Piden que Liz Truss rechace el subsidio anual de 115 mil libras que reciben los exprimeros ministros de Reino Unido
Liz Truss, una lechuga y un atril: 25 horas de caos.

Keir Starmer se sumó a las peticiones para que Liz Truss rechace el subsidio de hasta 115 mil libras al año al que tendrá derecho como exprimera ministra.

El líder laborista comentó el viernes en el programa Good Morning Britain de la cadena ITV: “Ella debería rechazarlo. Creo que eso es lo correcto. Lleva 44 días en el cargo, no tiene realmente derecho a ello, debería rechazarlo y no aceptarlo”.

El líder del Partido Liberal Demócrata, Ed Davey, también opinó que Truss debería rechazar el subsidio.

Los comentarios de los líderes políticos tienen lugar después de que un sindicato que representa a los servidores públicos criticara el derecho a esta prestación en medio de la creciente presión sobre los servicios públicos y la crisis del costo de la vida.

Mark Serwotka, secretario general del Sindicato de Servicios Públicos y Comerciales, dijo: “En un momento en el que uno de cada cinco servidores públicos recurre a los bancos de alimentos y el 35% no come porque no tiene comida, resulta grotesco que Liz Truss se pueda marchar con lo que en realidad es un bono de 115 mil libras”.

“El próximo primer ministro debe dar a los servidores públicos, que trabajan arduamente en servicios esenciales, un aumento salarial superior a la inflación”.

Truss puede reclamar estos fondos en virtud del subsidio por gastos de servicio público (PDCA), introducido por el entonces secretario del gabinete, Sir Robin Butler, tras la renuncia de Margaret Thatcher. Las directrices del gobierno indican que se introdujo el PDCA a fin de ayudar a los exprimeros ministros que siguen activos en la vida pública.

Los exprimeros ministros tienen derecho a reclamar los gastos de oficina y secretaría necesarios derivados de su especial posición en la vida pública. En 2020-2021, John Major y Tony Blair solicitaron el subsidio máximo; Gordon Brown solicitó 114 mil 712 libras; David Cameron reclamó 113 mil 423 libras y Theresa May 57 mil 832 libras.

Mike Clancy, secretario general del sindicato Prospect, entre cuyos miembros se encuentra un gran número de servidores públicos, señaló: “El gobierno se encuentra en un caótico carrusel de ministros, con enormes costos de despido para el contribuyente. Al mismo tiempo, quieren recortar el salario de los servidores públicos en términos reales y erosionar sus condiciones de despido. Es una regla para los ministros y otra para los funcionarios públicos que trabajan arduamente. Esto es un error”.

Jo Grady, secretaria general del sindicato University and College Union, también se sumó a las peticiones para que Liz Truss renuncie al subsidio. Comentó: “Millones de trabajadores del sector público, entre ellos aquellos que transforman vidas en la educación, se encuentran inmersos en una devastadora crisis del costo de la vida. Los bajos salarios hacen que miles y miles de personas no coman y restrinjan su consumo de energía”.

“Estarán horrorizados cuando vean que la que pronto será exprimera ministra será recompensada por unos fallos tan catastróficos. Ella debería hacer lo correcto y renunciar al dinero”.

Steven Littlewood, secretario general adjunto del sindicato FDA, que representa a los altos servidores públicos, comentó: “La hipocresía es asombrosa. Este año, el gobierno ofreció un recorte salarial en términos reales y una vez más intentó atacar las condiciones de despido de los servidores públicos que mantienen este país en funcionamiento mientras pasamos de un primer ministro a otro”.

“Después de todo eso, resulta absolutamente increíble que la primera ministra podría aceptar 115 mil libras al año por solo seis semanas en el cargo”.

Joe Davies, organizador local en Brixton con el grupo Don’t Pay, que exige la reducción de los recibos de servicios, dijo: “Es una bofetada en la cara incluso como nombre. Estamos pagando la cuenta de su ‘deber público’ de nuestros bolsillos, nuestros estómagos y en nuestros recibos de calefacción este invierno”.

La pensión de Liz Truss no recibirá ningún aumento extra por su permanencia en Downing Street. Desde 2013, los primeros ministros forman parte del plan de pensiones ministerial ordinario, aportando una determinada proporción de su salario, mientras que el gobierno también contribuye.

Se tiene entendido que Blair fue el último primer ministro que se benefició de una pensión especial para primeros ministros. Brown y Cameron decidieron renunciar a este sistema y adherirse al régimen general, antes de que esto se convirtiera en ley en 2013.

También existe una indemnización por despido, que supone un pago único del 25% del salario anual del cargo que dejan los ministros. En el caso de los primeros ministros es de aproximadamente 19 mil libras (el 25% del salario anual de 79 mil libras).

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