Las Mercaditas hacen frente a la alcaldesa Sandra Cuevas
Protesta de distintas colectivas en la plaza Río de Janeiro en la Colonia roma, quienes podrían ser desplazadas por la alcaldesa de Cuauhtémoc, Sandra Cuevas. Foto: Alejandra del Castillo / La-Lista

Integrantes de tres colectivas feministas enfrentan el riesgo de ser desalojadas de la plaza Río de Janeiro, un pequeño jardín rodeado de cafés y restaurantes en la turística colonia Roma, donde la alcaldesa Sandra Cuevas les advirtió el 29 de abril que no iba a a permitir que se siguieran instalando en la zona.

Desde hace dos años la plaza Río de Janeiro, en la céntrica alcaldía Cuauhtémoc, es el lugar que ocupan tres colectivas: La Marea Morada, Zetian y Onna Bugeisha, unas 130 mujeres que forman parte de una protesta más amplia contra la violencia económica y que ha ocupado diferentes espacios en la Ciudad de México.

Ellas ofrecen y tienden sus productos sobre el piso o la ropa en racks. No son un tianguis y a diferencia de uno, no cobran o pagan derecho de piso. Si lo hicieran, no podrían considerarse una protesta. Aquí no hay líderes o dirigentes. En su mayoría, toman las decisiones de forma horizontal y tienen una razón para estar ahí: lograr la autonomía económica.

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Protesta de distintas colectivas en la plaza Río de Janeiro en la colonia Roma, de donde podrían ser desplazadas por la alcaldesa de Cuauhtémoc, Sandra Cuevas. Foto: Alejandra del Castillo / La-Lista

Pero el pasado 29 de abril, la alcaldesa Sandra Cuevas se presentó en la plaza Río de Janeiro, donde se había instalado una feria de la alcaldía y las enfrentó directamente.

“Les aviso, grábenme bien, Sandra Cuevas, alcaldesa de Cuauhtémoc, a partir de mañana no se van a permitir más puestos en la Plaza Río de Janeiro. Esto, por la seguridad y por petición de todas las niñas y niños que vienen a esta plaza”, sentenció en un video que fue difundido en redes sociales.

No llegó sola, la alcaldesa entró a la plaza por la calle de Orizaba, que conduce directamente a donde se encontraba instalada la colectiva La Marea Morada, la acompañaban entre siete y 10 personas que comenzaron a grabar los hechos con sus celulares, además de tres elementos de la policía antimotines y otros policías que custodiaban los accesos al parque, relatan integrantes de las colectivas.

Sandra Cuevas es una de las alcaldesas de oposición al gobierno de la Ciudad de México, que encabeza Claudia Sheinbaum, con quien ha tenido diferencias políticas desde que está al frente de Cuauhtémoc, la alcaldía más importante en términos geográficos, económicos turísticos y culturales. Es el corazón de la capital del país.

Retirar a las mujeres en protesta de la Plaza Río de Janeiro no es la primera acción de “limpieza” que hace la alcaldesa. Cuevas ha desatado polémicas por borrar murales artísticos de mercados y espacios públicos; ordenó pintar de blanco todos los puestos semifijos de la vía pública borrando rótulos que formaban parte del folklore de puestos de tacos, tortas y caldos de gallina; instruyó impedir los bailes que se armaban en la alameda de Santa María la Ribera. Ahora, las Mercaditas, son un nuevo frente que ha abierto su administración.

“Nada quiere. No sé si no se da cuenta que parte de lo que somos: rótulos, viejitos, bailes, sonideros, feministas es parte de lo que es México” y cuenta de lo mucho que son apreciadas estas cosas por los extranjeros, expresa Layle, integrante del movimiento.

Integrantes de las tres colectivas coinciden que Sandra Cuevas ha difundido que ellas pertenecen y son pagadas por Morena -el partido de Sheinbaum. Esto lo atribuyen a la guerra política entre los partidos en los lugares de poder y mandato, pero también analizan la postura de la alcaldesa ante el feminismo.

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El movimiento de protesta contra la violencia económica no solo consiste en vender bienes, sino en manifestar posturas ante el patriarcado. Foto: Alejandra del Castillo / La-Lista

Sandra Cuevas ‘no es feminista’

En la narración de los acontecimientos del 29 de abril, después del aviso de Sandra Cuevas, una integrante de colectiva la cuestionó: ¿Te consideras feminista? y Cuevas respondió: “No, yo solo amo a las mujeres”. “Pues si amas a las mujeres no vienes a violentarlas. Te vienes a unir a su lucha y resistencia”, recuerda una de las integrantes de la colectiva La Marea Morada.

No entiende del todo el feminismo, porque justamente una protesta feminista no es como que le pida permiso a las instituciones para colocarte en el espacio”, comenta Paloma, de la Colectiva Zetian.

Después de la advertencia de Sandra Cuevas, las chicas de la Colectiva Zetian volvieron a instalarse el jueves siguiente, el 4 de mayo. Lo hicieron temerosas y no como una provocación, sino como una forma de seguir resistiendo.

Para el sábado 6 de mayo, la Plaza Río de Janeiro amaneció con cadenas de lonas colgadas en el parque y en el perímetro vecinal que exponían: “Exigimos a la Alcaldía Cuauhtémoc la liberación de la plaza Río de Janeiro”, en presencia de las tres colectivas.

Para las integrantes de la Colectiva Marea Morada, Sandra Cuevas no está abierta al diálogo.

“La alcaldesa tiene un tema de privilegio y de que para ella somos unas cucarachas, porque no nos vemos bien, porque no nos puede rotular, porque no nos puede mandar a hacer algo, porque no está obteniendo nada de nosotras”.

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Protesta económica en la plaza Río de Janeiro, colonia Roma. Foto: Alejandra del Castillo / La-Lista

Si son de Iztapalapa, no merecen estar en Cuauhtémoc

Vecinos de la zona ayudan a las colectivas como Onna Bugeisha a guardar sus mercancías para que no tengan que trasladarlas a diario desde sus casas, en Iztapalapa, Gustavo A. Madero y otras zonas.

Allegra denuncia que han detectado a personas que tratan de ubicar los domicilios de integrantes de las colectivas. Incluso han llegado a cuestionarla sobre por qué hay mujeres de otras alcaldías que no son la Cuauhtémoc.

“… que eso no está bien que vengan ellas de ‘colgadas’ a beneficiarse aquí porque ni siquiera viven aquí, que no tienen derecho, que únicamente vamos a poder recibir en los colectivos mujeres de Roma-Condesa”, dice indignada.

Las colectivas no son ajenas a que su presencia podría estar causando molestia a algunos vecinos. Saben que, de vez en vez, vienen a tomar registro de la protesta, les toman fotos o videos, algunas veces hablan cerca de ellas y las señalan. Sin embargo, los asistentes con los que habló La Lista contaron, por ejemplo, que vienen de otras zonas cada fin de semana para disfrutar del espacio.

Héctor Flores tiene 12 años viviendo en la colonia Juárez y la plaza Río de Janeiro, en la colonia Roma, es la más cercana para visitar con su perro Julio. En su conversación con La Lista expresa que el parque ha cambiado con la presencia de la protesta feminista.

“Antes de la llegada del colectivo, los sábados, además de no pasar nada, la gente no visitaba este parque, digamos que había un 80 o 90% menos de concurrencia en este parque, la fuente estaba permanentemente sucia, había mucha más basura tirada y, de hecho, se cambiaron los botes de basura a partir de que ellas llegaron”, comenta.

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La plaza Río de Janeiro tiene más vida desde que está la protesta. Foto: Alejandra del Castillo / La-Lista

Ellas son la resistencia

Jannet tiene tres años en la lucha. Con la pandemia de Covid-19 se quedó desempleada. Trabajaba para una empresa que vendía artículos para XV años, bodas y primeras comuniones, con el confinamiento se acabaron las fiestas y aunque a algunos los mandaron a trabajar en casa, ella fue una de las que despidieron.

Era 2020 y tenía que sobrevivir, empezó a promocionar sus artículos en Instagram. Estuvo un año entregando en el Metro Chabacano y en otros puntos del Metro y del sistema Suburbano. En el Metro vivió el repliegue.

Ahí nos empezaron a hostigar (las autoridades) porque, como tal, no cruzabas los torniquetes, ya no te dejaban pasar ni entregar ahí y era una forma segura porque entregar afuera con un desconocido no sé qué tan seguro sea”, explica Jannet.

El Metro es el principal medio de transporte de la ciudad y resultaba un lugar seguro como punto de encuentro para entregar a una persona desconocida un producto que había sido anunciado por internet, por ser un lugar altamente concurrido, con vigilancia y cámaras de vigilancia.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) midió que la pandemia de Covid-19 impactó negativamente en la ocupación y en las condiciones laborales de las mujeres en América Latina y el Caribe, lo que generó un retroceso de más de una década en los avances logrados en materia de participación laboral.

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Unas 130 mujeres forman parte de la protesta económica en la plaza Río de Janeiro, Colonia Roma. Foto: Alejandra del Castillo / La-Lista

También ocupó espacios con diferentes colectivas en el Monumento a la Revolución y el Parque México, ambos en la alcaldía Cuauhtémoc, y hace dos años llegó a la Plaza Río de Janeiro.

“Ya llevamos dos años aquí resistiendo y pues sí, es una lucha, no ha sido fácil estar aguantando a veces el clasicismo, las ofensas. Eso, de alguna forma, lo haces a un lado cuando tienes una necesidad muy grande” explica Jannet y cuenta que tiene un pequeño de seis años.

No es la primera vez que Sandra Cuevas trata de removerlas. En julio de 2022 también sucedió.

El año pasado, una de las tres colectivas aceptó el lugar que les ofreció Sandra Cuevas en la explanada de la alcaldía pero no funcionó. La zona donde se encuentra la sede del gobierno está rodeada de oficinas sindicales, ejes viales y hay presencia de trabajo sexual, es más insegura, pasa menos gente y la que transita por ahí no suele hacerlo con fines recreativos. Las mujeres en resistencia estuvieron casi un mes y volvieron a la Plaza Río de Janeiro.

“Esta segunda vez, que nos quieran remover como si fuéramos rótulos, como si fuera tan fácil. Las palabras textuales es ‘limpiar el parque de ellas’ Como si fuéramos ¿qué?, ¿basura?, ¿limpiarnos? Somos mujeres, somos humanas tratando de ser autogestivas”, señala Allegra, de la colectiva Onna Burgeisha.

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Protesta de distintas colectivas en la plaza Río de Janeiro en la Colonia roma, quienes podrían ser desplazadas por la alcaldesa de Cuauhtémoc, Sandra Cuevas. Foto: Alejandra del Castillo / La-Lista

Alicia tiene 62 años y forma parte de la Colectiva Zetian, cuando cuenta su historia expresa que su marido la abandonó de un día para otro y la dejó sin alternativa económica.

“Yo tuve que buscar la manera de crear mi sustento y se me vino una idea de bordar y vender mis bordados y con eso voy saliendo adelante para pagar mi medicina, para cubrir mis gastos más necesarios”, comparte.

Alicia aprendió a bordar mirando a su mamá y ahora, considera que es la única herencia que puede dejarle a sus hijas.

Paloma, hija de Alicia, expresa que su proyecto de bordados hechos a mano intenta resignificar el bordado como un arte textil. Junto con su mamá y su hermana decidieron emprender el proyecto cuando ninguna tenía empleo.

“Pero nos encontramos con que muchos de los bazares cobraban una cosa que no nos alcanzaba para poder solicitar esos espacios y no lo veíamos consecuente con lo que nosotros creíamos respecto al combate al sistema patriarcal y capitalista. Entonces, nos encontramos con algunas amigas compañeras que ya estaban haciendo este espacio de resistencia”, recuerda Paloma.

A Kass la pandemia también la afectó tanto, que llegó a depender económicamente de su hermano. Cuenta que tiene una carrera, una maestría y un diplomado en Asesoría de imagen, pero sus actividades no eran suficientes para solventar sus gastos por sí misma.

“La protesta económica me ayudó mucho para que pudiera decir: ‘bueno, ahora sí, yo ya me puedo comprar mis medicinas, ya puedo ir al doctor por mí misma, ya puedo comprar mis víveres’. Entonces ya no necesito tanto de mi hermano para sobrevivir”, expresa Kass a La Lista.

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Las expresiones feministas se encuentran en la plaza. Foto: Alejandra del Castillo / La-Lista

¿Qué es una protesta económica?

La protesta económica en los pasillos de la Plaza Río de Janeiro no solamente se viste de productos que ofrecen las mujeres en resistencia, también tiene pancartas y carteles que exponen el tema y con ello se explican, protestan y se manifiestan.

Una protesta económica es una forma de expresión ante la falta de recursos y opciones para mantener suficientes ingresos y garantizar su bienestar. Las mujeres enfrentaron una situación particularmente adversa durante la pandemia al perder sus empleos o verse obligadas a trabajar en puestos presenciales que ponían en riesgo su salud.

“Nosotros no somos comerciantes, no somos un tianguis y no somos un bazar por una sencilla razón, la diferencia entre una protesta económica, un bazar y un tianguis, es que el bazar y los tianguis cobran una cuota para que las personas vendan. Nosotras no cobramos nada, al contrario, lo que hacemos, es que la gente venga aquí gratis para que puedan salir adelante, en especial las mujeres, porque es una protesta separatista”, explica Kass.

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Protesta de distintas colectivas en la plaza Río de Janeiro en la Colonia roma, quienes podrían ser desplazadas por la alcaldesa de Cuauhtémoc, Sandra Cuevas. Foto: Alejandra del Castillo / La-Lista

La alcaldía Cuauhtémoc ha informado que los mismos vecinos de la colonia Roma han solicitado el retiro de las colectivas y se sienten intimidados por ellas, señalan que solo les interesa el comercio, por lo que hizo un llamado a establecer el diálogo para reubicarlas en otra zona.

La Lista consultó nuevamente a la alcaldía respecto a la resistencia de las colectivas a cambiar de ubicación, pero declinaron hacer comentarios sobre el tema.

Mientras tanto, las colectivas han decidido mantenerse en resistencia a pesar de la incertidumbre y el riesgo de ser desalojadas.

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