En Morelia, las luces de su festival cinematográfico iluminan algo más que las pantallas. También revelan esos rostros que llegan con la fuerza de lo nuevo, con el pulso de quien entiende el arte como una forma de resistencia. Jaklyn Bejarano es una de esas presencias que han destacado. Formada en el teatro, se presentó en el Festival Internacional de Cine de Morelia con La Gloria, de Joseph T. Walker, dentro de la Selección Internacional.
Su interpretación no busca deslumbrar: conmueve. En ella hay una entrega silenciosa, la de una mujer que lleva al límite la empatía y convierte la frontera —geográfica y humana— en un espejo de lo que somos. Y, para mí, ha sido un verdadero gusto chalar con ella. Esto es lo que me platicó:
Te recomendamos: Lucía Gómez-Robledo entre dos mundos: el cine que critica y el teatro que sana
Jaklyn Bejarano y la historia que cruzó fronteras
La actriz Jaklyn Bejarano llegó a Morelia con la emoción de quien regresa a casa para mostrar primer trabajo en largometraje, La Gloria, dirigido por Joseph T. Walker. La cinta, parte de la Selección Internacional del Festival Internacional de Cine de Morelia 2025, narra el encuentro entre un ranchero estadounidense (interpretado por David Morse) y una migrante salvadoreña embarazada que huye hacia Estados Unidos. Jaklyn interpreta a Irene, una mujer que encarna la vulnerabilidad de miles de personas desplazadas en busca de un futuro posible. “Desde que leí el guion conecté con ella por su situación límite”, compartió. “La mayoría de los latinoamericanos vivimos tratando de sobrevivir entre la violencia y la desigualdad, e Irene representa ese anhelo de dignidad que todos tenemos”.
El desierto según Jaklyn Bejarano
Durante el rodaje en el desierto, Jaklyn Bejarano experimentó algo que transformó su manera de actuar. “Escuché susurros, como si fueran las voces de todas las personas que se quedaron en el camino”, relató. “No me dio miedo; las sentí acompañándome”. Las escenas se filmaron en un paso migratorio real, y la actriz convirtió esa experiencia en una presencia emocional.
El filme, una producción independiente de Hollywood, evita el discurso panfletario y apuesta por la intimidad. Walker propone una frontera simbólica, donde lo humano y lo político se tocan. La Gloria muestra el dilema ético de un hombre que debe decidir entre entregar a una migrante o salvarla —y, con ello, salvarse a sí mismo.
“Sentí que Irene no caminaba sola; detrás de ella estaban las historias silenciadas de toda una región”.
Esto te interesa: Hari Sama y Catatonia: nuevas voces para el cine latinoamericano
David Morse y la mirada cómplice
El encuentro de Jaklyn Bejarano con el veterano actor David Morse marcó su debut cinematográfico. “Lo conocí un día antes del rodaje. Es serio, imponente, y me intimidaba. Pero cuando empezó la primera escena, me miró como diciendo: vamos juntos”, recuerda.
Esa complicidad permitió que la vulnerabilidad de Irene emergiera con naturalidad.
“David siempre me preguntaba si estaba bien, si quería repetir. Había escenas duras, con golpes o forcejeos, y él cuidaba los límites. Aprendí que la empatía también es una herramienta de trabajo”. Las secuencias se filmaron casi en orden cronológico, lo que le permitió a Bejarano acompañar la evolución emocional del personaje.
“Entendí las prioridades de la vida: la familia, el valor de existir, la posibilidad de empezar otra vez”, reflexiona Jaklyn Bejarano.
El eco de las fronteras invisibles
Mira la conversación completa en video con Jaklyn Bejarano, actriz mexicana que actuó en el filme La Gloria, presentada en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM). En esta charla habla del proceso de construir a Irene, una mujer salvadoreña que cruza el desierto en busca de una vida posible, y de cómo el cine puede transformar la mirada con la que entendemos la migración y la empatía.
Entre memorias del rodaje con David Morse, los susurros del desierto y su tránsito del teatro al set, Jaklyn Bejarano comparte una reflexión luminosa sobre el arte de escuchar y sobre las voces que el cine puede rescatar del silencio.
También lee: Itatí Cantoral y Ariel Miramontes: Risa, reflexión y Desastre en familia
Jaklyn Bejarano: del teatro a la intimidad del cine
Egresada de la Escuela Nacional de Arte Teatral (ENAT), Jaklyn Bejarano ha formado parte de montajes como Malpaís de David Olgüín, No soy lo que soy con Traslapo Teatro y Ánima de Santiago Cumplido.
Su tránsito del escenario al set le exigió otro tipo de presencia: “El teatro te da estructura, pero el cine te exige una conexión íntima contigo misma”.
Gracias a la apertura de Joseph T. Walker y al trabajo de la fotógrafa Sara Purgatorio, la actriz encontró un nuevo modo de crear: “El rodaje se volvió una familia. Entendí que el cine también puede ser un espacio de escucha y comunidad”.
Además de su carrera actoral, esta talentosa actriz desarrolla proyectos escénicos propios, como Mujer en serie, residencia realizada en Costa Rica con apoyo de la Coordinación Nacional de Danza.

La Gloria o el espejo de lo esencial
Para Jaklyn Bejarano, La Gloria es más que un debut: es una oportunidad de mirar hacia adentro. Su interpretación, contenida y empática, convierte la frontera en metáfora de lo humano. La Gloria nos recuerda que cada historia migrante es también una historia de resistencia, y que el cine, cuando nace desde la verdad, puede tender un puente entre quienes se quedaron y quienes aún caminan hacia su destino.
Yo soy y me llamo Ligia Oliver y espero que sigas mi columna en este medio. Soy miembro del Consejo Directivo de Tinta Escritores Cinematográficos México. Me desempeño como periodista cinematográfica, guionista, locutora, editora, traductora y productora de cine, radio y TV, además de la dirección editorial de Somos Texto. Amo el cine mexicano (como ya te habrás dado cuenta). También soy filósofa y apasionada de la cultura griega. Mantengamos contacto vía: IG: @lixoliver FB: @lixoliverligia o lixoliver@gmail.com