguió creciendo en México. Wendy Guevara como la figura trans más mediática y Nicola Porcella insinuándose como pansexual, demostraron cómo un reality show puede trivializar temas importantes. De forma similar, varios comunicadores “serios” hicieron el ridículo al confundir el festival de Folsom Street de San Francisco, donde se celebra la expresión fetichista, con una manifestación de personas que se creen perros.

Sería muy sano para todos que no se nos tildara de pedófilos ni se nos acusara de cometer crímenes pasionales sólo por expresarnos libremente y, de paso, que tampoco se quiera ningunear el trabajo sexual. ¿Por qué el odio en redes sociales, y desde comunicadores como Ciro Gómez Leyva, tras la muerte de le magistrade Ociel Baena? ¿Sólo por declararse como no binarie y ejercer su expresión de género?, ¿por maquillarse, usar faldas y zapatos de tacón, o por tener una pareja masculina? ¿Qué llevó a Vicente Fox a atacar a una mujer como Mariana Rodríguez y llamarla “dama de compañía”? ¿Y por qué no ha quedado claro que el trabajo sexual también es trabajo?

Las conversaciones pendientes sobre sexo nos siguen llegando a través de las minorías y de la diversidad, pero en 2023 nos llegaron, específicamente, a través del trabajo de la comunidad trans que se volvió más accesible gracias a diversos documentales. “Así como un hombre blanco no me acepta, si yo me presento como una mujer negra y trans, mi comunidad tampoco me acepta”, explica Daniella Carter en Kokomo City (2023).

“Siempre creí que mi hermano sabía que yo era DL. Mi padre me llamó desde prisión y le conté sobre mí, y me dijo que todo estaba bien”, explica un hombre negro en el mismo documental. “Luego mis hermanos me contaron que mi papá también tenía relaciones en la cárcel”. DL es la abreviación para Down Low, el término que en inglés se refiere a los hombres que tienen relaciones distintas a las heterosexuales, pero lo hacen discretamente. Es parecido a lo que antes se conocía como “el clóset”, con la diferencia de que los hombres enclosetados aún sienten vergüenza mientras que los DL ya están más asumidos.

“A los ojos de los blancos todos somos negros, ¿y de pronto alguien en mi comunidad quiere definir cómo se tiene que ver un hombre o una mujer negra?”, se dice en otro segmento de Kokomo City, que ahonda en temas que ya se han tocado en otros documentales como The Stroll (2023) o la producción mexicana Kenya (2023), sobre la relación entre “el cliente” y las mujeres trans que se dedican al trabajo sexual.

Tanto en The Stroll como en Kenya se habla de cómo este trabajo ya dejó de ser rentable, pues con la apertura de las nuevas generaciones en temas de sexualidad, cada vez hay más mujeres trans dispuestas a dedicarse a ello. Kokomo City es más explícito sobre los gustos y las prácticas de “el cliente”, pero al hacerlo desde una perspectiva crítica también abre un espacio para dar voz a aquellos hombres que sienten atracción, o que incluso están en una relación, con mujeres trans.

Casa Susanna es casi la contraparte de estos documentales, pues presenta la perspectiva de mujeres trans blancas que antes de transicionar ya estaban casadas con mujeres heterosexuales. Pero la ausencia de mujeres negras evidencia el “elefante en la habitación”, que es el tema de la segregación, no solamente racial sino también al interior de las propias minorías, donde trans rechazan a trans, gays rechazan a gays, negros rechazan a negros y mujeres rechazan a mujeres por su otredad.

Una investigación publicada por la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), llamó la atención este año por afirmar que los jóvenes no quieren ver sexo en el entretenimiento. Pero al observar detalladamente la metodología, descubrimos que el grupo de estudio estuvo compuesto por 49.5% de mujeres, 46.6% de hombres, 1.6% identificados como no binaries, 0.9% como género fluido y 1.4% no sabían o preferían no decir. De ahí, el 52.2% de los entrevistados eran blancos. Esta información obliga a preguntar, ¿quiénes son exactamente los jóvenes que dicen no estar interesados en el sexo?

En los resultados del reporte anual sobre representación en los medios, realizado por la Alianza de Gays y Lesbianas contra la difamación (GLAAD), hay un detalle más o menos escondido: la mayoría de los personajes LGBTQI+ que aparecen en el entretenimiento son, al mismo tiempo, de una etnia diferente a la blanca. Me parece un dato problemático, pues las grandes empresas de entretenimiento estarían sugiriendo que la diversidad sexual sucede mayormente entre las minorías.

Y son precisamente estos grupos vulnerables los que aún padecen más discriminación y violencia. De acuerdo con la información de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades en Estados Unidos (CDC), los jóvenes que se identifican con cualquier otra identidad sexual diferente a la heterosexual son discriminados y esto afecta directamente su salud mental. Según la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex (ILGA), 64 estados miembros de la ONU todavía criminalizan los actos sexuales entre personas del mismo sexo. Alguien, por favor, pásele estos datos a Ciro Gómez Leyva.

No te pierdas:Mujeres indeseables

BREVES

Para completar la oferta de documentales sobre diversidad, también pueden checar Loving Highsmith (2022) y Queen of the Deuce (2022), enfocados en intelectuales y empresarias de la comunidad lésbica. El primero está en FilminLatino y Apple TV Plus.

Doi Boy es un estreno reciente de Netflix que cuenta la historia de un trabajador sexual en Tailandia que se enreda en una intriga con su cliente.

Las noches de Tefía es una serie española que combina el drama con los musicales y que cuenta la historia de prisioneros LGBTQI+ retenidos en un campo de trabajo durante la dictadura franquista. Está en el catálogo de Apple TV Plus y Prime Video.

Síguenos en

Google News
Flipboard