Soy pipero y me van a matar

Déjame presentarme para que no tengo dudas de que lo que cuento es cierto. Me llamo ***, pero ponle Mario, el masculino de mi madre, que es el amor de mi vida. Soy chofer de toda la vida, como mi papá. Antes era de tráiler, pero ya soy pipero. Acá está mi credencial para que no desconfíes y acá mi licencia tipo E. La empresa para la que trabajo surte agua a la Ciudad de México, las zonas rurales. Es negocio familiar, de esos que traen el apellido del dueño, un tipo a toda madre, pero que ahora anda nervioso juntando dinero para la mafia.

Te cuento: yo ya sabía que se venía una crisis de agua. Uno como pipero lo sabe antes que muchos. Fue por ahí de noviembre —me acuerdo porque había altares de Día de Muertos— que iba yo por el Ajusco Medio, Tlalpan, y se me cerró una combi. Diez de la mañana, frente a un puesto de carnitas. Me salieron tres tipos y me encañonaron. Yo pensé “me van a secuestrar”, pero no me levantaron. Nomás me dijeron que si me veían por ahí de nuevo me iban a quebrar. Y un puñetazo a la cara. Así muy dueños de la ciudad. Los famosos del Sindicato Libertad, ¿los has escuchado?

Ah, son como un cártel. Andan armados, golpean, torturan, secuestran, matan. Así como unos hacen negocio con la marihuana y la cocaína, ellos hacen negocio con el agua. ¿Ves cómo en las series de narcos unos no pueden meterse a las plazas de los otros o les dan piso? Pues ellos así operan desde Iztapalapa hasta Tlalpan. Un día deciden que ellos van a ser los únicos que extraigan agua de ciertos pozos y si te acercas, te balean. O que ellos van a ser los únicos distribuidores de pipas con agua tratada y potable y si te acercas, piso.

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¿Qué pasa si te intentas meter a sus rutas a la fuerza? Pues que Dios te agarre confesado porque en el mejor de los casos te quitan la pipa, pero en los peores… ni te cuento.

Pero me estoy desviando. Te decía que yo ya sabía de la falta de agua, porque ese día volví con el dueño a contarle lo que me pasó y escuché lo mismo de otros tres compañeros. A mí me fue mejor, porque nomás me dieron un madrazo, pero a otro lo dejaron muy golpeado. Y así me enteré: el Sindicato Libertad ya se empezó a mover, señal de que no hay agua en la ciudad.

Estos ya agarraron el negocio y por una pipa de 10 mil litros que se vende en unos mil 800 pesos, estos malditos la subastan hasta en 10 mil pesos. Ya estuvo que la gente más pobre se quedó sin agua, si esto sigue así. Y si queremos trabajar para ellos, revendiendo muy caro, hay que pagar piso. Te digo que el dueño anda nervioso: hasta se quiere ir del país.

Dicen que tienen trato con los cárteles grandes del norte y el de Jalisco. Y que la policía los ayuda. Tienen gente por todos lados. Y están bien locos: un día te dejan trabajar porque pagaste y el otro te dicen que no te puedes meter y te desaparecen. No es broma. Los piperos sabemos cosas: yo, por ejemplo, creo que me van a matar, si no se resuelve rápido lo del agua.

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GRITO. Desde 2018, la Secretaría de la Defensa Nacional lleva un puntual seguimiento a las operaciones de la “Confederación Libertad de Trabajadores de México” o Sindicato Libertad, cuyos líderes tienen órdenes de aprehensión pendientes por homicidio, secuestro, extorsión y operaciones con recursos de procedencia ilícita.