Cost of the crown: lo que sabemos sobre la riqueza y las finanzas de la realeza británica Cost of the crown: lo que sabemos sobre la riqueza y las finanzas de la realeza británica
De cara a la coronación de Carlos, creemos que está justificado ejercer un mayor escrutinio sobre las finanzas de la realeza. Foto compuesta: Guardian Design/Reuters/Brooke Newman/RAC archive/Public Record Office/Alamy

La serie Cost of the crown (El precio de la corona) de The Guardian es una investigación sobre las finanzas y el patrimonio privado de la familia real británica, así como sobre el vasto sistema de secretismo que los oculta a los ciudadanos.

El palacio de Buckingham sostiene que los asuntos financieros de la realeza deberían “mantenerse en privado, como en el caso de cualquier otra persona”. Sin embargo, en vísperas de la coronación del rey Carlos III, creemos que está justificado ejercer un mayor escrutinio.

Aún quedan importantes interrogantes por resolver sobre el enriquecimiento personal de la familia real y hasta qué punto este procede de sus cargos públicos. También existen otros motivos para estudiar el dudoso origen de una parte de su fortuna y la difusa línea que separa lo que pertenece a la familia real de lo que pertenece al pueblo británico.

Aquí puedes leer una explicación completa de las razones por las que investigamos a la realeza y las preguntas que intentamos responder. A continuación, presentamos un resumen de nuestros descubrimientos hasta la fecha.

El patrimonio neto del rey

Una nueva investigación y análisis realizado por The Guardian calcula que el rey Carlos III posee una fortuna personal de 1.8 millones de libras. Gran parte de la fortuna privada del rey procede de sus funciones públicas y las de su familia como miembros activos de la realeza.

El palacio describió este cálculo como “una mezcla sumamente creativa de especulación, suposiciones e inexactitud”, pero se negó a proporcionar cifras alternativas. En su lugar, trabajamos con 12 expertos para calcular el valor de las propiedades, vehículos, obras de arte y joyas del rey. En el caso de bienes menos transparentes, como las acciones, nos basamos en las mejores pistas disponibles para realizar cálculos fundamentados.

A continuación, puedes leer sobre los bienes del rey con mayor detalle y conocer cómo los tasamos.

The Guardian identificó más de 90 piezas de joyería que formaban parte de la colección personal de la difunta reina, presumiblemente heredadas al rey Carlos. Entre ellas figuran diamantes, esmeraldas, rubíes, amatistas, aguamarinas y collares de perlas, y su valor asciende al menos a 533 millones de libras (unos 12 mil millones de pesos), según los cálculos.

Las fincas del rey, Balmoral en Escocia y Sandringham en Norfolk, fueron remodeladas en las últimas décadas con el fin de monetizar al máximo sus activos y ayudar a sufragar sus enormes gastos de gestión. Esto incluye la renta comercial de muchas de las 300 casas que hay en Sandringham.

La familia real posee una flota de automóviles de lujo entre los que puede escoger, pero no es tarea fácil descifrar cuáles de los Rolls-Royce, Bentleys y Aston Martin les pertenecen de forma privada. El palacio de Buckingham indicó que no realizaría comentarios sobre asuntos privados.

La difunta reina invirtió una cantidad incalculable de su tiempo y de su fortuna personal a lo largo de su reinado en lo que una vez describió como una “filosofía simple”: criar “un caballo más rápido que el de los demás”. El rey Carlos vendió algunos de los caballos de la reina, pero calculamos que sus establos representan un patrimonio equino de 27 millones de libras (unos 600 millones de pesos).

Financiamiento real

La reina Isabel II y el rey Carlos III han obtenido ingresos en efectivo cuyo valor asciende a más de 1.2 millones de libras de dos propiedades hereditarias que no pagan impuestos, además de los millones que reciben en concepto de financiamiento público por sus funciones oficiales.

En 2022, recibieron 21 millones de libras (unos 400 millones de pesos) cada uno de los ducados de Lancaster y Cornualles respectivamente, a pesar de un debate centenario sobre si las dos propiedades pertenecen de hecho a la nación británica.

El monarca, que recibe aproximadamente 86 millones de libras al año en concepto de fondos públicos, técnicamente puede recibir 250 millones de libras (unos 5 mil millones de pesos) adicionales al año del dinero de los contribuyentes, según indican los términos de un acuerdo de financiamiento introducido por David Cameron en su calidad de primer ministro en 2011.

El rey señaló que no desea recibir el dinero extra, sin embargo, el acuerdo destaca la extraordinaria generosidad de la radical reorganización del financiamiento de la realeza establecida por Cameron.

El palacio de Buckingham se niega a indicar la cantidad que percibe cada miembro de la realeza, no obstante, nosotros calculamos cuánto ha percibido cada uno de los miembros activos de la realeza –desde el masón que recibió 18 millones de libras (unos 400 millones de pesos) hasta la princesa que vive en un terreno de 1.6 hectáreas en Richmond Park– y cuántas horas han dedicado a sus obligaciones públicas.

Vínculos con el imperio y la esclavitud

Por primera vez, el rey Carlos manifestó su apoyo a una revisión de los vínculos históricos de la monarquía con la esclavitud, después de que The Guardian revelara un documento inédito que muestra la transferencia realizada a Guillermo III de mil libras esterlinas en acciones de la Real Compañía Africana (RAC), que comerciaba con esclavos.

La historia del palacio de Kensington, residencia de varios monarcas y, en fechas más recientes, de los príncipes de Gales, está incómodamente ligada a la implicación de la monarquía en la esclavitud. A lo largo de casi tres siglos, 12 monarcas británicos patrocinaron, apoyaron o lucraron con la implicación de Gran Bretaña en la esclavitud, según muestra nuestra investigación.

Los documentos demuestran que antepasados directos del rey Carlos fueron propietarios de plantaciones de esclavos ubicadas en Virginia, Estados Unidos. Un expediente detalla cómo uno de estos antepasados estuvo involucrado en la compra y traslado de 200 africanos esclavizados. Su hijo se mudó después a Inglaterra. Una descendiente posterior, Frances Bowes-Lyon, fue la abuela de la reina Isabel, la reina madre.

Los archivos de la Oficina para la India detallan el modo en que tesoros de incalculable valor saqueados de la India terminaron en la colección real. Entre ellos figuran un rubí legendario y un cinturón de oro con incrustaciones de 19 esmeraldas que apareció en una exposición organizada con motivo del cumpleaños del entonces príncipe Carlos que celebró sus obras favoritas.

Regalos y propiedad privada

La política del palacio relativa a los regalos se creó en 1995 y se actualizó en 2003. No aborda la polémica cuestión de qué ocurre con los regalos oficiales recibidos antes de que se estableciera esta política.

Al parecer, dos series de estampillas de Canadá y Laos, que fueron regalos oficiales del Estado, se incorporaron a la colección privada de estampillas de la familia real, que tiene un valor de al menos 100 millones de libras (unos dos mil millones de pesos).

El palacio se negó a comentar si esto infringía su política de regalos, señalando que la colección de estampillas “es de propiedad privada, y por lo tanto no realizaremos comentarios sobre ninguna de las cuestiones que ustedes plantean”.

El palacio también se niega a explicar las razones por las que 11 piezas de joyería que fueron regalos oficiales no forman parte del fondo del patrimonio nacional. Las joyas, cuyo posible valor asciende a 80 millones de libras (unos mil millones de pesos) y que han lucido la reina Isabel II, Camila, la reina consorte, y Catalina, princesa de Gales, no forman parte de la colección real, que custodia distintos artículos en fideicomiso para la nación.

El rey y la difunta reina ganaron casi dos millones de libras (unos 40 millones de pesos) con la venta de caballos que les regalaron importantes personalidades, entre ellas un jeque de Dubai y el Aga Khan. El palacio insistió en que se trataba de regalos personales.

Casi 400 obras de arte son propiedad privada de los Windsor, entre ellas pinturas de Dalí, Monet, Freud, Chagall y Lowry. Al parecer, muchas de ellas fueron obsequiadas a la familia real como regalos oficiales. El palacio de Buckingham declinó realizar comentarios sobre quién es el propietario.

Una elegante vivienda georgiana ubicada en Edimburgo, valorada en 1.8 millones de libras, evidencia la naturaleza poco transparente del patrimonio real y plantea interrogantes en torno a los regalos oficiales. La propiedad fue obsequiada a la reina en 1953, pero quedó en manos del gobierno y fue utilizada como residencia exenta de renta durante décadas. En 1996 pasó a manos de la reina, y ahora el rey la renta con fines comerciales.

Otras revelaciones

Una empresa de energía verde creada por el rey Carlos fue objeto de una investigación por numerosas infracciones en materia de salud y seguridad tras la fuga no autorizada de más de mil toneladas de gases de efecto invernadero. Se liberaron metano, CO2 y pequeñas cantidades de ácido sulfhídrico, un gas tóxico, después de que se abriera un tanque de gas de la planta en 2020.

El hermano del rey, el príncipe Andrés, utilizó una empresa fantasma llamada Bank of England Nominees para ocultar sus acciones. Este sistema, respaldado por el gobierno, permitió que Andrés mantuviera en secreto sus inversiones en acciones cuando ocupaba el cargo de enviado comercial. Aunque no hay indicios de irregularidades, la revelación suscita preguntas sobre la supervisión gubernamental de posibles conflictos de intereses.

Desde principios de año se exponen objetos que contienen marfil en el palacio de Kensington, residencia oficial del príncipe Guillermo, que se ha pronunciado vehementemente en contra del uso del marfil. Los objetos forman parte de las casi 2 mil piezas de marfil que posee el Royal Collection Trust, entidad encargada de gestionar los objetos relacionados con la corona para la nación.

Equipo de periodistas de Cost of the crown: David Pegg, Rob Evans, Maeve McClenaghan, Felicity Lawrence, Henry Dyer, Severin Carrell, Manisha Ganguly, Rupert Neate, Greg Wood, Harry Davies, David Conn, Aamna Mohdin, Lucy Hough, Maya Wolfe-Robinson y Richard Nelsson.

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