‘Hoy me casaré con el amor de mi vida’: La prometida de Julian Assange
Stella Moris: 'Esta no es una boda en la prisión, es una declaración de amor y resistencia'. Foto: Tayfun Salcı/Zuma Press Wire/Rex/Shutterstock

Nuestro derecho a casarnos

Hoy es el día de mi boda. Me casaré con el amor de mi vida. Mi futuro esposo es el padre de nuestros dos hijos, es un hombre maravilloso, inteligente y divertido, tiene un profundo sentido del bien y del mal y es conocido en todo el mundo por su trabajo como un editor valiente. Hoy al mediodía, atravesaré las puertas de la prisión de alta seguridad más opresiva del país y me casaré con un preso político, el fundador de WikiLeaks, Julian Assange.

Por supuesto, esta no es la boda que deberíamos tener. Julian ha pasado casi tres años detenido injustamente en nombre de la potencia extranjera que conspiró para matarlo en las calles de Londres.

Hoy será un momento privado en el que afirmaremos nuestro amor por el otro. El vestido está diseñado por los amigos de Julian, Dame Vivienne Westwood y Andreas Kronthaler. Me siento honrada de vestir su hermosa creación. Es un símbolo de nuestro amor y desafío frente a esta cruel situación.

Esta no es una boda en la prisión, es una declaración de amor y resistencia a pesar de los muros de la prisión, a pesar de la persecución política, a pesar de la detención arbitraria, a pesar del daño y el acoso infligido a Julian y a nuestra familia. Su tormento solo hace que nuestro amor sea más fuerte.

Cada parte de este evento privado es objeto de una intensa vigilancia, desde nuestra lista de invitados hasta la foto de la boda.

Tras bastidores nos enfrascamos en una disputa con el Ministerio de Justicia y las autoridades penitenciarias, que rechazaron a los testigos que propusimos debido a que son periodistas; y que rechazaron al fotógrafo que propusimos porque también trabaja como fotógrafo de prensa, a pesar de que todos asistirían en calidad de particulares.

La prisión afirma que la foto de nuestra boda es un riesgo para la seguridad porque podría terminar en las redes sociales o en la prensa. Qué absurdo. ¿Qué tipo de amenaza para la seguridad podría representar una foto de boda?

Belmarsh normalmente permite la toma de fotografías. A Tommy Robinson y a otros presos condenados les permitieron ser entrevistados en cámara cuando el canal ITV filmó dentro de la prisión de Belmarsh. Pero en el caso de Julian, que ni siquiera está cumpliendo una condena, parece que existe un conjunto diferente de normas. ¿A qué le temen tanto?

Estoy convencida de que temen que la gente verá a Julian como un ser humano. No como un nombre, sino como una persona. Su miedo revela que quieren que Julian permanezca invisible al público a toda costa, incluso en el día de su boda, y especialmente en el día de su boda. Que desaparezca de la conciencia pública.

La prensa no tiene permitido fotografiar a Julian desde 2019. La última vez que la prensa lo fotografió fue a través de las ventanas rayadas de una camioneta de la prisión de Serco cuando se dirigía al tribunal, poco después de su detención el 11 de abril de 2019. Después de la publicación de esas fotos, las autoridades cambiaron su transporte por camionetas con persianas de acero automáticas, que impiden incluso ese tipo de fotografía de prensa.

La gente no ha visto a Julián desde hace tres años. Últimamente, ni siquiera se le ha permitido estar en el tribunal para sus propias audiencias. En octubre, sufrió un ataque isquémico transitorio (AIT), o miniderrame.

La forma en que lo tratan es cruel e inhumana, y a la opinión pública no le gusta. Por eso las autoridades lo ocultan de los ciudadanos.

Están convirtiendo a Julian en el prisionero X, una abstracción que no se ve ni se oye, y por lo tanto no existe. Están desapareciendo a Julian porque su encarcelamiento es una desgracia nacional, una vergüenza para el Estado británico y una medida despiadada y autoritaria.

La lógica de desaparecer a una persona con la esperanza de que sea olvidada es lo que hizo la Rusia soviética. Pero ya es demasiado tarde para ocultar lo que le están haciendo. El relator especial de la ONU sobre la tortura, Nils Melzer, desglosó una década de persecución y tortura psicológica infligida a Julian. Están haciendo sufrir a Julian en una monstruosa e innegable persecución política.

Julian no está acusado de algún delito en el Reino Unido. Los cargos a los que se enfrenta en Estados Unidos están, según Amnistía Internacional, motivados políticamente. Y de acuerdo con todas las principales organizaciones de libertad de prensa, los cargos también son un ataque al propio periodismo, porque criminalizan el periodismo y permiten el encarcelamiento de periodistas por hacer su trabajo.

El afán de las autoridades por silenciar y hacer desaparecer a Julián nace del miedo. Tenemos la fuerza de nuestro amor y de nuestra legítima convicción. La familia de Julián luchará por su libertad y por su vida, hasta que esté libre. El amor por encima del miedo. Únete a nosotros.

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