El brote de Covid de Brasil es una amenaza que abre la puerta a variantes letales

El brote de coronavirus de Brasil se convirtió en una amenaza global que aumenta los riesgos de que surjan variantes nuevas y letales, advirtió uno de los principales científicos de este país sudamericano el día en que se tuvo el mayor número de decesos a causa de la pandemia.

Miguel Nicolelis, neurocientífico de la Universidad de Duke que está dando seguimiento a la crisis, habló con The Guardian, y pide a la comunidad internacional que exija cuentas al gobierno brasileño porque no ha contenido una epidemia que ha provocado la muerte de más de 250 mil brasileños, cerca del 10% del total de decesos por Covid en el mundo.

“El mundo tiene que alzar la voz ante los riesgos que provoca Brasil en la lucha en contra de la pandemia”, dice Nicolelis, quien ha estado confinado en su departamento de Sao Paulo desde el año pasado.

“¿De qué sirve acabar con la pandemia en Europa y EU si Brasil sigue dando origen a nuevos virus?” 

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Nicolelis dice que el problema no es sólo Brasil, cuyo presidente de ultraderecha, Jair Bolsonaro, continuamente expresa su desdén por los esfuerzos para combatir una enfermedad que él llama “una gripa” y que además Brasil es el “peor país del mundo en su manejo de la pandemia”.

Dijo: “Si permites que el virus prolifere a los niveles que lo está haciendo aquí, abres la puerta a nuevas mutaciones y al surgimiento de nuevas variantes más letales”.

Por el momento, una variante muy preocupante, la P1, puede rastrearse hasta Manaus, la ciudad más grande del Amazonas brasileño, que sufrió un colapso del sistema de salud devastador en enero cuando las infecciones aumentaron enormemente. En Inglaterra ya se detectaron seis casos de esa variante.

“Brasil es un laboratorio abierto para que el virus prolifere y con el tiempo dé lugar a nuevas mutaciones letales”, advirtió Nicolelis. “Esto es por el mundo. Es global”.

La alerta se dio cuando Brasil entró al capítulo más mortífero de su crisis de Covid que comenzó hace un año. En todo el país los hospitales están colapsando o al borde del colapso y el promedio de muertes semanales llegó a nuevas alturas. El martes se reportaron 1,726 muertes, el número más alto desde que comenzó la pandemia.

“Es un campo de batalla”, dijo a la televisión un doctor de Porto Alegre, una ciudad al sur de Brasil,  cuando la unidad de cuidados intensivos y la morgue se quedaron sin espacio.

Nicolelis dijo que el fracaso de Bolsonaro para detener los contagios y realizar una adecuada campaña de vacunación creó una tragedia nacional de la que el país más poblado de América Latina no saldrá sino hasta finales de 2022.

“Ya sobrepasamos las 250 mil muertes y yo calculo que si no se hace nada, para el próximo marzo habremos perdido 500 mil personas. Es un prospecto horrible y trágico, pero en este punto es muy probable”, dijo. Y pronostica un mes traumático ya que los hospitales públicos y privados están rebasados.

“Mi pronóstico es que si la gente estaba impactada por lo que pasó en Bérgamo en Italia y por lo que pasó en Manaus hace unas semanas, se va a impresionar más con lo que suceda en Brasil si no se hace nada”.

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El científico, que ha estado asesorando a los gobiernos estatales en su respuesta al Covid, pidió la creación de una comisión especial de Covid para llenar el vacío de liderazgo que deja Bolsonaro y un confinamiento nacional de 21 días. Eso, al parecer, parece impensable dada la postura de Bolsonaro. El miércoles, el presidente brasileño presenta su informe de gobierno y se espera que una vez más denuncie las medidas del confinamiento.

Nicolelis asegura que la crisis de Brasil es ahora un riesgo internacional además de uno interno y dice que Bolsonaro, que ha saboteado el distanciamiento social, promovido el uso de remedios no probados como la hidroxicloroquina y se ha burlado de las mascarillas, es ahora el “enemigo número uno de la pandemia global”.

Dijo: “Las políticas que no está poniendo en práctica ponen el riesgo el combate a la pandemia en todo el mundo”.

Bolsonaro, un excapitán del ejército que llegó arrasando al poder en 2018 a causa de la furia de la gente con el establishment, sigue defendiendo su postura porque afirma que su oposición a las restricciones es para proteger la economía de Brasil. “Desde marzo del año pasado no he cometido ningún error”, dijo a sus seguidores este hombre de 65 años la semana pasada.

José Gomes Temporao, el ministro de salud de Brasil durante la pandemia de la fiebre porcina en 2009, dijo que la respuesta de Bolsonaro ha sido tan mala que él y otros personajes de su administración “van a tener que hacerse responsables” en algún momento.

“Hasta la fecha, Brasil no tiene un plan para combatir el Covid”, se quejó Temporao, y criticó el fracaso de Bolsonaro para asegurar el suministro de vacunas haciendo tratos para comprar con compañías como Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson. Tan sólo el 3.3% de los brasileños han recibido vacunas, mientras que 15.2% lo han hecho en EU, 18% en Chile y 29.9% en Reino Unido.

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“No creo que haya otro líder tan obtuso, ni tan retrógrada, con una visión tan equivocada y deforme de la realidad como el presidente de Brasil”, dijo Temporao. “La historia condenará a estas personas”.