Ministros de la Corte, divididos sobre reforma judicial; proponen sustitución progresiva

Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación mostraron sus opiniones divididas respecto a la reforma judicial, pues mientras unos rechazaron la elección por voto popular de jueces, magistrados y ministros, otros la apoyaron, y hubo quienes cedieron en que estos cargos sean votados por la gente, pero pidieron que haya una sustitución progresiva en el Poder Judicial.

Las ministras que apoyaron la elección directa fueron Lenia Batres y Yasmín Esquivel, aunque esta última planteó cubrir los puestos “de forma escalonada”.

La ministra presidenta de la SCJN, Norma Piña, pidió ser críticos de la justicia en México, pero hay que aplicarla poniendo en el centro a las víctimas.

“En la reforma judicial que hoy nos convoca no debe pesar más la celeridad que la idoneidad. Las víctimas merecen personas juzgadoras honestas, empáticas y capacitadas”, subrayó.

“La justicia no solo es una cuestión de leyes y tribunales, la justicia es una cuestión de derechos humanos, de ética y de dignidad que involucra a todas las autoridades de distintos niveles de gobierno”, agregó.

Jorge Mario Pardo Rebolledo, ministro de la SCJN, opinó que la carrera judicial y los concursos de oposición constituyen una vía adecuada para seleccionar a quienes integran la Judicatura Federal. 

Aseguró que los casos de corrupción “son la excepción, no la regla en general”, pero reconoció que hay “áreas de oportunidad” para atender mejor a la sociedad. 

“Entiendo la intención de materializar una reforma de alto impacto, con un esquema en el que jueces, magistrados y ministros sean elegidos por voto directo de la ciudadanía. Independientemente de que en lo personal no comparto que ese mecanismo sea el más idóneo, me parece que la implementación de ese cambio trascendental, como se propone, de sustituir en un solo momento a la totalidad, generaría un desajuste importante en el funcionamiento e integración de los órganos de justifica federales”, anotó. 

Ante ello, Pardo Rebolledo sugirió que esa sustitución pudiera hacerse de manera gradual, escalonada, atendiendo a las vacantes que se van presentando, y que haya colaboración y sinergia entre las personas con carrera judicial. 

Sobre el Tribunal de Disciplina Judicial, comentó que implicaría que un solo cuerpo de juzgadores actúe como fiscal y juez, lo cual podría interferir con la independencia judicial. 

Lenia Batres, ministra de la SCJN, acusó que hoy las puertas del Poder Judicial están abiertas al “tráfico de influencias”, no a la ciudadanía. 

Aseguró que hasta ahora ha fracasado el Poder Judicial en garantizar justicia, por lo que apoya la reforma propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador. 

Batres propuso que se limiten interpretaciones y resoluciones de la Corte, para que no afecten decisiones del Poder Ejecutivo o Legislativo. 

“La sociedad mexicana demanda que las personas juzgadoras respondan a los intereses públicos”, aseguró. 

Juan Luis González Alcántara, ministro de la SCJN, aseguró que la iniciativa sí pone en riesgo el acceso a la justicia. 

Pero reconoció que ya “no es momento para negacionismos o críticas generales”. 

“Las personas juzgadoras son la cristalización de la carrera judicial y la expertiz que a lo largo de los años se ha construido con mucho esfuerzo”, anotó. 

Sobre la elección por voto popular, opinó que se deja de lado la carrera judicial y “estamos politizando los nombramientos, la ciudadanía va a elegir en las urnas pero los candidatos van a pasar por un filtro político”. 

“¿Queremos una campaña judicial que venda promesas a futuro?”, preguntó. 

Si se mantiene el voto popular, indicó que debería ser para decidir la continuación en el cargo, pero no sustituir la llegada por méritos. 

El ministro Javier Laynez defendió la carrera judicial y dijo que se rehusa a creer que 30 años después este sistema “solo haya traído corrupción, impunidad o tráfico de influencias”. 

“Yo temo que esta propuesta pueda agravar los problemas” que hay actualmente en el Poder Judicial, refirió y sostuvo que la propuesta de reforma judicial compromete la independencia judicial. 

Puso de ejemplo que los maestros no se votan y la misma situación debería ocurrir con los jueces que llegan por carrera judicial. 

“El mandato de las urnas es claro”, zanjó la ministra Yazmín Esquivel, quien apoyó la elección de jueces, magistrados y ministros. 

Pero coincidió en ir “cubriendo de forma escalonada aquellos cargos que queden vacantes”, por medio de la elección directa que a su vez garantice “elevados estándares de calidad”. 

El ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena señaló que una reforma mal hecha afectará la economía nacional. 

Si avanza la elección de jueces, magistrados y ministros, anotó que podrían convertir a la justicia en una “subasta de jueces y magistrados”. 

“Lo mejor sería una reforma al sistema meritocrático de carrera judicial, que ya tenemos, es superior porque los jueces son seleccionados por mérito”, precisó. 

Por ello llamó a mantener la profesionalización de la función judicial, con una escuela autónoma. 

El ministro Alberto Pérez Dayán anotó que “la prisa no es un buen consejero” para aprobar una reforma constitucional, por lo que se pronunció contra “arrebatos“.

La ministra Loretta Ortiz dijo que los estándares internacionales no establecen un modelo ideal para la elección de jueces. Pero lo relevante es que deben existir garantías que aseguren que los nombramientos no sean percibidos como decisiones de carácter político. Y pugnó porque se considere el mérito personal y la capacidad profesional de las personas candidatas.

Llamó la atención que la ministra Ortiz no hizo ningún comentario a favor del método de elección por voto popular.

A su vez, la ministra Margarita Ríos Farjat aseguró que una buena reforma legislativa debe estar orientada a resolver problemas, no desarreglar lo que funciona para no crear problemas, ser económica e implementarse con sencillez. Y pugnó porque la carrera judicial no desaparezca.

El ministro Luis María Aguilar dijo que no se opone a la elección de juzgadores, si se combina bien con la carrera judicial. Lo importante es garantizar la independencia de su trabajo.

Al foro también fue invitado el exministro Arturo Zaldívar, quien consideró que la independencia judicial es una máscara para juzgar contra los intereses del pueblo.

“El pasado 2 de junio el pueblo mandó un mensaje contundente de que se requiere una reforma judicial”, anotó.

Síguenos en

Google News
Flipboard