Optimismo para un año nuevo: razones para tener esperanzas en 2021

2020 ha sido un año difícil, pero hay algunos destellos de luz en la penumbra. Desde granjas amigables con la naturaleza hasta gusanos antienvejecimiento e incluso una forma de fabricar vodka de la nada, aquí hay algunas pequeñas perlas de esperanza para este año. 

Bristol: la gente detrás de la ciudad más verde de Gran Bretaña

Imagínate una ciudad donde la energía se genera a partir de turbinas y vías fluviales. Donde abundan las ciclovías, espacios verdes, huertos, cajas de verduras y restaurantes veganos, los autobuses funcionan con desechos humanos y las calles se cierran para que los niños puedan jugar. No es una fantasía. Esto sucede en Bristol, una ciudad cada vez más festejada por ser pionera en la vida urbana respetuosa con el medio ambiente.

La primera ciudad del mundo en declarar una emergencia climática, y la primera Capital Verde Europea de Gran Bretaña, se encuentra constantemente a la cabeza de varios indicadores verdes. Este año fue juzgada como la ciudad británica más respetuosa con el medio ambiente por sus altas tasas de reciclaje (47.4%), generosos espacios verdes (29 hectáreas), escaños del Partido Verde en el Concejo de la ciudad (11) y emisiones de carbono y consumo de gas.

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Un círculo virtuoso verde parece girar en el West Country, mientras los ciudadanos conscientes del medio ambiente instan a sus líderes a asumir compromisos climáticos más ambiciosos. En 2014, se lanzó el primer “bus de popó” de Gran Bretaña, con viajes entre Bristol y Bath impulsados ​​íntegramente por desechos humanos y de alimentos.

Los líderes de Bristol han mirado más lejos que la mayoría. En 2007, la ciudad comenzó a encender sus 34,000 farolas con electricidad verde y, entre 2014 y 2015, había reducido sus emisiones en 38% en comparación con 2005. El nuevo esquema más emocionante de la Cooperativa de Energía de Bristol propone usar el agua que fluye a través del vertedero de Netham para generar electricidad.

Un equipo de la comunidad que trabaja en la urbanización de Lawrence Weston obtuvo el permiso de planificación para la turbina más alta de su tipo en Inglaterra, que alimentará a las 3,500 viviendas de la zona. Otros esquemas incluyen una app que utiliza imágenes térmicas para ayudar al 70% de los residentes que luchan por pagar sus facturas de electricidad a identificar la eficiencia energética de sus hogares. Luego, los proveedores solucionan los problemas por una tarifa accesible. Mark Pepper, gerente de desarrollo de proyectos de Ambition Lawrence Weston, dice que “de ser visto como un problema de clase media”, prestar atención a la crisis climática se ve ahora como una forma de invertir en el futuro.

Además de ser una preocupación para la clase media, los problemas ambientales generalmente han sido defendidos por personas que son abrumadoramente blancas. Esto también está cambiando en Bristol, la primera ciudad grande de Europa en elegir a un alcalde negro, Marvin Rees.

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“Alguien dijo: ‘Escucho la voz, escucho lo que dice la voz, pero no escucho mi voz'”, dice Carlton Romaine, coordinador del proyecto Black and Green Ambassadors en Bristol, que tiene como objetivo crear una nueva generación de líderes ambientales de comunidades negras, asiáticas y étnicas minoritarias (BAME). “Queremos empoderar a la comunidad BAME porque siempre estamos en la parte inferior y generalmente somos complementos”, dice Romaine. “Queremos liderar proyectos ecológicos o al menos un socio, no solo alguien a quien se le pide que haga algo”. Por Patrick Barkham

Vodka de aire: brindando por la buena salud del planeta

The Air Company, con sede en Nueva York, elabora vodka a partir de dos ingredientes: dióxido de carbono y agua. Cada botella que se produce elimina el dióxido de carbono del aire. Ha sido elegido como uno de los finalistas en el NRG COSIA Carbon XPRIZE de 20 millones, que tiene como objetivo incentivar la innovación en el campo de la captura, utilización y almacenamiento de carbono.

El director de tecnología de la compañía, Stafford Sheehan, tuvo la idea mientras intentaba crear fotosíntesis artificial cuando era estudiante de doctorado en química en Yale. La fotosíntesis, como recordamos de nuestras clases de química en la escuela, es el proceso mediante el cual las plantas usan la luz solar para convertir el Co2 en energía. Durante 2,000 millones de años, las plantas estuvieron a la altura de la tarea de equilibrar el carbono en la atmósfera, pero ahora emitimos ese gas a un ritmo superior al que la naturaleza puede restaurarse con la fotosíntesis. De ahí el interés por la captura de carbono. “Nuestro objetivo es tomar Co2 que de otro modo se emitiría a la atmósfera y transformarlo en cosas que sean mejores para el planeta”, dice Sheehan.

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Un buen martini frío es, sin duda, mejor para el planeta que el calentamiento global. Desafortunadamente, sin embargo, se necesitarían 11 trillones de Air Vodka Martinis para lograr un impacto significativo. Pero Sheehan espera producir alcohol para una variedad de aplicaciones diferentes. “El etanol, el metanol y el propanol son tres de los productos químicos más producidos en el mundo, todos los alcoholes”, dice. “Plásticos, resinas, fragancias, limpiadores, desinfectantes, bio-jet fuel… casi todos parten del alcohol. Si podemos producir el alcohol base para todos aquellos a partir del carbono que de otro modo se emitiría, eso tendría un gran impacto “.

Actualmente, Air Company captura su Co2 de la producción de alcohol a la antigua: el Co2 concentrado que surge de una pila de fermentación de combustible-alcohol estándar se transforma en vodka. Es un producto boutique. Sin embargo, las centrales eléctricas son fuentes mucho más abundantes. “Puedes quemar gas natural, luego capturar el Co2 que estás emitiendo y eso te alimenta el dióxido de carbono”, dice Sheehan. “Eso es lo que nos gustaría hacer y ahí es donde puedes hacerlo a escala”.  Por Richard Godwin

Limpiar el océano: ‘Las cosas que parecen insolubles se pueden resolver’

El Vórtice de Basura del Pacífico (Pacific Trash Vortex) es la mayor acumulación de basura del mundo. Las corrientes oceánicas significan que el Parche de Basura del Este (Eastern Garaje Patch), cerca de Japón, está encerrado en un intercambio perpetuo de neumáticos, cepillos de dientes, juguetes Minion desechados, etcétera, con el Parche de Basura del Oeste, entre California y Hawai. Se extiende por más de 1.6 millones de kilómetros cuadrados. La mayor parte es plástico: se estima que incluye 87,000 toneladas métricas divididas en 1.8 billones de piezas diminutas.

En 2012, un adolescente holandés llamado Boyan Slat dio una Ted Talk a raíz de un proyecto escolar. Reveló un plan para instalar una serie de plataformas flotantes que aprovecharían esas corrientes oceánicas y concentrarían la basura en áreas más estrechas, lo que facilitaría su eliminación. Fundó la empresa Ocean Cleanup en 2013 y recaudó más de 40 millones en fondos.

“No hay un manual de instrucciones para hacer esto”, dice Slat cuando lo entrevistamos a través de un enlace de video. Ya no es un niño con los ojos muy abiertos, sino un chico de 25 años de pelo desgreñado.

Después de mucha investigación y prueba y error, la compañía ahora concentra la mayor parte de sus esfuerzos en los ríos, deteniendo en la fuente la mayor parte del plástico antes de que pueda llegar a los océanos. Sin embargo, Ocean Cleanup logró un hito significativo el año pasado al extraer plástico del océano y convertirlo en algo útil: gafas de sol, las cuales puedes comprar por 199 dólares.

Los armazones apenas representan una gota en el océano en términos de plástico extraído, pero Slat espera crear un círculo virtuoso. Cada par financiará la limpieza de hasta 24 campos de futbol de plástico del Garbage Patch. “Sería bastante poético si pudiéramos financiar la limpieza reciclando el plástico que sacamos”.

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Slat ve el 2021 como un punto de inflexión, el momento de cumplir sus promesas. “Tenemos las herramientas para hacerlo ahora. Hemos aplicado las lecciones que hemos aprendido. Ahora se trata de hacerlo a gran escala”.

¿Qué le da esperanza? “La voluntad del mundo para abordar el problema. Cuando comenzamos, pensé que la principal dificultad sería que la gente no se preocupara y que la tecnología sería relativamente fácil. En realidad es todo lo contrario. Pero eso me da la esperanza de que cuando todas las herramientas estén ahí, realmente sucederá. Es posible, incluso en este momento en que todo parece tan polarizado, abordar los problemas a través de todas las cosas en las que los humanos somos buenos: espíritu empresarial, ingenio, creatividad. Se puede unir a la gente. Las cosas que parecen insolubles sí tienen solución”. Por Richard Godwin

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Agricultura regenerativa 

Un retorno a la agricultura respetuosa con la naturaleza. Hace cuatro años, Rebecca Mayhew perdió su trabajo, luego los cerdos de la granja que tenía con su esposo Stuart estaban plagados de problemas de salud debido a la forma en que eran criados intensivamente. La pareja se sintió incómoda por el bienestar de los animales y la salud de su tierra de cultivo convencional, por lo que vendieron sus cerdos y se fueron de vacaciones a Escocia, donde Rebecca se enamoró de las vacas Jersey de un amigo.

Cuatro años después, lo que antes fue una granja tradicional, para sembrar y criar puercos, es una bestia muy diferente. Los Mayhew han adoptado la agricultura regenerativa, una forma de trabajo que tiene como objetivo arreglar el sistema de producción de alimentos mediante la restauración de suelos degradados y la reducción y, en última instancia, la eliminación de fertilizantes y pesticidas artificiales.

La revolución en la granja de los Mayhews en South Norfolk de 200 hectáreas comenzó con un pequeño rebaño de vacas Jersey. A diferencia de una lechería tradicional, donde los terneros son separados de sus madres después de unas horas y alimentados con fórmula, ellos optaron por producir leche de forma natural, permitiendo que los terneros se alimenten de sus madres, que son ordeñadas solo una vez al día. “Investigar lo que es bueno para las vacas y lo que es bueno para nosotros nos llevó a buscar lo que es bueno para la tierra”, dice Rebecca.

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Los Mayhew han abandonado las ortodoxias agrícolas del último medio siglo. Arar es un sacrilegio: erosiona la capa fértil del suelo. Décadas de implacable ampliación se ha invertido: los grandes campos se convierten en campos más pequeños, se replantan setos para detener la erosión y proporcionar sombra y forraje para el ganado. En cambio, los campos de pasto que normalmente se sembrarían con un monocultivo de centeno se siembran con hasta 20 especies para proporcionar alimentos más saludables para el ganado (que, a su vez, necesita menos medicamentos veterinarios costosos). Los campos de cultivo se plantan con “cultivos de cobertura”: por lo que los tréboles se plantan junto con la cebada o la avena. Los tréboles son plantas “fijadoras de nitrógeno” que toman nitrógeno de la atmósfera y lo agregan al suelo, por lo que pueden ser utilizados por otras plantas, un fertilizante y mejorador del suelo gratuito.

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“La agricultura convencional moderna es una guerra constante con la naturaleza. Se trata de matar todo para que pueda crecer una planta”, dice Mayhew. “Necesitamos imitar la naturaleza y trabajar con ella”.

La nueva forma de agricultura de los Mayhew es amigable con la naturaleza, por lo que han podido aprovechar los subsidios del gobierno para la agricultura que mejora la vida silvestre. Los agricultores británicos saben que los generosos subsidios agrícolas de la UE están llegando a su fin y que los pagos agrícolas en el futuro probablemente dependerán más de que las granjas proporcionen “bienes” ambientales como suelos saludables y agua limpia. Por Patrick Barkham

Dar vista a los ciegos: un nuevo ojo artificial

Entre los 42 y los 57 años, la española Bernardeta Gómez no podía ver nada. Pero luego los científicos insertaron un puerto en su cráneo y después de 16 años de ceguera, Gómez pudo volver a ver. Todo fue gracias a las innovaciones de Eduardo Fernández, director de neuroingeniería de la Universidad Miguel Hernández en Elche, España.

Fernández está trabajando en una cura única para la ceguera: en lugar de desarrollar una retina artificial, ha creado un dispositivo que restaura la vista alimentando señales directamente al cerebro. Como la mayoría de las personas ciegas tienen daños en el sistema nervioso que conecta la retina y el cerebro, el trabajo de Fernández podría ayudar a más personas que desarrollar un ojo artificial.

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Fernández ha comparado su prótesis con un marcapasos o implantes cocleares, los cuales son equipos electrónicos que se han implantado de manera extendida en humanos durante más de 60 años. Su sistema está hecho de una pequeña cámara unida a un par de anteojos negros ligeramente grandes. Esto transmite video en vivo a una computadora, que traduce el metraje en señales electrónicas. Estas señales se envían a través de un cable a un implante de 100 electrodos en la corteza visual del cerebro (de ahí el puerto en la parte posterior de la cabeza de Gómez), que entregan corrientes directamente al cerebro, produciendo la vista.

Gómez pudo ver una representación de objetos en baja resolución representada por puntos y formas blanco-amarillo. Podía ver luces, letras y formas a 10 píxeles por 10 píxeles. Aunque no podía distinguir rostros humanos, pudo jugar un simple juego de computadora “conectado directamente a su cerebro”. Desafortunadamente, el implante tuvo que retirarse después de un año. “El sistema inmunológico del cuerpo comienza a descomponer los electrodos y rodearlos de tejido cicatricial”, explica Fernández, “lo que eventualmente debilita la señal”.

Espera seguir probando su ojo biónico mientras descubre formas de detener la degradación del implante. Al final, la prótesis será inalámbrica. Por Amelia Tait

Filantropía: cuando las celebridades también son gente buena

Entre los muchos términos novedosos que han entrado en nuestras vidas últimamente: “confinamiento”, “inmunidad colectiva”, “aplanar la curva”… uno es decididamente más glamoroso. En noviembre se sugirió que Dollying debería convertirse en una abreviatura para hacer referencia a una ocasión en la que una celebridad hace algo que te hace amarlos aún más.

Esto fue en respuesta a la revelación de que Dolly Parton había contribuido 1 millón para la vacuna Covid de Moderna, noticia que fue recibida con euforia cuando colectivamente, y solo ligeramente melodramáticamente, exclamamos que Dolly había “salvado el mundo”.

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Sin embargo, antes de agregar Dollying al diccionario, consideremos la competencia. ¿Qué tal aplicar un Rashford?, en referencia al delantero del Manchester United, Marcus Rashford, que obligó al gobierno del Reino Unido a enfrentar la pobreza infantil y restablecer las comidas gratuitas para los escolares desfavorecidos?

Riri-ing también podría funcionar, luego de la donación de Rihanna de 2 millones a organizaciones benéficas que apoyan a las víctimas de violencia doméstica durante el cierre. Y luego está Pitting (siento que este lindo juego de palabras ya ha terminado), después de que Brad Pitt fuera visto repartiendo comestibles a hogares desfavorecidos de Los Ángeles. Internet chilló de alegría.

Estos actos se destacan en un año en el que las celebridades han sido despojadas de las alfombras rojas y los conciertos en vivo y se han vuelto impotentes, quedando expuestas a soltar sus tópicos en las redes sociales.

La filantropía es común desde los conciertos Live Aid de Bob Geldof para una Etiopía asolada por la hambruna en la década de los 80, y ahora está tan extendida que es “casi parte de la descripción del puesto de trabajo de una estrella de primera categoría”, dice Jo Littler, profesora de sociología en la City University de Londres. Es, añade, “una forma de promoción de marca”.

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Esto significa que tenemos un escepticismo arraigado cuando vemos a una celebridad haciendo algo bueno: ¿es genuino o una obra de relaciones públicas? Evan Ross Katz, un escritor de moda y presentador de podcasts, dice que los actos resuenan cuando, en lugar de “adherirse a algo porque está de moda”, la celebridad tiene una conexión personal con la causa. Tal fue el caso de Rashford, quien de niño tuvo que recurrir a las comidas escolares gratuitas, o ASAP Rocky , quien el mes pasado entregó comidas al refugio para personas sin hogar en Nueva York donde él y su madre buscaron refugio cuando él era joven.

Los gestos no necesitan ser grandiosos. Ryan Reynolds envió recientemente 300 parkas a una escuela en la remota comunidad inuit de Arctic Bay después de que el alcalde de la ciudad tuiteó que estaban desesperados por ropa de invierno. Justin Timberlake compró una camioneta apta para sillas de ruedas para un adolescente con parálisis cerebral. Y la antigua costumbre de Taylor Swift de ayudar a la gente común continuó cuando pagó para que un joven de 18 años estudiara matemáticas en una universidad del Reino Unido.

No necesitamos que las celebridades sean personas decentes, pero cuando lo son, y de una manera que no sea demasiado forzada y más santa que tú, proporciona un impulso muy necesario para nuestra maltrecha moral. Por Jamie Waters

Los gusanos que pueden ayudarnos a vivir una vida más larga y saludable

A primera vista, el trabajo de Jarod Rollins parece mágico. En una ensenada en una isla frente a la costa de Maine, Rollins pasa sus días examinando gusanos transparentes con la esperanza de extender la vida humana. Por supuesto, no es realmente magia, es ciencia: Rollins trabaja en el MDI Biological Laboratory, una institución de investigación sin fines de lucro, motivado por el deseo de “ayudar a las personas a envejecer con más gracia o incluso revertir el proceso de envejecimiento”. En julio de 2019, Rollins y otros 10 investigadores de todo el mundo lograron un avance monumental: aumentaron la vida útil de algunos gusanos Caenorhabditis elegans en un 500%.

La razón por la que estos discretos gusanos redondos se utilizan con frecuencia en la investigación sobre el envejecimiento es porque comparten muchos de sus genes con los humanos. Un gusano C elegans ordinario vivirá de tres a cuatro semanas; Rollins y su equipo los mantuvieron vivos durante meses.

“Si hacemos un descubrimiento en un C. elegans y encontramos un gen que ayude a regular la velocidad a la que envejecen, es muy probable que esa investigación se aplique directa o indirectamente a los humanos”, explica. “No estoy en el negocio de hacer que los gusanos vivan más tiempo”, se ríe, “quiero que las personas vivan más tiempo y sean más saludables, y los gusanos son solo un paso en el camino”.

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Los gusanos del experimento vivieron más porque sus colegas en China alteraron dos vías de señalización en sus células. Anteriormente, ambas vías estaban relacionadas con el envejecimiento; en el pasado, los experimentos que modificaban una de las vías habían duplicado la esperanza de vida de C. elegans , mientras que los experimentos con la otra aumentaban la esperanza de vida de los gusanos en un 30%. El equipo esperaba que alterar ambas vías simultáneamente haría que los gusanos vivieran un 130% más. En cambio, vivieron cinco veces más.

La mutación de las dos vías envía señales a las células diciéndoles que utilicen los nutrientes de la dieta para entrar en “modo de mantenimiento” en lugar de “modo de crecimiento”,  arreglando el daño causado por la edad. Pero, ¿cuáles son las repercusiones inmediatas? Rollins explica que los científicos solían buscar una “prueba irrefutable” en la investigación antienvejecimiento, pero las terapias que “van a tener el mayor efecto probablemente estimularán múltiples vías genéticas diferentes a la vez … Esto realmente va a cambiar la forma en que la gente mira el proceso de envejecimiento”. Por Amelia Tait

Las épocas turbulentas siempre han inspirado un progreso humano positivo, y 2020 no será diferente, dice Peter Frankopan, profesor de historia global en la Universidad de Oxford

Este año ha sido una experiencia terrible y castigadora. Pero en lugar de permitir que la fatalidad y la desesperación nos desbarran, debemos ser optimistas sobre el futuro y, a la larga, podríamos tener una deuda de agradecimiento en 2020, en lugar de murmurar su nombre con despecho.

Las experiencias de este año deben enseñarnos, y nos enseñarán, lecciones importantes sobre cómo estar mejor preparados para futuras epidemias. El de 2020 conducirá a una mayor comprensión de cómo planificar y ejecutar respuestas de emergencia a gran escala de manera más rápida y eficiente y con mejores resultados. Y nos hará pensar en los riesgos y amenazas del mundo que nos rodea con mayor claridad y profundidad.

El hecho de que las vacunas Covid-19 se hayan desarrollado con una velocidad asombrosa podría alentar a quienes temen lo peor sobre otros grandes problemas. El cambio climático es la megaamenaza más obvia: a largo plazo, nuestra experiencia pandémica debe ayudar con eso.

Si bien el Covid ha sido un golpe a la economía, un resultado positivo puede ser una política más inteligente que busque mantener a las personas en sus empleos, garantice que las ciudades y los centros de las ciudades sigan siendo vibrantes, y aliente a las pequeñas empresas a prosperar y crecer, en lugar de permitir que los monopolios virtuales impongan un dominio absoluto sobre la economía, lo que aumenta las relaciones sociales. desigualdades.

2020 ha obligado a realizar una recalibración de ambiciones y expectativas a nivel personal. A principios de año, nuestros objetivos podrían haber incluido un ascenso o un salario más alto. Hoy, esas esperanzas se sustituyeron por algo bastante más modesto y, de hecho, mejor para nosotros: ver amigos, visitar el pub, ver deportes en vivo, ir al teatro o visitar algún lugar nuevo.

Fuera de la pandemia, el asesinato de George Floyd en mayo resultó ser un catalizador para levantar voces que exigen una sociedad más justa, más equitativa y más amable. Obligó a la atención pública mundial a centrarse en las realidades de la discriminación y el racismo, a reconocer que podría haber mejores alternativas a tener estatutos de ricos propietarios de esclavos que se elevaban sobre las plazas de las ciudades y que el imperialismo cultural no terminó cuando lo hizo la era del imperio.

¿Más allá de 2020? Haríamos bien en recordar que, en los últimos 30 años, más personas han salido de la pobreza que nunca; más niños y madres han sobrevivido al parto; más personas pueden leer y escribir que en cualquier otro momento de la historia de la humanidad.

A pesar de todos los horrores del año, la esperanza todavía está presente: como escribió el historiador Agatias en el siglo VI, los tiempos de desastre arrojan profetas que hablan de fatalidad y pesimismo y predicen cuánto peor se pondrán las cosas con gran certeza. Mucho mejor, entonces, ser positivo y optimista.