Reflexiones decembrinas rumbo a 2024

Se va un año en que se recrudecieron las tendencias dictatoriales, la simulación vino con el anuncio de la estafeta idónea para garantizar un maximato, un fenómeno natural evidenció aún más el abandono a la población (la más pobre y la más vulnerable) en Acapulco, se agredió como nunca en la historia moderna a la división de poderes y se amenazó la autonomía en todos sus rostros institucionales.

Un ministro que presidió la Suprema Corte formalizó su tendencia política, tiró la toga y se entregó a la campaña de la candidata del régimen al que sirve con esmero.

Tenemos un presidente que hace públicos sus respetos por la muerte de la madre de un legendario narcotraficante y criminaliza sin pruebas a 5 jóvenes ejecutados en Celaya, Guanajuato para contabilizar más de 175 mil homicidios dolosos, en lo que va de su administración.

Doce meses en los que se agudizó la amenaza contra organismos autónomos como el INAI, se ordenó a Senadores abyectos sostener incompleta la integración de ese pleno que garantiza la transparencia y el acceso a la información, misma operación perversa ordenada para evitar la designación de las vacantes en  la Sala Superior del Tribunal Electoral, inmerso en lamentables insidias internas que desgastan su fortaleza en grillas que el régimen alienta a través de sus personeros para destruir la credibilidad de los magistrados que calificarán la elección presidencial en poco más de 6 meses.

Un año en el que México escucha a su presidente llamar al voto para que su partido logre mayoría en el Congreso, pisoteando las leyes electorales, sabedor que sus candidatos no le aseguran el triunfo que garantice sus excesos. Se va un 2023 en el que los legisladores federales leales al Ejecutivo aprobaron leyes inconstitucionales con pleno conocimiento de causa para agredir la autonomía del Poder Judicial que aún logra revertir el atentado contra el orden jurídico que sostiene nuestra democracia.

Un año en el que la consistencia de las falacias y el engaño fueron las características del discurso demagógico que disfraza la convicción dictatorial con atuendo de supuesta transformación.

Texcaltitlán, en el Estado de México, muestra la crudeza del dominio de los criminales que se envalentonan en la impunidad que se tolera desde las instituciones de un gobierno federal indolente e incapaz. El hartazgo de las víctimas dibuja el panorama de un país que normaliza la devaluación del Estado de derecho.

En un entorno de estas características la Suprema Corte de Justicia se erige como la última columna del edificio que sustenta nuestra democracia, con decisiones capaces de revertir la indignidad de autoridades que desprecian la fuerza de la ley.  Lo de ellos es la mezquindad para servirse del cargo y aprovechar para efectos personales su efímero poder, mismo vicio que ofrecieron combatir cuando eran oposición.

México necesita un Tribunal Constitucional firme que soporte la andanada de ataques que pretenden debilitarlo ahora y desaparecerlo después, sólo sí obtienen la mayoría calificada que les abra la llave de reformas constitucionales regresivas que atentarán contra el espíritu republicano. Ahí reside la verdadera trascendencia del proceso electoral de 2024, el Poder Judicial Federal vivirá o morirá como lo conocemos a través de la futura integración de las Cámaras del Congreso, no es casualidad que el presidente llame desde ahora al voto para lograr carro completo en el legislativo.

Se va un año que vio la llegada de la primera mujer que preside la Corte y el Consejo de la Judicatura Federal. Norma Piña se convirtió en una protagonista indiscutible de 2023 y justo este jueves 14 de diciembre rinde cuentas como titular del único Poder capaz de revertir la hegemonía del abuso. El Máximo Tribunal que encabeza resolvió del uno de diciembre de 2022 al pasado 30 de noviembre 3,456 asuntos para garantizar derechos en materia de salud, educación, seguridad social, acceso a la información y libertad de expresión, entre otros.

En 170 sesiones públicas y privadas del pleno de la Corte y 78 de sus dos salas se tomaron decisiones que han permitido preservar la independencia judicial, la imparcialidad y el debido proceso.

Con sus 919 órganos jurisdiccionales en todo el territorio nacional y casi 50 mil servidores públicos, el Consejo de la Judicatura Federal destinó cerca del 85% de su presupuesto en tareas de impartición de justicia con resoluciones que permitieron revertir actos de autoridad y leyes que vulneraron la Constitución.

Y para quienes dicen que el Poder Judicial se autodetermina como el “castillo de la pureza”, van estos datos: Desde la Judicatura Federal se atendieron 391 denuncias por corrupción y nepotismo, se vinculó a proceso a un magistrado federal y un secretario particular. Actualmente se encuentran en trámite 7 carpetas de investigación iniciadas contra jueces y magistrados por presuntas conductas irregulares. Se invirtieron más de 1,600 millones de pesos en la política anticorrupción.

Datos oficiales públicos que muestran la transparencia y autocrítica que Andrés Manuel López Obrador ha sido incapaz de abanderar. Una administración plagada de escándalos que alcanzan a su propia familia y colaboradores cercanos por temas de tráfico de influencias, delitos electorales, Segalmex, los diezmos de Delfina Gómez, el uso político de la Fiscalía General de la República, las tenebras de Manuel Bartlett y como si fuera poco la casa gris y los demás beneficios multimillonarios obtenidos al margen de la ley por sus hijos Andy y José Ramón López Beltrán.

A pesar del estrangulamiento presupuestario, la Ministra Piña entrega buenas cuentas con la firmeza y la preservación de la independencia que representan los estandartes de la justicia federal que necesita México.

Se padece una regresión que además esboza la desaparición de órganos autónomos ante un régimen que necesita la opacidad para difuminar su cleptomanía.

Otra ocasión inédita veremos este jueves con la ausencia del presidente de la república en la sesión solemne con motivo del primer informe de labores de la presidenta del Tribunal Constitucional que asume un liderazgo que inspira empatía. 

Externo estas reflexiones decembrinas con deseos sinceros de que este nuevo ciclo nos permita renovar la esperanza de mejores escenarios en el panorama nacional. El poder del voto reflexivo, responsable y bien informado puede propiciar equilibrios esenciales para la conformación de una legislatura verdaderamente plural en un año que como cada 6 será intenso y crucial.

EDICTOS

Agradezco a los lectores de La-Lista su preferencia y acompañamiento en este ejercicio semanal de opinión. Tomaré unos días de vacaciones para volver a publicar Libertad Bajo Palabra el jueves 4 de enero, justo en la fecha del tercer aniversario de este medio de comunicación comprometido con la libertad de expresión, el rigor periodístico y la diversidad de ideas.

¡Felices fiestas y mis mejores deseos de salud y bienestar para todos ustedes!